Encausamiento del ex presidente pone a rivales del Partido Republicano en una posición incómoda

Donald Trump ha acusado a Ron DeSantis de ser un fraude político cambiante, ha argumentado que está comprado y pagado por donantes ricos e incluso ha sugerido infundadamente —sin pruebas— que su rival político mantuvo relaciones románticas indebidas.

Sin embargo, el gobernador republicano de la Florida, de visita en este estado disputado para recabar apoyo nacional antes de una probable campaña presidencial, se apresuró a defender al ex presidente el sábado contra el encausamiento del fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg.

“Tenemos a este fiscal de distrito de Manhattan, quien, toda su plataforma cuando fue elegido, era que iba a reducir tantos delitos graves como fuera posible a delitos menores”, dijo DeSantis, hablando como parte de su gira nacional en la Conferencia de Liderazgo de Pennsylvania, una reunión de líderes conservadores en ese estado.

Y continuó: “Así que ahora se da la vuelta con fines puramente políticos, acusa a un ex presidente de delitos menores que se esfuerzan por tratar de convertir en delitos graves. Es entonces cuando se sabe que la ley se ha usado como arma con fines políticos”. La defensa de DeSantis fue solo un breve desvío de su discurso habitual, pero ilustra el enojoso reto que enfrentan el gobernador y todos los demás posibles candidatos republicanos.

Incluso cuando tratan de desplazarlo como líder del Partido Republicano, los rivales de Trump salieron el martes casi uniformemente en su defensa en anticipación de su esperado encausamiento en Nueva York, argumentando que el ex presidente es atacado injustamente porque los demócratas quieren acabar con un republicano de renombre.

Los consiguientes elogios a Trump no solo han puesto a sus posibles enemigos en una posición incómoda, sino que han ahogado sus propios mensajes y han convertido de nuevo al ex presidente en el centro de atención de las primarias presidenciales republicanas. Y una contienda en la que Trump ya era ampliamente considerado favorito se ha inclinado, al menos por ahora, aún más en su dirección.

“Esto va a consolidar la base republicana en torno a Trump”, dijo Rick Wilson, veterano estratega del Partido Republicano y franco crítico del ex presidente. “Va a afianzar aún más la lealtad y la fidelidad a Donald Trump. Yo argumentaría que las primarias terminaron el día que se anunció en encausamiento”.

Otros republicanos son menos optimistas sobre lo que el encausamiento de este martes —que se espera que se centre en la acusación de que pagó a una estrella de cine para adultos por su silencio durante las elecciones de 2016— significa para Trump y las primarias de 2024, argumentando que cualquier repunte en el apoyo que reciba pudiera no durar a lo largo de una larga contienda.

Una encuesta de Yahoo News/YouGuv publicada el sábado cocluyó que la ventaja de Trump sobre DeSantis aumentaba en un hipotético cara a cara, en que Trump recibe ahora 57% de apoyo frente a 31% del gobernador.

Hace dos semanas, la misma encuesta mostró que la ventaja de Trump sobre DeSantis era de solo ocho puntos porcentuales, 47% a 39%.

El avión privado del ex presidente Donald Trump despega del Aeropuerto Internacional de Palm Beach, en West Palm Beach, Florida, el 3 de abril de 2023.
El avión privado del ex presidente Donald Trump despega del Aeropuerto Internacional de Palm Beach, en West Palm Beach, Florida, el 3 de abril de 2023.

Otras encuestas mostraron que la ventaja de Trump sobre el resto del campo republicano aumentaba incluso antes que reconociera la semana pasada que había sido encausado, una consecuencia que algunos republicanos atribuyen a semanas de especulación que estaba a punto de ser acusado. Una encuesta de Fox News divulgada la semana pasada determinó que tenía 54% de apoyo entre los republicanos, 11 puntos porcentuales más que en febrero.

DeSantis fue el candidato potencial más cercano a Trump, recibiendo 24% de respaldo de los electores republicanos.

“La base le está respondiendo”, dijo Jeffrey Lord, antiguo activista a favor de Trump que asistió el sábado a ver a DeSantis hablar en Pennsylvania. “No es que no les guste el gobernador DeSantis, es que están realmente molestos por esto y quieren estar al lado de su hombre, por así decirlo”.

