El optimismo le hace bien al corazón, no así la gratitud

Por Lisa Rapaport (Reuters Health) - Después de superar un infarto o una obstrucción grave de las arterias coronarias, los pacientes optimistas son más propensos a adoptar un estilo de vida saludable y son menos propensos a necesitar volver al hospital que el resto, según un estudio en Estados Unidos. El optimismo estuvo asociado con un 8 por ciento menos de riesgo de necesitar reinternaciones durante los seis meses posteriores a una complicación grave conocida como síndrome coronario agudo (SCA). Los pacientes con una mirada positiva de la vida también eran más activos durante el día. Pero la gratitud no influyó significativamente en la evolución en ese período clave de seis meses. "Es un tiempo de gran vulnerabilidad porque las tasas de reinternación y muerte son altas, de modo que es realmente importante comprender los factores que anticipan los mejores resultados", opinó el autor principal, doctor Jeff Huffman, investigador especializado en psiquiatría de la enfermedad cardíaca del Hospital General de Massachusetts y la Facultad de Medicina de Harvard en Boston. "Un SCA puede ser una divisor de aguas: los pacientes pueden hacer cambios importantes en la forma en que viven, como hacer más actividad, modificar la alimentación, dejar de fumar, o sentirse desalentados o desmoralizados y no hacer cambios", agregó. Su equipo estudió a 164 pacientes internados por un SCA entre el 2012 y el 2014; tenían 62 años, en promedio, y la mayoría era caucásico y varón. Para la mitad, era el primer SCA. A las dos semanas del alta, el equipo aplicó un cuestionario para evaluar el nivel de optimismo y gratitud. Además, les pidió a los pacientes que recordaran el nivel de actividad que tenían los días previos a la internación. A los seis meses, los autores estimaron la cantidad de reinternaciones y la cantidad de pasos diarios que registraban los monitores que utilizaron los pacientes. Con análisis de sangre, el equipo pudo determinar los signos de inflamación, un indicador de riesgo futuro de recaídas cardíacas. En los seis meses que duró el estudio, 35 pacientes (21 por ciento) fueron reinternados y 28 pacientes tuvieron que hacer una consulta de emergencia. Los optimistas eran un 8 por ciento menos propensos a volver al hospital por problemas cardíacos y tenían un 6 por ciento menos chances de tener que hacer una consulta por otros problemas. Los participantes dieron 5.150 pasos por día, aunque sus hábitos variaban ampliamente. De nuevo, los optimistas eran el grupo con mayor nivel de actividad física. Pero en los análisis de laboratorio para detectar las proteínas en sangre que indican inflamación, un factor de riesgo del SCA, el optimismo no pareció influir, según publica el equipo en Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes. Para Andrew Steptoe, investigador especializado en salud pública del University College de Londres, y que no participó del estudio, los resultados se suman a un cuerpo sólido de evidencia que sugiere que los factores psicológicos pueden modificar la evolución de los pacientes con infarto o angina inestable. FUENTE: Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes, online 8 de diciembre del 2015.