El heroico rescate de una pequeña niña atacada por un puma en un camping en Idaho

Los ataques de pumas contra seres humanos son raros en Estados Unidos, con menos de una decena de casos fatales registrados desde la década de 1970. Y la acción salvadora de los miembros de una familia evitó que, en Idaho, una pequeña se sumara a la trágica estadística.

Como relata The Washington Post, la familia Butt estaba acampando el pasado 12 de agosto cerca de Green Canyon Hot Springs, en Idaho. Mientras cenaban, Kera, la madre, vio rápidamente lo que parecía ser un gran gato merodeando por el lugar. Sus familiares al parecer no le dieron mucha importancia y cuando cayó la noche todos se dedicaron a disfrutar del campamento.

Pero todo se alteró súbitamente cuando Kelsi, de 4 años de edad y que había salido de la tienda de campaña a donde se encontraba mientras su madre llevaba a otro de sus hijos a la letrina, fue súbitamente atacada por un puma. La pequeña gritó y otros niños, hermanas y primos, que estaban en las cercanías se percataron pronto de ello. Los adultos también reaccionaron y todos se precipitaron al lugar del incidente.

Un puma o león de montaña atacó el pasado fin de semana a una niña en Idaho. Ella se salvó del ataque, un caso raro pero factible en EEUU. (ABC)

El puma, como narra la televisora ABC, tenía sujeta a la niña con sus fauces, mordiéndola del torso y trataba de llevársela consigo. La imagen debió ser impactante pero la familia Butt actúo de inmediato, varias personas comenzaron a gritar y a perseguir al puma, quien al poco dejó ir a la niña y escapó.

La pequeña Kelsi, de acuerdo al portal East Idaho News, fue llevada de inmediato al hospital y, afortunadamente, no sufrió heridas de consideración, si bien fue lacerada en el torso y en el brazo por los dientes del animal. Ella está ya recibiendo vacunas contra la rabia y otras inyecciones, presumiblemente para prevenir infecciones, y su estado es bueno. La rápida reacción de la familia Butt evitó una tragedia.

Tras el incidente, Kelsi se ganó el apodo de ‘Princesa Puma’ luego de que, como narra su abuela en un blog, salió con fortuna del ataque de un puma que la triplicaba en peso y podría haberla matado en otras circunstancias.

Tras el incidente, un cazador local fue llamado y esa misma madrugada una puma hembra fue detectada por sabuesos de presa no muy lejos del campamento donde sucedió el ataque contra Kelsi. El gran felino fue entonces abatido por alguaciles del Condado de Madison.

Las heridas que recibió la pequeña Kelsi al ser atacada por un puma en Idaho. Ella se recupera. (Captura de video/ABC)

Queda ciertamente abierta la pregunta de si era necesario sacrificar al puma, pues si bien es cierto que la suerte de la niña Kelsi pudo haber sido diferente y terminado en tragedia, ella afortunadamente salvó la vida. Y aunque no se han dado detalles al respecto, es de suponer que tras haber sido identificado, el animal podría quizá haber escapado y puesto en peligro a más personas en el área, por tratarse de un sitio que es visitado con frecuencia por campistas. Pero quizá también hubiese sido posible capturar y retirar al puma del área sin necesitad de abatirlo.

Ese dilema, por el momento, no se ha explicado y la decisión de las autoridades fue la de sacrificar al puma.

De acuerdo a la televisora NBC, los encuentros con pumas son raros, pero no por ello inexistentes. Y expertos del Servicio Nacional de Parques sugieren que en caso de ver a uno de ellos se debe mantener la calma, no acercarse al puma ni correr para escapar de él, ni agacharse o encogerse. Además, si el animal parece agresivo las personas deben agitar sus brazos y abrir sus chaquetas para aparentar ser de mayor tamaño, además de hablar con voz fuerte. En caso necesario, señalan los expertos, si el animal avanza hacia la persona se debe arrojar piedras o ramas que estén al alcance y si no queda otra opción y está en riesgo la vida se debe luchar contra él con palos, chaquetas o los puños si es necesario y manteniéndose de pie y encarando al puma.

La rápida acción de la familia Butt cuando la niña Kelsi fue atacada es prueba de que una respuesta rápida ante un puma agresivo resulta crucial y puede ser la diferencia entre la vida y la muerte.

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