‘Empezó con una buena acción’: ejecutivo de Miami es honrado como inmigrante destacado

Un empresario y filántropo del sur de la Florida fue galardonado por sus contribuciones como inmigrante en Estados Unidos.

Miguel “Mike” B. Fernández, exiliado cubano de 70 años, ejecutivo del sector de salud y activista de los derechos de los inmigrantes, fue uno de los muchos galardonados el miércoles por la Carnegie Corporation como Grandes Inmigrantes de 2023.

Otros galardonados son Ajay Banga, presidente del Banco Mundial; el actor Pedro Pascal; Bernard Lagat, cinco veces atleta olímpico; Alanis Morissette, cantautora ganadora de un Grammy, y Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la Organización Mundial de Comercio.

“En mi código postal hay más gente merecedora que yo”, bromeó Fernández el jueves. “La verdad es que nunca pensé que llegaría a este punto, pero me han formado las experiencias que he vivido”.

El reconocimiento, que ha honrado a más de 700 inmigrantes influyentes desde 2006, rinde homenaje a Andrew Carnegie, un inmigrante escocés que se convirtió en uno de los estadounidenses más ricos de la historia, y un destacado filántropo.

“Los 35 ciudadanos naturalizados homenajeados esta semana encarnan esa tradición, recordándonos que las contribuciones de los inmigrantes hacen que nuestro país sea más vibrante y nuestra democracia, más resistente”, dijo en un comunicado Dame Louise Richardson, presidenta de Carnegie Corporation.

Fernández, quien vive en Coral Gables, era un “inmigrante de 12 años sin dinero” cuando su familia huyó de Manzanillo, su ciudad natal, la Nochebuena de 1964. Buscaron refugio en la Ciudad de México, donde vivieron en una vivienda de alquiler y más tarde con otras familias cubanas y mexicanas.

Sus experiencias fueron el catalizador de su labor de apoyo a los inmigrantes indocumentados y de reivindicación de una reforma migratoria. Fernández, quien fue uno de los principales recaudadores de fondos del ex gobernador Rick Scott y otros republicanos, ha criticado la retórica antiinmigrante y ha ayudado a proporcionar servicios legales a los inmigrantes.

“Llegué a México con mi familia, como cubanos indocumentados”, dijo Fernández al Miami Herald en 2017. “Sé lo que es estar escondido en una habitación de hotel y que solo puedas jugar afuera por la noche. Mi madre no salió de esa habitación durante los seis meses que estuvimos en México”.

Fernández compaginó los trabajos de fin de semana con sus estudios mientras asistía, becado, a una escuela jesuita para chicos en Nueva York. Fue a la universidad, pero nunca se graduó. Fue llamado a filas durante la guerra de Vietnam y se convirtió en vendedor a domicilio después de tres años como paracaidista del Ejército.

Con el tiempo, se trasladó a Miami, donde se convirtió en un multimillonario magnate de la salud. Ahora es presidente ejecutivo de MBF Healthcare Partners, y ha participado en más de 20 proyectos de salud.

“Cada una de ellos empezó, no con el objetivo de generar un nuevo negocio, sino hacer una buena acción”, dijo Fernández el jueves. “No empezaron con la idea de ‘voy a ganar mucho dinero’”.

Retribuir, dijo Fernández, siempre ha sido importante en su vida. Reflexionó sobre cómo meses después de mudarse a Miami en 1975, se encontró con un artículo sobre una niña en Brasil que tenía quemaduras en las piernas.

La historia le conmovió tanto que llamó a lo que entonces era el Variety Children’s Hospital, cerca de South Miami, preguntando cómo podía ayudar.

Por aquel entonces, Fernández ganaba $500 al mes como vendedor de seguros. Pero compró boletos de avión a Miami para la niña y su madre, y les alquiló un apartamento. Los médicos le enseñaron a caminar de nuevo.

Desde entonces, Fernández se ha hecho famoso por sus donaciones benéficas, a las que ha destinado más de $100 millones.

“No se trata de cuánto tenemos, sino de cuánto hemos dado”, dijo Fernández en una entrevista esta semana. “A veces es un apretón de manos, a veces es un abrazo, a veces es solo una sonrisa. Esa sensación de hacer el bien por otra persona y no esperar nada a cambio, creo que es la mejor recompensa”.

Por eso también ha apoyado a la comunidad inmigrante ante el aumento de los ataques en todo el país.

En una columna publicada por el Miami Herald, Fernández exhortó a los líderes a ver a los inmigrantes como personas que escapan de la guerra, la persecución y el colapso económico en busca de paz y prosperidad, y como una oportunidad para fortalecer la economía.

“Como hemos hecho a lo largo de nuestra historia, Estados Unidos debería dar la bienvenida a los inmigrantes y aprovechar este momento mientras tengamos la oportunidad”.