Un asesor de Trump tuiteó el lunes mientras el presidente volaba a Nueva York para su comparecencia que su campaña había recaudado $7 millones desde el encausamiento.

Lord dijo que nunca había visto al partido más unido que ahora en la defensa de Trump. De hecho, además del apoyo de DeSantis y de la ex gobernadora de Carolina del Sur Nikki Haley, que ha expresado su preocupación por el encausamiento, el ex presidente ha recibido el respaldo de líderes republicanos, como el presidente de la Cámara federal, Kevin McCarthy, y de figuras conservadoras como el presentador de Fox News Tucker Carlson.

Un policía controla a una multitud de seguidores del ex presidente Donald Trump durante un mitin, el lunes 3 de abril de 2023, en West Palm Beach, Florida. Los partidarios se reunieron para ver la caravana de Trump mientras se dirigía al Aeropuerto Internacional de Palm Beach.
Un policía controla a una multitud de seguidores del ex presidente Donald Trump durante un mitin, el lunes 3 de abril de 2023, en West Palm Beach, Florida. Los partidarios se reunieron para ver la caravana de Trump mientras se dirigía al Aeropuerto Internacional de Palm Beach.

Lucha por la atención

No todos los candidatos republicanos han salido en defensa de Trump: Asa Hutchinson, ex gobernador de Arkansas, reiteró el domingo que pensaba que el ex presidente debería abandonar la contienda tras su encausamiento.

Pero el republicano de Arkansas tiene sus propios retos relacionados con el encausamiento y anunció el domingo su postulación a la presidencia en momentos que la cobertura mediática está fijada en los cargos contra Trump.

Tampoco fue solo un problema para Hutchinson. Haley visitaba el lunes la frontera entre Estados Unidos y México, en Texas, tratando de llamar la atención sobre sus planes para arreglar un asunto de importancia visceral para la base conservadora. Pero su visita se vio eclipsada por la cobertura que las cadenas de televisión por cable dieron al vuelo de Trump de Florida a Nueva York.

“Si encendemos cualquier televisor, cualquier canal de cable, ¿qué vemos?”, dijo Wilson. “Todo es sobre Trump”.

Wilson calificó la cobertura de un regreso al 2016, cuando el entonces candidato usó una intensa cobertura mediática para saltar inesperadamente a la cima del campo de las primarias presidenciales republicanas.

La base republicana pudiera seguir apoyando a Trump durante las primarias, señalan los estrategas republicanos, en medio de otras investigaciones en ciernes, como las acusaciones de que manejó mal documentos clasificados en su mansión de Mar-a-Lago. Cada nueva ola de encausamientos pudiera intensificar su apoyo a él.

Otros republicanos, sin embargo, son escépticos de que cualquier impulso a corto plazo en el apoyo a Trump vaya a durar en el transcurso de unas largas primarias. Y el efecto compuesto de cada nuevo encausamiento pudiera persuadir a algunos electores republicanos, especialmente a aquellos que desconfían de las posibilidades del partido en unas elecciones generales el próximo año, a pasar del ex presidente.

“En este momento, la opinión de todos sobre Donald Trump está bien fijada”, dijo Lowman Henry, líder conservador en Pennsylvania. “O te gusta o no te gusta. ... Creo que costaría encontrar un 2% de la población que no haya tomado ya una decisión sobre él. Así que por mucho que ataque la izquierda o por mucho que se arme de encausamientos, no creo que cambie para los electores de las primarias”.

Durante su discurso, DeSantis trató de entrelazar sus críticas al fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, con un argumento más amplio sobre su oposición a los fiscales liberales, jactándose ante el público de cómo destituyó a un fiscal estatal (Andrew Warren, del Condado Hillsborough).

El discurso de DeSantis del sábado fue bien recibido y algunos asistentes dijeron después que veían la contienda como una competencia entre dos personas, él y Trump.

El propio gobernador indicó que, aunque esté perdiendo terreno en las encuestas, sigue sin inmutarse sobre una posible campaña a futuro.

“Solo he empezado a luchar”, dijo DeSantis entre vítores, “porque vamos a salvar la libertad en este país”.