En camino a una extinción masiva: los datos que muestran cómo el ser humano está aniquilando la fauna del planeta

Durante años los expertos han alertado sobre el cambio climático, una realidad que está viviendo nuestro planeta y que ha obligado a los países a tomar decisiones antes de que sea demasiado tarde. Ahora el aviso también se extiende a la fauna que vive en él y las perspectivas de los científicos no son nada halagüeñas: la posibilidad de que la naturaleza termine siendo aniquilada por el ser humano está encima de la mesa y debe obligar a los Gobiernos a involucrarse. Es precisamente uno de los temas de los que se va a hablar en la Conferencia sobre el Comercio Ilegal de Animales Salvajes que se va a celebrar en Londres los próximos 11 y 12 de octubre.

Los datos sobre los que se asienta el encuentro desde luego asustan. Los expertos hablan de que ha empezado una sexta extinción masiva de la vida por culpa de la destrucción de los hábitats y la caza ilegal. Cerca del 80% de los mamíferos y la mitad de las plantas han desaparecido a medida que los humanos iban imponiendo su civilización. Al respecto, el director general de la Sociedad Zoológica de Londres, Dominic Jermey, ha recordado en un artículo en The Guardian que se está viviendo “una guerra contra la vida silvestre” y que tiene “impactos catastróficos en personas y animales”.

Piezas de marfil confiscadas son quemadas en Myanmar (REUTERS/Myo Kyaw Soe).
Piezas de marfil confiscadas son quemadas en Myanmar (REUTERS/Myo Kyaw Soe).

El problema es gigantesco porque la batalla de las bandas criminales contra la naturaleza es violenta, sangrienta y corrupta. Cada año son asesinados más de 100 millones de tiburones (principalmente por sus aletas) y 20.000 elefantes africanos para el comercio del marfil. La situación de especies como el rinoceronte blanco en el este de África es dramática, estando prácticamente al borde de la extinción por culpa de la caza furtiva.

La Conferencia se presenta como la oportunidad de poner estos temas encima de la mesa, ya que desgraciadamente suelen quedar eclipsados. El objetivo es intensificar las acciones contra los traficantes y también lograr un impulso para que sea uno de los temas principales de la Convención de Naciones Unidas sobre Diversidad Biológica, que se va a celebrar en el año 2020.

En este sentido los últimos años no solo no han visto una mejora sustancial en estas prácticas, sino que ha ocurrido exactamente lo contrario. El comercio ilegal de animales se ha convertido en un lucrativo negocio para los traficantes que mueve unos 17.000 millones de dólares anuales. Así, el comercio ilegal de marfil se ha doblado desde el año 2007, tal y como muestran los datos hechos públicos por el Gobierno británico.

Los peligros no solo son para la fauna, sino también para los que se encargan de protegerla. En el último año más de 100 guardabosques han sido asesinados cumpliendo con su deber, la mayor parte de ellos a manos de cazadores furtivos.

Una triste realidad que muestra que es necesaria la cooperación de Gobiernos y organizaciones para proteger la naturaleza de nuestro planeta. Y es que sin las plantas y los animales no hay vida en la Tierra.