El presidente cubano Miguel Díaz-Canel se desmarca de los Castro... pero solo en la pista de baile

Sin traje y corbata, muy lejos del vetusto traje verde olivo de sus antecesores, y con una inseparable Primera Dama, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, cerró su primera visita como mandatario de la isla a los Estados Unidos con un fiestón “a lo cubano” en Nueva York.

En un video colgado en Facebook por la embajadora de Cuba en Bélgica y Luxemburgo, Norma Goicochea Estenoz, al jefe de Estado cubano se le ve bailando salsa junto a su esposa Lis Cuesta, durante un evento de clausura del viaje presidencial.

En su publicación, la diplomática cubana escribió: “Mi Presidente bailando en la actividad de clausura de su excelente primera visita a las Naciones Unidas en Nueva York. Así nos gusta…… A lo cubano”.

Díaz-Canel concluyó así un viaje a New York iniciado el pasado domingo para participar en la Asamblea General de las Naciones Unidas.

En otro video grabado en la misma ocasión, se ve a Díaz-Canel tocando la tumbadora, acompañando al grupo del músico cubano Juan Guillermo Almeida (JG), ex miembro del grupo Gente de Zona e hijo del fallecido Comandante de la Revolución Juan Almeida Bosque.

Si en medio de la pista de baile se les vio a Díaz-Canel y a la primera dama cubana muy a gusto, en el papel de percusionista el entusiasmo del presidente se desbordó. Al final de la presentación, el mandatario agitó los brazos hacia los asistentes que le aplaudían y abrazó cálidamente a los músicos.

Un entusiasmo que contrasta con la acostumbrada expresión tensa con que se le suele ver en los actos oficiales en el isla.

Pero no fue esa la primera vez que el mandatario hizo sonar los cueros en la Gran Manzana. El mandatario cubano ya había sido grabado tocando el mismo instrumento en una comparecencia que hizo ante simpatizantes reunidos en la Iglesia Riverside de Harlem.

En esa ocasión, Díaz-Canel asistió acompañado del gobernante venezolano Nicolás Maduro y, según informó el periodista Mario Vallejo, profesionales de El Nuevo Herald, Telemundo y Univision que intentaban cubrir la comparecencia de ambos líderes fueron impedidos – a la vieja usanza de lo que ocurría bajo Fidel y Raúl Castro- de permanecer en el recinto.

Activistas opositores también tuvieron enfrentamientos con representantes cubanos en las calles neoyorquinas.

El presidente cubano sostuvo también un mediático encuentro con artistas, filántropos y promotores culturales estadounidenses en el edificio Dakota de Nueva York, invitado por el actor Robert De Niro y la directora del Festival de cine Tribeca, Jane Rosenthal.

Pero no todo fue pachanga. En su primer discurso en la ONU, el jefe de Estado cubano pidió el fin del embargo, lanzó duras críticas a la política exterior del presidente Trump y se salió en defensa de su principal aliado, el régimen de Caracas – un guión tomado del libro de los hermanos Castro.

Pero a pesar de que en la isla el inmovilismo y continuismo del régimen impuesto por los hermanos Castro hace ya 59 años marcan la gestión del flamante jefe de estado cubano, la imagen de modernidad que deja en Nueva York el actual mandatario contrasta con la de sus antecesores.

Díaz-Canel aprovechó también para reunirse con funcionarios cubanos en EEUU y sostuvo más de una veintena de citas con líderes políticos y sociales, así como con presidentes de varios países, entre ellos España y Argentina.

Fuera de la agenda diplomática, el mandatario cubano visitó en Nueva York la estatua de José Martí en el Central Park y el memorial a las víctimas del ataque terrorista del 11 de septiembre.