El PSOE ultima su giro a la abstención para evitar nuevas elecciones

Por Blanca Rodríguez MADRID (Reuters) - Los socialistas españoles confirmarán previsiblemente el domingo su decisión de facilitar la investidura de Mariano Rajoy la próxima semana y evitar así 'in extremis' una repetición de las elecciones, tras un traumático giro del "no" a la abstención que ha dividido al partido. Tres semanas después de un dramático comité federal que puso de manifiesto las divisiones internas y culminó con la dimisión de su entonces líder Pedro Sánchez, el cónclave del PSOE volverá a reunirse con la previsión de que la mayoría de sus alrededor de 270 miembros se incline por dejar gobernar a Rajoy. Los principales responsables de la gestora provisional que quedó al frente del partido tras la dimisión de Sánchez han defendido más o menos abiertamente la abstención y el paso a la oposición como un "mal menor" ante el temor a una debacle en una eventual nueva cita con las urnas en diciembre. El esperado cambio en la posición del PSOE permitirá poner fin a 10 meses de interinidad del Gobierno español después de dos elecciones generales -ganadas por el Partido Popular pero sin mayoría absoluta- y dos investiduras fallidas, de Sánchez en marzo y Rajoy en septiembre. Aunque se da por hecho que la votación de los socialistas despejará el camino a Rajoy, persiste la incertidumbre sobre si el partido optará por exigir la abstención de todo el grupo parlamentario o de sólo los once diputados necesarios para que la investidura salga adelante. Decenas de personas se concentraron el sábado ante la sede del PSOE al grito de "no es no", poniendo de manifiesto que la fractura del partido aún no se ha superado, con los socialistas catalanes amenazando con romper la disciplina del voto y seguir rechazando a Rajoy mientras federaciones como la andaluza defienden la abstención. INVESTIDURA EN EL LÍMITE Una vez quede aclarada la posición del PSOE, el rey Felipe VI recibirá lunes y martes a los representantes de los partidos para proponer un candidato a la presidencia, casi en el límite del plazo para formar gobierno antes de final de mes. El apretado calendario hace que el pleno de investidura tenga que celebrarse casi inmediatamente después, para que dé tiempo a que haya un debate y dos rondas de votación separadas por 48 horas, por lo que la votación definitiva sería el próximo fin de semana. Pese a que logre superar la investidura, Rajoy y el Partido Popular tendrán que demostrar su capacidad de negociación en el Congreso de los Diputados con un gobierno en minoría, con la prioridad inmediata de sacar adelante unos nuevos presupuestos para 2017.