Una clave del pasado de Elon Musk resurge y nos da una pista de por qué quiere Twitter

JOHANNESBURGO — La inminente adquisición de Twitter por parte de Elon Musk ha hecho que mucha gente investigue sus declaraciones públicas y su pasado en busca de pistas sobre cómo dará forma a una de las plataformas públicas más influyentes del mundo.

Eln Musk (AP Photo/Susan Walsh, File)
Eln Musk (AP Photo/Susan Walsh, File)

Pero Musk, más conocido por ser propietario de las empresas Tesla y SpaceX, no ha hablado mucho en público de una parte importante de su pasado: haber crecido como una persona blanca en el sistema racista del apartheid en Sudáfrica, una experiencia que puede haberle marcado.

“Es revelador: los niños blancos estaban aislados de la dura realidad”, dice Terence Beney, que es blanco y se graduó con Musk en el colegio Pretoria Boys High School en 1988.

Las entrevistas con familiares y antiguos compañeros de clase revelan una educación en comunidades blancas de élite y segregadas, plagadas de propaganda gubernamental contra las personas negras, y ajenas a las atrocidades que los líderes políticos blancos infligían a la mayoría negra.

La sombra del apartheid

Musk, de 50 años, creció entre Johannesburgo, un centro económico, Pretoria, la capital, y la ciudad costera de Durban. Sus comunidades suburbanas estaban en gran medida envueltas en la desinformación. Los periódicos a veces llegaban a las puertas con secciones enteras tachadas, y los noticieros nocturnos terminaban con el himno nacional y una imagen de la bandera nacional ondeando, mientras aparecían en la pantalla los nombres de los jóvenes blancos que habían muerto luchando por el gobierno.

“Como adolescentes blancos sudafricanos, no teníamos ni idea. Realmente, ni idea”, dijo Melanie Cheary, una compañera de Musk durante los dos años que pasó en Bryanston High School, en los suburbios del norte de Johannesburgo, donde rara vez se veía a los negros si no era al servicio de familias blancas que vivían en casas palaciegas.

Terence Beney, que se graduó con Musk en el Pretoria Boys High, en un pasillo del colegio. (Joao Silva/The New York Times)
Terence Beney, que se graduó con Musk en el Pretoria Boys High, en un pasillo del colegio. (Joao Silva/The New York Times)

Musk ha anunciado su compra de Twitter como una victoria de la libertad de expresión, tras criticar a la plataforma por eliminar publicaciones y vetar usuarios. No está claro qué papel pudo haber jugado su infancia —sucedida en un momento y lugar en el que apenas había un libre intercambio de ideas y donde la información errónea del gobierno era usada para demonizar a los sudafricanos negros— en esa decisión.

Sus compañeros en dos escuelas secundarias a las que asistió lo describieron como un solitario sin amigos cercanos. Ninguno de ellos recuerda cosas que haya dicho o hecho que revelen su opinión sobre la política de la época o cómo le afectaba. Pero sus compañeros de escuela negros recuerdan que pasaba tiempo con sus amigos negros.

Pero el padre de Musk, Errol Musk, dijo en una entrevista con The New York Times que Elon, su hermano y su hermana eran conscientes desde pequeños de que había algo malo en el sistema del apartheid. Errol, que fue elegido concejal de Pretoria en 1972, dijo que le preguntaban por las leyes que prohibían a los negros ir a restaurantes, cines y playas. Tenían que hacer cálculos cuando salían con amigos que no eran blancos sobre lo que podían hacer con seguridad, dijo.

“En cuanto a estar protegidos de eso, es una tontería. Se enfrentaban a eso todos los días”, recordó Errol, que dijo haber pertenecido al Partido Progresista, que era anti apartheid. Y añadió: “No les gustaba”.

Sin embargo, Errol ofreció una descripción de sus vidas que subrayaba lo alejados que estaban de la violenta realidad del país. Se llevaban bien con las personas negras, dijo, señalando la buena relación de sus hijos con su personal doméstico, y describió la vida en Sudáfrica durante el apartheid como mayormente mejor y más segura que ahora.

