De los elefantes de Borneo a los cactus chilenos: 1.000 nuevas especies en la lista de peligro de extinción
Más de 45.000 especies están amenazadas de extinción, 1.000 más que el año pasado, según una organización conservacionista internacional.
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) publicó el jueves su última Lista Roja de Especies Amenazadas.
Culpa a las presiones del cambio climático, las especies invasoras y la actividad humana, como el comercio ilícito y la expansión de las infraestructuras, de llevar a más especies al borde de la extinción.
En su 60º año, la lista da la voz de alarma sobre animales y plantas en peligro de extinción, pero también destaca casos de éxito en la conservación, como el lince ibérico.
La lista de especies registrada ahora incluye ahora 163.040 especies en total, lo que supone un aumento de unas 6.000 respecto al año pasado.
De esas más de 163.000 registradas hay más de 45.000 en peligro de extinción, como el cactus Copiapoa, originario del desierto costero chileno de Atacama, el elefante de Borneo y el lagarto gigante de Gran Canaria figuran entre las especies amenazadas, reveló la UICN.
La tendencia de las redes sociales entre los factores de extinción
Los cactus Copiapoa han sido codiciados durante mucho tiempo como plantas decorativas, lo que ha impulsado un comercio ilegal que se ha visto amplificado por las redes sociales, donde entusiastas y comerciantes exhiben y venden los cactus.
Un asombroso 82% de la especie está ahora en peligro de extinción, un salto significativo desde el 55% en 2013, según el informe.
La UICN dijo que la disminución se debe al aumento de la demanda de los cactus chilenos en Europa y Asia como especies ornamentales. Los contrabandistas y cazadores furtivos que facilitan el comercio, dijo la organización, han ganado una mayor accesibilidad al hábitat de las plantas debido a las carreteras y la expansión de la vivienda en la zona de Atacama.
"Los copiapoa cazados furtivamente tienen un tono gris y están recubiertos de una floración de aspecto polvoriento que protege a las plantas en uno de los desiertos más secos de la Tierra, mientras que las plantas cultivadas parecen más verdes", explica Pablo Guerrero, miembro del grupo de la UICN sobre estas plantas.
La actualización de 2024 también destaca al elefante asiático de Borneo como especie en peligro. Se calcula que sólo quedan unos 1.000 elefantes de Borneo en libertad, según los análisis de la UICN.
La población ha disminuido en los últimos 75 años debido principalmente a la tala extensiva de los bosques de Borneo, que ha destruido gran parte del hábitat de los elefantes.
Los conflictos con los humanos, la pérdida de hábitat debido a la agricultura y las plantaciones madereras, la minería y el desarrollo de infraestructuras, la caza furtiva, la exposición a productos agroquímicos y las colisiones con vehículos también amenazan a la especie, según la UICN.
La lista también reveló el "asombroso" declive de reptiles endémicos -el lagarto gigante y el eslizón- en las Islas Canarias e Ibiza debido a la depredación de las serpientes invasoras.
La "mayor recuperación" de una especie
En una historia contrastada, los esfuerzos de conservación han revivido al lince ibérico del borde de la extinción, con un aumento de la población de 62 individuos maduros en 2001 a 648 en 2022 y más de 2.000 en la actualidad.
La especie revivió gracias a la restauración del hábitat natural de matorral y bosque mediterráneo del lince ibérico, así como al aumento de la abundancia de su presa principal, el conejo europeo.
Los esfuerzos de conservación también han consistido en aumentar la diversidad genética del lince reubicándolo en nuevas zonas y criándolo en entornos controlados.
Desde 2010, se han reintroducido más de 400 linces ibéricos en zonas de Portugal y España, según la UICN.
Es "la mayor recuperación de una especie de felino jamás lograda mediante la conservación", dijo Francisco Javier Salcedo Ortiz, que dirigió la acción de conservación del lince ibérico.
Pero dado que persisten las amenazas, principalmente las derivadas de las fluctuaciones de la población de sus presas, la caza furtiva y los atropellos, Salcedo Ortiz afirmó que "aún queda mucho trabajo por hacer para garantizar la supervivencia de las poblaciones de lince ibérico".