¿El descuido de Trump ante la crisis del misil norcoreano pone en peligro la seguridad de EEUU?

Aunque resulte sorprendente para muchos, Donald Trump podría aprender del ejemplo de Hillary Clinton. O, como dice el dicho, poner sus barbas a remojar.

El presidente estadounidense ha sido recientemente criticado por lo que habría sido un manejo demasiado informal, algunos creen que descuidado, de un asunto crítico de seguridad nacional mientras cenaba con Shinzo Abe, primer ministro de Japón, y otros invitados, y con gran cantidad de otros comensales a su alrededor, en un patio de su exclusivo club Mar-a-Lago, en Florida.

El primer ministro japonés Shinzo asistió a una cena con el presidente Donald Trump realizada en el patio del club Mar-a-Lago, propiedad de Trump. (AP)
El primer ministro japonés Shinzo asistió a una cena con el presidente Donald Trump realizada en el patio del club Mar-a-Lago, propiedad de Trump. (AP)

El pasado sábado 11 de febrero, Trump y Abe recibieron la noticia de que Corea del Norte había lanzado un misil en dirección a Japón. El cohete, de acuerdo a CNN, viajó unos 500 kilómetros y cayó en el mar, pero su lanzamiento ha sido visto como una amenazante prueba de la belicosidad del régimen norcoreano y de su creciente arsenal.

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Tras la noticia de ese lanzamiento y cuando aún estaban en la mesa de la cena, Trump y Abe, y sus respectivos equipos, entraron en una intensa actividad mientras, como narra The New York Times, computadoras portátiles y teléfonos celulares afloraron para desplegar datos y entablar comunicaciones. Todo ello fue fotografiado por Richard DeAgazio, uno de los socios del club Mar-a-Lago que estaba presente en el lugar, e imágenes de ese momento acabaron en su cuenta de Facebook. DeAgazio comentó en esa red social con fascinación cómo, ante sus ojos, se atendía la crisis del misil norcoreano.

El detalle es que no se trataba de inmortalizar un momento emotivo en una cena de boda o cumpleaños o una hazaña deportiva presenciada en un estadio, sino que fue una reacción gubernamental clave que fue desarrollada, dadas las circunstancias, a ojos de personas ajenas por completo al gobierno y a los protocolos de inteligencia y seguridad.

Por añadidura, como narra The Huffington Post, poco antes DeAgazio se tomó fotos (y las difundió también en su cuenta de Facebook) con un oficial que, se afirma, llevaba el portafolio con códigos nucleares que está siempre al alcance del presidente estadounidense.

Algunas voces consideran que, aunque tomadas de modo inocente, fotos como las de DeAgazio podrían proveer información y revelaciones que podrían ser usadas de modo negativo por fuerzas hostiles, una posibilidad que quizá no se cristalice pero cuyo mero riesgo volvía impropio todo el asunto.

Fotos publicadas en Facebook por Richard DaAgazio, socio de Mar-a-Lago, que muestran el momento en que Trump, Abe y sus colaboradores abordaban el tema del lanzamiento de un misil norcoreano. (Facebook)
Fotos publicadas en Facebook por Richard DaAgazio, socio de Mar-a-Lago, que muestran el momento en que Trump, Abe y sus colaboradores abordaban el tema del lanzamiento de un misil norcoreano. (Facebook)

La curiosidad de DeAgazio, empero, no fue el problema sino el hecho de que Trump haya realizado, así sea de modo parcial, actividades que estarían al margen del protocolo que indica que las comunicaciones y decisiones estratégicas de seguridad nacional deben tener lugar en un salón seguro con las características de confidencialidad apropiadas, un espacio conocido como SCIF.

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El patio en Mar-a-Lago no sería, ciertamente, el indicado pero el Times añade que el vocero de la Casa Blanca, Sean Spicer, dijo que ni Trump ni Abe revisaron material clasificado mientras estaban en el patio de ese club y que el presidente fue informado de datos sobre el misil de Corea del Norte en un lugar seguro y diferente dentro de esa misma propiedad.

Por lo publicado en esos medios no es claro si en Mar-a-Lago existe ya un área SCIF, pero se ha criticado que los mandatarios hayan permanecido en público mientras abordaban el asunto del misil en lugar de haberse retirado a un espacio más propicio.

Durante la pasada campaña electoral, uno de los escándalos que afectó más severamente a Hillary Clinton, y que fue uno de los factores que a la postre le costó la presidencia, fue el manejo de un servidor de e-mail privado durante su etapa al frente del Departamento de Estado del gobierno de Obama. En su reporte al respecto, el director del FBI calificó al uso de Clinton de ese servidor, y de la información que a través de él fluía, como “extremadamente descuidada”.

Aunque no halló delito en ello, ese calificativo fue usado severamente para atacar a Clinton durante la campaña y mostrarla como una persona incapaz de manejar apropiadamente información clave de seguridad nacional.

Richard DeAgazio publicó en Facebook fotos que se tomó con el oficial que, supuestamente, portaba en Mar-a-Lago los códigos nucleares para el uso del presidente Trump. (Facebook)
Richard DeAgazio publicó en Facebook fotos que se tomó con el oficial que, supuestamente, portaba en Mar-a-Lago los códigos nucleares para el uso del presidente Trump. (Facebook)

Así, se ha criticado que lo que sucedió en Mar-a-Lago también tiene una dosis de descuido y que en realidad no había necesidad de exponer al presidente ni a su mandatario invitado a posibles riesgos o fallas de seguridad.

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La cuenta de Facebook de DaAgazio habría sido ya borrada, pero las imágenes que captó dieron testimonio de lo ocurrido y desataron numerosas críticas e inquietudes. Ciertamente, una crisis de seguridad puede estallar en cualquier momento y muchas de modo impredecible. Por ello, lo ideal es que en todo momento el presidente y su entorno cuenten con las condiciones de seguridad y confidencialidad pertinentes para atender la situación. Si eso se dio o no en Mar-a-Lago está en el centro del debate, pero lo que es evidente es que la anécdota resultó poco propicia al respecto.

En tanto, la televisora ABC indicó que la Cámara de Representantes, de mayoría republicana, podría comenzar a indagar sobre este caso pues una carta formal del representante Jason Chaffetz al jefe de gabinete de Trump, Reince Priebus, fue enviada para preguntar si información clasificada fue manejada en un entorno que no era seguro y si se siguieron los protocolos de seguridad apropiados cuando Trump, Abe y sus asistentes abordaron el tema del misil norcoreano mientras estaban en la cena en el patio de Mar-a-Lago. Los demócratas han ido más lejos, y han pedido incluso que se establezca un panel de investigación independiente.

Sigue a Jesús Del Toro en Twitter: @JesusDelToro