El secuestro en la zona más lujosa de su capital que tiene en jaque a México

Según la asociación Alto al Secuestro, dirigida por la señora Isabel Miranda de Wallace, de diciembre de 2012 a junio de 2016 en México han sido atendidos 7,846 secuestros lo que implica que se comenten en el país, en promedio, seis secuestros al día y las entidades donde se cometió en este periodo con mayor frecuencia este ilícito, son Estado de México con 1,858; Tamaulipas, 930; Guerrero, 743; Ciudad de México, 625 y Veracruz, 623.

A esta estadística negra deberá agregarse el secuestro y muerte de María Villar Galaz, sobrina del presidente de la Real Federación Española de Futbol, Ángel María Villar, quien fue secuestrada y asesinada en México. Atendía el área de banca de la empresa IBM ubicada en Santa Fe, en la Ciudad de México.

El secuestro y muerte de María Villar Galaz fue comentado a la cadena de radio, Onda Cero, de España, por el Ministro del Exterior y Cooperación de España, José Manuel García-Margallo, desde Nueva York, donde asistió a la Asamblea General de la organización de Naciones Unidas (ONU). El tema fue retomado por diversos medios españoles, como el periódico El Mundo y en redes sociales, Beatriz Becerra Basterrechea, vicepresidenta de la subcomisión de Derechos Humanos del Parlamento Europeo, comentó en Twitter: “la deleznable impunidad del crimen organizado que abate a México.”

Sobre el secuestro se informó que María Villar Galaz salió el pasado 13 de septiembre de su trabajo en IBM, en Santa Fe y abordó un taxi con dirección a su domicilio, en la colonia Polanco, en la Ciudad de México y según se dice, fue secuestrada en este trayecto y obligada a realizar retiros de dinero con sus tarjetas en los cajeros de los bancos. Al siguiente día, 14 de septiembre, los secuestradores se comunicaron con su familia a la exigieron un pago para liberarla. El pago fue realizado el mismo día y la familia solicitó asesoría de la policía federal.

A pesar de que la familia pagó el rescate, María Villar Galaz fue asesinada. Su cuerpo fue encontrado el 15 de septiembre en el municipio de Santiago Tianguistengo, a 25 kilómetros de Toluca, Estado de México.

La Procuraduría General de la República de inmediato atrajo el caso e informó que la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido) investigará, en coordinación con las procuradurías General de Justicia del Estado de México y la de Justicia de la Ciudad de México.

Sobre este lamentable acontecimiento llama la atención la prontitud con la que las autoridades federales atrajeron la investigación del secuestro y muerte de María Villar Galaz y esta respuesta rápida podría tener su explicación en la reacción de enojo e indignación que manifestaron autoridades, medios de comunicación e integrantes destacados de España que se desempeñan en altos puestos de la comunidad europea.

La respuesta rápida de las autoridades mexicanas hacia este caso, no es posible identificarla en la mayoría de los secuestros registrados en México, muchos de los cuales, se dice, no son denunciados ante las autoridades por temor a represalias de los delincuentes o por desconfianza en las autoridades, que con frecuencia aparecen coludidos o son parte de las bandas de secuestradores que operan en diversas entidades del país.

Los secuestros suceden en diferentes estados pero casi un tercio de los registrados por la estadística la asociación Alto al Secuestro, se llevan a cabo en el Estado de México y la Ciudad de México que, en esta ocasión por el modo de operar de los secuestradores, involucró a las dos entidades que de inmediato, se deslindaron del tema aunque manifestaron su disposición para cooperar con las autoridades federales.

La imagen internacional de México y en particular del gobierno del presidente Peña Nieto, una vez más se ve empañada por acontecimientos policíacos relacionados con la seguridad ciudadana y esto sucedió en el momento en el que se encontraba en el extranjero, en esta ocasión el tema fue comentado a los medios desde la ONU por el Ministro del Exterior y Cooperación de España, José Manuel García-Margallo, cuando el presidente Peña Nieto también participaba en la Asamblea General.

El secuestro y muerte de María Villar Galaz no pasó desapercibido y alcanzó notoriedad en diversos medios fuera de las fronteras de México y eso preocupa al gobierno de Peña Nieto que, según las encuestas de algunos medios, ha descendido en la aceptación de los ciudadanos y lo mismo estaría sucediendo en el ámbito internacional donde paso de ser un estadista, hace tres años, a ser criticado por no acertar en la solución de problemas económicos y de seguridad que afectan sin distingos a hombres y mujeres, como ahora paso con la ciudadana española.

Parece inevitable que la secuencia de estos acontecimientos no llegará a su término hasta que sean capturados y sentenciados los responsables del secuestro y muerte de María Villar Galaz y en esta ocasión podría intervenir también, exigiendo todo el peso de la ley, el Estado Español. Efectos de la globalización que genera la percepción en medios extranjeros de un estado fallido secuestrado por la delincuencia organizada.