Elizabeth Scherer rompe el silencio tras el caso del asesino de Parkland

La jueza que presidió el juicio para decidir si se condenaba a la pena de muerte al adolescente que provocó la masacre de la secundaria Marjory Stoneman Douglas en 2018, decidió romper el silencio.

Elizabeth Scherer habló del histórico caso y de las reacciones negativas que generó.

Scherer, que trabajó como jueza de Corte de Circuito del Condado Broward durante una década, en la actualidad labora en el bufete legal de la familia que su padre fundó hace casi 50 años.

Hoy día, Scherer se encarga de la práctica civil, un notable contraste con el trabajo que hacía como la jueza a cargo del juicio de Parkland y que la catapultó a cintillos nacionales.

Nikolas Cruz fue acusado y hallado culpable de la matanza del Día de San Valentín en la secundaria Marjory Stoneman Douglas donde mató a 17 personas e hirió a otras 17.

El suceso se considera una de las mayores masacres jamás cometidas en una escuela en la historia de Estados Unidos.

Al día siguiente, la jueza Scherer fue asignada al juicio de forma aleatoria.

“Estaba revisando una lista de casos cuando mi secretaria se me acercó para darme la noticia”, recordó Scherer. “Y estaba absolutamente aterrada”.

Scherer dijo que la experiencia “fue un gran choque”, aunque, de alguna forma, realmente no tan grave.

“No puedo explicarlo”, dijo. “Tenía el presentimiento de que me asignarían el caso”.

El caso duró cinco años y la prensa con reporteros y cámaras estuvo presente casi todo el tiempo.

Los medios noticiosos capturaron el drama que se vivía en el tribunal en tiempo verdadero ante una teleaudiencia nacional que vio en vivo cómo todos los procedimientos se ventilaban, incluyendo la cobertura en CBSMiami.com.

En el juicio se transmitieron varios momentos polémicos que polarizaron a los televidentes.

“Cada vez que tenía que darle una reprimenda a un abogado, o censurarlo, lo hacía en presencia del jurado”, dijo Scherer.

Los miembros del jurado fueron testigos de algunos acalorados enfrentamientos entre la magistrada y uno de los abogados de la defensa, Melissa McNeil. Cuando la periodista de CBS News Miami, Betty Nguyen, le preguntó a Scherer sobre algunas de las peleas verbales que tuvo con McNeil, la jueza le pidió un momento para reflexionar sobre lo que ocurrió.

“Necesito solo un minuto para beber agua y pensar sobre todo eso”, dijo Scherer, quien luego añadió: “Hubo muchas cosas en el juicio que me parece fueron poco profesionales e irrespetuosas. No solo para la corte, sino también para las familias. Como jueza, hay solo algunas herramientas con las que se puede enfrentar ese tipo de falta de respeto”.

“¿Lo manejé todo perfectamente? Quizás no. Pero hice lo que creí había que hacer para mantener el decoro y que el juicio se llevara a cabo de una manera justa para todos”, dijo Scherer.

Según la ex jueza, su titubeo inicial para discutir algunos detalles se debió a una reprimenda pública de la Corte Suprema de la Florida, y reconocer que, en ocasiones, su conducta durante el proceso “no era paciente, digna ni amable”.

Sin embargo, algunos críticos argumentan que algunas de las acciones del equipo de defensores eran chocantes y llevaron a que la jueza reaccionara como lo hizo.

Durante el juicio, hubo otro momento crucial cuando la jueza excusó a uno de los abogados por lo que consideró una amenaza contra su propia familia.

“Tratar de amenazar a mis hijos y sacarlos a colación fue algo inapropiado”, dijo Scherer. “Soy muy protectora de mi hija y, mirándolo desde cierta perspectiva, tal vez reaccioné exageradamente. En otras palabras, quizás no fue lo que el abogado quiso decir, pero me parece que nunca es inapropiado decirle semejante cosa a un juez”.

Scherer admitió haber reaccionado de forma exagerada durante una confrontación con la abogada.

“Siempre trato de mantener un nivel de calma, respirar profundamente cuando alguien trata de sacar a relucir a mi hija “, dijo. “Reconozco que perdí mi compostura pero, para ponerlo en contexto, no sé qué quiso decir con ello”.

Con el tiempo, llega cierta perspectiva.

“Pero para tratar de resumir un poco lo ocurrido, ¿acaso pienso que eso fue lo que quiso decir?”, preguntó . “Probablemente no. ¿Actuó de forma inapropiada? Estoy absolutamente segura que fue así”.

En la actualidad, Scherer trabaja en el bufete legal que su padre fundó hace casi 50 años en Fort Lauderdale.

Su padre, William Scherer, es un poderoso abogado que representó al entonces presidente George W. Bush durante el histórico recuento de votos en el Condado Broward durante las elecciones del 2000.

“Quería que mis hijos fueran abogados y lo son”, dijo el veterano abogado. “Mi sueño se hizo realidad. Me llevó 50 años de esfuerzos para que todos mis hijos trabajaran en mi bufete y aquí están”.

Sin embargo, en un inicio, la familia estaba preparada para defender a capa y espada a la hija y la hermana a la que cariñosamente llaman Liz del caos en torno al juicio por la matanza de Parkland.

En junio del 2023, la Comisión de Calificaciones Judiciales determinó que, a veces, la jueza Scherer daba la impresión de no ser imparcial.

“Mi padre quería que enfrentara lo que dijo la comisión, pero como se sabe, un juicio necesita testigos”, recordó. “¿Quiénes serían los testigos? ¿Los familiares que ya habían sufrido mucho? Me pareció que sería una opción dolorosa para ellos y no lo hice”.

La ex jueza dijo que no quería que las víctimas y su familia vivieran otra vez el juicio, de modo que decidió renunciar y en la actualidad practica leyes civiles.

Cuando se le preguntó si le parecía que estaba comenzando de nuevo, Scherer dijo: “Sin duda alguna. Sobre todo cuando me asignan un nuevo caso y soy una más, no la jueza que preside”.

Aunque fue el jurado quien decidió la suerte que correría el culpable de la masacre de la escuela de Parkland, Scherer revisó todas las evidencias del caso.

De igual modo, recorrió las aulas donde tantas vidas de estudiantes quedaron tronchadas.

“De toda la evidencia que revisé, la parte más difícil fue escuchar un video que tomó un chico con un celular donde se podían escuchar los disparos y los gritos a lo lejos”, dijo Scherer. “Fue algo realmente desgarrador”.

Al preguntársele si el culpable debería recibir la pena de muerte, Scherer contestó de forma contundente:

“Creo que legalmente califica para la pena de muerte”, respondió. “Me parece que legalmente el estado presentó pruebas abrumadoras y demostró que se trató de algo inhumano, atroz y cruel”.

Cuando se le preguntó qué hacía para relajarse durante un juicio de tanta tensión, Scherer dijo: “Adoro a los caballos. Y los llevé para Lexington, Kentucky, un lugar que para mí es como el paraíso”.

“Los fines de semana, tomaba un avión y me disipaba montando mis caballos en Lexington”, señaló. “Es un sitio de mucha paz y eso era mi refugio”.

Traducción de Jorge Posada