Elon Musk se graduó de la escuela para varones Pretoria Boys High School, y poco después se marchó para ir a la universidad en Canadá. (Joao Silva/The New York Times)
Elon Musk se graduó de la escuela para varones Pretoria Boys High School, y poco después se marchó para ir a la universidad en Canadá. (Joao Silva/The New York Times)

No al servicio militar

Según una biografía del empresario, escrita por Ashlee Vance, Musk dijo que no quería hacer el servicio militar de Sudáfrica porque lo habría obligado a participar en el régimen del apartheid, y es posible que eso haya contribuido a su decisión de abandonar Sudáfrica poco después de graduarse del colegio.

El sistema del apartheid creó una distinción entre los blancos, concretamente entre los que hablaban afrikáans, y los que hablaban inglés, como la familia de Musk. Mientras que el poder político recaía en los afrikáners —los perfeccionadores del apartheid que descendían de colonos holandeses, alemanes y franceses—, los sudafricanos blancos de habla inglesa disfrutaban de una riqueza que algunos creían que era su derecho natural, dijo Cheary.

“Éramos la élite blanca angloparlante del mundo”, dijo. “Era literalmente nuestro reino”.

El Pretoria Boys tenía un trasfondo socialmente progresista. El director de la escuela había participado en actividades de lucha por la libertad; algunos alumnos viajaban a reuniones contra el apartheid.

“Estoy seguro de que en un lugar como el Pretoria Boys High estabas expuesto a ideas progresistas, aunque no las adoptaras”, dijo Beney, de 51 años, que trabaja en políticas para organizaciones de salud pública y bienestar social.

Sin embargo, ninguno de ellos sufrió las palizas y los disparos de las fuerzas de seguridad del Estado, como los chicos negros que luchaban por sus derechos básicos en las escuelas de los barrios pobres. Y muchos estudiantes se tragaron la propaganda del gobierno, dijo Beney.

Recuerda un debate en una de sus clases en el Pretoria Boys a mediados de los años ochenta sobre la exigencia del gobierno de que cumplieran el servicio militar, con el fin de aplastar los esfuerzos de los sudafricanos negros para derrotar a un régimen opresivo.

Unos pocos dijeron que se negarían a matar en nombre de un sistema político injusto. Pero otros dijeron que, aunque el apartheid tenía sus injusticias, el país estaba en una guerra total. Algunos insistieron en que la lucha era para protegerse de los comunistas. Otros justificaban el enfrentamiento con el argumento de que los negros eran susceptibles a las ideas malvadas.

Otro cliché común entre los estudiantes de ese entonces, según dijo Beney, era que a las personas negras no se les podía confiar el derecho al voto porque no tenían tradición de democracia.

El sistema de apartheid había obligado a la mayoría negra a vivir en determinadas zonas. Según Stanley Netshituka, que se convirtió en el primer estudiante negro del Pretoria Boys en 1981, en la escuela se enseñaba que el país estaba formado por muchas tribus, y que algunas optaban por la independencia en sus propias tierras de origen.

El anuncio de adquisión de Twitter por parte de Elon Musk Ha generado polémica  (Foto: AP /Matt Rourke, File)
El anuncio de adquisión de Twitter por parte de Elon Musk Ha generado polémica (Foto: AP /Matt Rourke, File)

Netshituka dijo que tenía algunos amigos de familias liberales que comprendían lo mal que estaban las cosas para los sudafricanos negros. Pero eran la excepción, dijo.

“Diría que la mayoría eran felizmente ignorantes y se alegraban de serlo”, dijo Netshituka, de 54 años, a quien se le permitió asistir a la escuela porque su padre era diplomático de Venda, una de las patrias étnicas de Sudáfrica que en ese momento se consideraba una nación con cierta autonomía.

No discriminar

Al mismo tiempo, sus compañeros de clase llamaban terroristas a los que luchaban por la libertad de los negros, pero le decían que “no todas las personas negras son necesariamente malas, porque veo que tú no eres tan malo”, recuerda.

Musk se hizo amigo de un primo de Netshituka, Asher Mashudu, según el hermano de éste, Nyadzani Ranwashe. Una vez, durante el almuerzo, un estudiante blanco utilizó un insulto contra los negros, y Musk lo reprendió, pero luego fue acosado por hacerlo, dijo Ranwashe.

Mashudu murió en un accidente automovilístico en 1987, y Ranwashe dijo que recordaba que Musk fue uno de los pocos blancos que asistieron al funeral en el pueblo rural de la familia.

“Era algo inaudito en esa época”, dijo.

