Elección impulsa negocios de Trump pero despierta inquietud por conflictos de interés
Desde el sector inmobiliario hasta las critpomonedas, la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca debería beneficiar sus intereses empresariales, de los que no planea separarse, aunque despierta inquietudes por eventuales conflictos de interés.
Luego de tres campañas, dos victoriosas, en nueve años, "la marca Trump es como el Nike o el Apple de la política", define Mark Hass, profesor de marketing en la universidad de Arizona State. "Todos en el mundo saben de qué hablamos" cuando se pronuncia "Trump", añade.
Donald Trump es nuevamente presidente electo, "eso es gasolina para el imperio Trump, para su imperio empresarial", según el académico.
Desde 2016, el político de origen neoyorquino no tiene funciones en la dirección del grupo fundado por su padre, la Trump Organization. Pero conserva su participación a través de un 'trust' o fondo cerrado manejado por terceros.
Esta estructura fue inicialmente resuelta para confiar la gestión de sus intereses terceros durante su primer mandato. Pero desde su salida de la Casa Blanca, Trump se volvió uno de los administradores del mecanismo.
"Tal vez no tiene un papel directo" en la Trump Organization, que concentra activos inmobiliarios y contratos de gestión de propiedades como hoteles y clubes de golf. "Pero no se puede estar más cerca del negocio sin gestionarlo directamente que teniendo hijos administrándolo", subraya Hass.
"Trump es una marca que polariza, pero la elección reforzó las asociaciones positivas" con ella y "eso ayudará" a los negocios de Trump, señala Tim Calkins, profesor de marketing en la universidad Northwestern.
"Este regreso (...) transformó completamente la marca", que tiene un "gran poder", añade.
- Contratos e influencia -
En los últimos años, la Trump Organization concluyó varias transacciones importantes en el extranjero, en particular en 2024 para construir una torre residencial en Arabia Saudita en colaboración con el promotor local Dar Global.
Los dos socios trabajan en la edificación de otro inmueble de lujo en Dubai y un complejo hotelero en Omán.
La Trump Organization también selló un acuerdo con el circuito profesional LIV Golf, directamente controlado por el fondo soberano saudita PIF, y organizó varias etapas de este circuito en sus propios campos.
"Estas personas entienden que estos contratos les dan influencia" sobre Donald Trump "y pienso que eso será un gran plus para sus negocios", sostiene Mark Hass.
"Será peor que en su primer mandato" en materia de conflictos de interés posibles, advierte Jordan Libowitz, vicepresidente del observatorio de ética pública CREW, quien remarca la expansión de actividades del grupo empresarial.
Además de los socios extranjeros, evoca también su nuevo grupo de medios, Trump Media Technology Group (TMTG), que cotiza en bolsa desde marzo y controla la red del magnate republicano, Truth Social.
Donald Trump posee 52,9% de su capital, una participación estimada en unos 3.800 millones de dólares al precio actual de la acción, lo cual representa a su vez una parte importante de su fortuna, estimada en 5.900 millones de dólares por la revista Forbes.
El viernes, Trump indicó que no tiene "ninguna intención de vender" estas acciones. Y la ley no lo obliga.
"Nada impide" a cualquier fondo soberano de países de Medio Oriente" comprar cientos de millones de dólares de acciones" de TMTG, lo cual "le daría una gran influencia" potencial sobre el jefe de Estado, argumenta Libowitz.
Según el New York Post, varios miembros de su equipo de campaña especulan actualmente sobre la compra de Truth Social por X (ex-Twitter), que pertenece a Elon Musk, quien llevará adelante una comisión de eficiencia gubernamental.
El futuro presidente se lanzó recientemente al mundo de las criptomonedas, al implicarse con sus tres hijos en la nueva plataforma de intercambios World Liberty Financial.
No es accionista, ni dirigente de esta start-up, pero recibirá el equivalente a criptomonedas y tres cuartas partes de las ganancias que genere la empresa, a cambio de usar su nombre.
"Las criptomonedas son conocidas por ofrecer la posibilidad de transferir dinero anónimamente", advierte Libowitz, para quien World Liberty Financial es otra zona gris.
CREW planea volver a la Justicia apelando a una cláusula de remuneración externa, un pasaje de la Constitución estadounidense que prohíbe a miembros del gobierno recibir donaciones o pagos de ciudadanos extranjeros.
Ya lo intentó en 2017 y llegó luego a la Corte Suprema, pero el máximo tribunal descartó el asunto porque Trump ya no era presidente, y no se pronunció sobre el fondo de la cuestión.
Para Hass, "si hay algo que Trump sabe hacer es monetizar (convertir en dinero) su nombre y su fama".
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