El oficialista Moreno se acerca al triunfo en las presidenciales de Ecuador

Por Alexandra Valencia QUITO (Reuters) - El candidato oficialista a la presidencia de Ecuador, Lenín Moreno, se acercaba lentamente el lunes a una victoria en primera vuelta conforme avanzaba el escrutinio, mientras que sus opositores llamaron a vigilar la transparencia del proceso de recuento de votos para evitar un fraude. Los ecuatorianos acudieron el domingo a las urnas para decidir entre la continuidad de un modelo socialista instaurado por el saliente mandatario Rafael Correa hace una década, o un cambio de timón que busque revitalizar la economía y acabar con la corrupción. Moreno, un administrador de 63 años que va en silla de ruedas, obtenía un 39,11 por ciento de los votos válidos frente al 28,27 por ciento del ex banquero opositor Guillermo Lasso, con el 87,5 por ciento de las actas escrutadas por el Consejo Nacional Electoral (CNE). Si ningún candidato obtiene la mayoría absoluta de los votos o, al menos, el 40 por ciento con una ventaja de 10 puntos porcentuales sobre su más cercano rival, se celebrará una segunda vuelta el 2 de abril. Moreno celebró la víspera el "triunfo" en primera vuelta, pero el lunes fue más cauto. "Sigue creciendo la tendencia para la candidatura y sigue bajando (Lasso)", dijo en declaraciones a la televisión pública. "Tenemos la previsión de que vamos a llegar al 40 (por ciento), pero si es que no llegamos, seguiremos dando lucha. Somos gente de lucha, de trabajo, así que no se preocupen ecuatorianos no permitiremos bajo ninguna circunstancia que otra vez un rico trate de ser presidente de la República", agregó. A pesar de tener la mayoría de los votos, el resultado representa un duro revés para el partido de gobierno, Alianza País, que, con Correa a la cabeza, arrasó en la primera vuelta de las últimas elecciones presidenciales en 2013, donde también participó Lasso, quedando segundo, pero muy rezagado. En Ecuador y varios países de América Latina la izquierda volvió al poder hace poco más de 10 años pero, a pesar de avances sociales, ha ido perdiendo apoyo en países como Brasil, Argentina y Perú por escándalos de corrupción y mala gestión económica. Los escándalos que salpican a funcionarios cercanos a Correa, en una trama de corrupción en la estatal Petroecuador y una red de sobornos de la brasileña Odebrecht, le restaron valiosos puntos a Moreno. ¿FRAUDE? El lento avance en el recuento de los votos y los reñidos resultados de los comicios multiplicaban la incertidumbre de los ecuatorianos, mientras que el resto de los siete candidatos presidenciales -todos opositores- pidieron a sus simpatizantes "cuidar los votos". "Estamos vigilantes del conteo de votos para evitar un fraude", dijo Lasso en una entrevista con un canal de televisión. "No vamos a permitir ninguna sapada, estamos controlando voto a voto y vamos a defender lo ganado". En Guayaquil, la mayor ciudad del país, se sucedieron incidentes entre agrupaciones políticas durante el conteo de las actas, lo que frenó en la madrugada el escrutinio oficial, según funcionarios electorales. Un grupo de simpatizantes de Lasso permaneció hasta la madrugada en las inmediaciones del ente electoral para pedir transparencia en el escrutinio oficial. Lasso, ex presidente del Banco Guayaquil, celebró desde la noche del domingo su paso a una segunda vuelta con Moreno y comenzó a llamar a los líderes de los partidos opositores para cerrar filas contra el oficialismo. Las ofertas electorales de Lasso, de mayor empleo, más inversión extranjera y menos impuestos han calado entre los ecuatorianos descontentos por el estilo confrontacional de Correa y el incremento del desempleo y el coste de vida. Moreno, ex vicepresidente de Correa entre 2007 y 2013, ha prometido continuar por la senda socialista, dando un mayor impulso a proyectos sociales y ayudando a sectores desposeídos, que le granjearon un vasto apoyo popular al saliente mandatario. El escrutinio también avanzaba con lentitud para los 137 miembros del parlamento, pero según encuestas previas, ninguno de los partidos lograría la mayoría, lo que dificultaría el accionar del próximo presidente que gobernará hasta 2021.