Elecciones en Brasil: los aliados de Bolsonaro que ya brindaron su apoyo a Lula para el nuevo gobierno

Jair Bolsonaro, en su primer discurso después de la derrota
Jair Bolsonaro, en su primer discurso después de la derrota - Créditos: @EVARISTO SA

El pastor Edir Macedo no tiene tiempo que perder. Apenas han terminado las elecciones y ya está listo para bendecir al nuevo gobierno. El líder de la Iglesia Universal había orientado a los fieles a ayunar por la victoria de Jair Bolsonaro. Ahora dice que Lula fue elegido por la voluntad de Dios.

“Miremos hacia adelante”, pidió, en un video grabado en Suiza y difundido por las redes sociales. “No podemos quedarnos con la pena, porque eso es lo que quiere el diablo”, añadió.

Dueño de un imperio religioso y empresarial, Macedo también manda en Los Republicanos, uno de los tres partidos que conformaron la coalición bolsonarista. Su prisa por abandonar el barco demuestra que el capitán se empieza a quedar solo.

El predicador evangélico no fue el único que se convirtió en la primera semana de la transición. Luciano Bivar, actual presidente nacional del partido político de derecha Unión Brasil, advirtió que no tiene “ningún inconveniente” en unirse a Lula. “Tenemos una deuda con la izquierda”, justificó, en una entrevista con la periodista Natália Portinari.

Sus motivos para abrazar al PT distan mucho de las convicciones ideológicas, o de la falta de ellas. El diputado quiere seguir cerca del poder, que se desplazará hacia la izquierda por decisión de los votantes.

Pocos políticos son más hábiles para cambiar de bando que Gilberto Kassab. El titular del Partido Social Democrático (PSD) logró saltar del ministerio de Dilma Rousseff al gabinete de Michel Temer. Ahora dice que está dispuesto a apoyar a Lula, “siempre que se cumplan algunas premisas”. “Es una asociación. No seremos petistas para siempre”, resumió a Folha de S.Paulo.

Los miembros del PT están animados por la rapidez de los avales. Creen que el presidente electo no tendrá dificultades para formar una mayoría en la Cámara y el Senado. La recreación de los ministerios abrirá más espacio para acoger a los nuevos aliados. Queda por calcular el precio de las “asociaciones”, por utilizar el eufemismo de Kassab.

Además de garantizar la llamada gobernabilidad, Lula quiere aislar a la extrema derecha. En cierto modo, el bolsonarismo ya ha empezado a colaborar con la tarea. El ex diputado Roberto Jefferson abrió fuego contra la policía y fue aislado en el Bangu 8. La diputada Carla Zambelli desenfundó su revólver en Jardins y tuvo que ser trasladada de urgencia a Estados Unidos. El ex presidente se disparó en el pie al fomentar los disturbios en las carreteras. Presionado por sus amigos ruralistas, se vio obligado a dar marcha atrás y pedir el fin de los bloqueos.

Por Bernardo Mello Franco