El truco para disuadir a quien quiera envenenar la comida de Isabel II

Un documental emitido hace unos días por la televisión británica ha puesto al descubierto cuál es el truco que usan en Buckingham para disuadir a quien quisiera envenenar a la Reina a través de la comida y no se trata de dársela a probar a un sirviente como se hacía antaño. Según ha revelado Secrets of the Royal Kitchens (Secretos de las cocinas reales), consiste en no identificar el plato que pondrán delante de Isabel II con anterioridad.

El plato que dan a la Reina se elige de manera aleatoria. Así, si alguien quiere envenenar su comida, tendría que envenenarlos a todos. (Foto: Johnny Green - WPA Pool/Getty Images)
El plato que dan a la Reina se elige de manera aleatoria. Así, si alguien quiere envenenar su comida, tendría que envenenarlos a todos. (Foto: Johnny Green - WPA Pool/Getty Images)

Es decir, que ni en cocina ni entre quienes se encargan de servir la mesa a la Reina y a sus comensales sabe cuál será el plato que coloquen delante de su majestad. Se sirven todos por igual y cuando están listos se escoge uno al azar para quien lleva la corona. De esta manera, si alguien tuviese la intención de envenenar la comida de Isabel II debería añadir el veneno en cuestión en todos los platos.

Además de este jugoso detalle comentado por la experta en la realeza Emily Andrews a Secrets of the Royal Kitchens, el programa ha contado alguno más como, por ejemplo, el código que usa la regidora británica para comunicar algunas cosas a los cocineros. Con una línea les indica que comerá o cenará fuera y con varias, que tendrá compañía.

Esto lo hace a través del libro del menú, que es como se comunican en las cocinas de Buckingham con su inquilina principal, encargada de aprobar todas y cada una de las recetas que se sirven, según detallan en Express. Por suerte para el equipo encargado de elaborar los menús, se trabaja con cierta antelación.

“El chef elabora menús para tres días y eso nos da tiempo suficiente para conseguir todos los productos y prepararlos. Cuando el libro del menú llega a la reina, traza una línea en todos los platos que no quiere”, comenta Darren McGrady, que trabajó 15 años a su servicio.

En cuanto a las preferencias, parece que a Isabel II no le gusta mucho innovar y siente predilección por la cocina local y la francesa. El ajo está vetado y la cebolla la tolera, pero en su justa medida, sin abusar.

En cuanto al protocolo, nada de sentarse antes que ella y mucho menos probar la comida hasta que ella lo haga.