Errol Musk, que trabajaba como ingeniero, dijo que su familia no creía la propaganda negativa sobre los luchadores por la libertad, algunos de los cuales habían recurrido al sabotaje violento para combatir a un régimen que los despojaba de derechos políticos y libertades como la de elegir dónde vivir.

“Pero, claro, nos preocupaba que pusieran una bomba junto a nuestra casa, por ejemplo”, dijo.

Errol Musk, que ha estado distanciado de Elon, dijo que creía que el apartheid había enseñado a su hijo a no discriminar. Pero la empresa de autos eléctricos de Elon, Tesla, ha enfrentado graves acusaciones de racismo. El estado de California investiga las acusaciones de que la empresa permitió que se afianzara la discriminación racial contra los empleados negros en su fábrica del área de San Francisco. Además, Tesla fue condenada a pagar 15 millones de dólares a un empleado negro después de que un jurado determinara el año pasado que la empresa no tuvo en cuenta el racismo al que se enfrentaba en el trabajo.

Errol  Musk  padre de Elon Musk, en 2014 (Foto: Denver Post Cyrus McCrimmon via Getty)
Errol Musk padre de Elon Musk, en 2014 (Foto: Denver Post Cyrus McCrimmon via Getty)

Relación tensa con su padre

Elon Musk ha recordado su vida en Sudáfrica como traumática e insatisfactoria en gran medida. Nacido en Pretoria, a unos 45 minutos al norte de Johannesburgo, sus padres se divorciaron antes de que él cumpliera 10 años. Se trasladó a Durban, en la costa sur del país, con su madre, pero luego volvió a vivir con su padre en Pretoria. Musk ha dicho que tenían una relación tensa.

En el Bryanston High, donde Musk cursó los dos primeros años del plan de estudios sudafricano de cinco años de duración, recuerda que sufrió un fuerte acoso escolar.

Si el colegio Bryanston High fue traumático para él, Musk encontró más estabilidad en el Pretoria Boys, un extenso campus digno de un set de Harry Potter, con un bosque de árboles de hoja perenne, un estanque y edificios de estilo inglés.

Algunos estudiantes vivían en el campus, mientras que otros, como Musk, iban y venían desde casa y eran conocidos como los “chicos del día”.

El espectro del apartheid estaba impregnado en la cultura. Como muchas otras escuelas de la época, había un programa de cadetes que preparaba a los chicos para el servicio militar. Llevaban uniformes de color café y hacían ejercicios de marcha. Había una banda de gaitas escocesas.

Elon Musk con su madre en una foto reciente (Foto: Evan Agostini/Invision/AP)
Elon Musk con su madre en una foto reciente (Foto: Evan Agostini/Invision/AP)

Libertad de expresión

Las opiniones actuales de Musk sobre la libertad de expresión parecen reflejar las filosofías a las que los alumnos estaban expuestos en el Pretoria Boys, dijo Beney, el compañero de clase, como la del filósofo inglés John Stuart Mill, un defensor de la expresión sin restricciones.

“Creo que sus ideas sobre la libertad de expresión son de un liberalismo muy clásico y sin matices”, dijo Beney sobre Musk.

Algunos de los que conocieron a Musk desde sus días de juventud en Sudáfrica dijeron que la gente no debería descartar la evolución que pudo haber tenido cuando dejó atrás el apartheid y Sudáfrica. Andrew Panzera, que estuvo en clase de alemán con Musk en el Bryanston High, sacó a colación su propia transformación.

Como estudiante blanco que creció en los plácidos suburbios de Johannesburgo, nunca vio el sufrimiento de sus compañeros negros. Pero eso cambió cuando hizo el servicio militar obligatorio.

“La gente, en algún momento, se da cuenta de que le han hecho creer un montón de porquerías”, dijo. “En algún momento dices: ‘Caramba, realmente nos han adoctrinado en gran medida’”.

Kitty Bennett colaboró con la investigación.

John Eligon es el jefe de la oficina de Johannesburgo, que cubre el sur de África. Anteriormente, trabajó como reportero en las redacciones de Nacional, Deportes y Metro. Su trabajo lo ha llevado desde las calles de Mineápolis tras la muerte de George Floyd hasta el funeral de Nelson Mandela en Sudáfrica. @jeligon

© 2022 The New York Times Company

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