El “muro” de Macri: cuál será a partir de ahora la política migratoria de Argentina

El presidente argentino Mauricio Macri, endurecerá las políticas migratorias | Foto EFE
El presidente argentino Mauricio Macri, endurecerá las políticas migratorias | Foto EFE

El presidente argentino, Mauricio Macri, nunca puso su campaña en términos tan radicales como los de Donald Trump. Quizás sus ocho años de experiencia en la gestión pública, como gobernador de la Ciudad de Buenos Aires, le hayan enseñado que los extremos nunca ayudan a la hora de construir una imagen pública. Pero hubo un tema que puso en agenda cuando competía por el máximo cargo ejecutivo, y fue el del narcotráfico y el delito asociado a la inmigración. Por estas razones, Macri se tomó un año para tantear el terreno antes de tomar medidas. Medidas que ya empezaron y que tienen como caballito de batalla una propuesta que no es tan extrema como un muro, pero sí que es sensible: un documento para expulsar extranjeros.

Según trascendió a principios de esta semana, Macri ya tiene preparado el documento. En este sentido, fue el subdirector nacional de Migraciones, Julián Curi, quien había lanzado la primera piedra, al menos pública. “Hoy la emergencia es que tenemos un montón de ciudadanos (extranjeros) que han incumplido la ley y no los podemos expulsar. Queremos, respetando los derechos de esas personas, someterlos a procesos que establece la ley argentina, y que no estén más en nuestro país, si así correspondiera”, explicó.

Por esto el documento que el macrismo tiene entre manos apunta a revocar la residencia a los extranjeros condenados por “delitos por tráfico de armas, de personas, de estupefacientes o por lavado de dinero” aunque dicha decisión “no se encuentre firme”.

“Necesitamos saber quién es quién” ¿En qué consistiría este nuevo sistema?

“Por falta de acción no podemos permitir que el crimen siga eligiendo a la Argentina como un lugar para venir a delinquir. Necesitamos articular con los demás países para saber quién es quién. No podemos actuar después de que sucedió. Lo primero que tenemos que hacer es actuar preventivamente”, había dicho Macri en una conferencia de prensa. La idea es endurecer los controles y para esto se servirá de los Decretos de Necesidad y Urgencia (DNU), una modalidad de gobierno que permite saltear al Congreso de la Nación a la hora de tomar decisiones.

Hay que recordar la hipótesis de Macri. Hace un tiempo, el presidente argentino dijo que “por inacción, por incapacidad, o por negligencia, la Argentina se convirtió en un país atractivo para el crimen organizado y no tan organizado”. Esa es la idea que viene manejando: que el delito entra por la puerta de atrás en su país, entendiendo por puerta trasera: Paraguay, Bolivia, Brasil, Uruguay y Chile.

“Por falta de acción no podemos permitir que el crimen siga eligiendo a la Argentina como un lugar para venir a delinquir. Necesitamos articular con los demás países para saber quién es quién. No podemos actuar después de que sucedió”, agregó el presidente de Argentina.

Por esto, el decreto que prepara el Gobierno, y que según fuentes cercanas al Ejecutivo ya tiene listo, fijaría un “Procedimiento Migratorio Especial Sumarísimo” mediante el cual un extranjero tendría apenas 3 días hábiles de plazo para apelar su expulsión. Y subiría de cinco a ocho años el tiempo mínimo de espera de un extranjero expulsado para volver a Argentina.

Tomando como emblema el caso de Brian, un chico asesinado en el barrio de Flores (Ciudad de Buenos Aires), el Presidente apuntó este endurecimiento de los controles.

Pasos fronterizos y otras medidas

El endurecimiento de los controles pretende oficiar de un “muro” no físico para los extranjeros. Inversión en infraestructura en los pasos de frontera para tener más control; renovación digital y mejora de la conectividad para detectar antecedentes penales a tiempo, pedidos de captura de los ingresantes. Estas son algunas de las medidas que prepara el Gobierno.

Además se harán cuestionarios más estrictos a quienes quieran ingresar, y se aplicará una tarjeta de tránsito vecinal fronterizo. Todo esto contendrá el decreto que prepara Macri para endurecer la política migratoria. Lo que pretende hacer es, técnicamente, modificar la reglamentación de la ley de Migraciones para fortalecer las herramientas y mostrar “mayor eficacia”.

Por estas razones, el Gobierno de Macri decidió además interrumpir los así llamados operativos “Cinturón Sur” y “Centinela”, que venían del kirchnerismo, y consistían en un despliegue de gendarmes y prefectos en las zonas más complicadas del primer y segundo cordón del Conurbano -Provincia de Buenos Aires- y en el sur de la Ciudad de Buenos Aires. Esto sucede para trasladar efectivos a las zonas fronterizas y que haya más control.

Escollo constitucional

La estrategia de sacarlo por decreto responde a que, en rigor, es inconstitucional limitar el ingreso de extranjeros. Es cierto, no es lo que propone Macri, sino más bien un control más estricto. Pero el problema que esto trae aparejado es, entre otras cosas, el hecho de ir contra una cuestión que es fundamental en la Constitución argentina. Además, las distintas comunidades de inmigrantes en Argentina muy probablemente se expresen en contra.

Además, hay una cuestión que no se puede obviar: esto viene a rellenar el lugar común de que los extranjeros son delincuentes. Pone un estigma contra los vecinos de la Argentina, en tanto la medida los relaciona directamente con el delito.

Pero no menos cierto es que la Argentina tiene un serio problema con la así llamada “inseguridad”: hubo 233 casos en 2016. Más de 200 dolores de cabeza para el Presidente pero, sobre todo, para una gran cantidad de familias.

Por esto, en la Casa Rosada esperan que una gran parte de la población apoye las medidas. El tiempo les dará, o no, la razón.