El cuento moderno del lobo feroz: 'filántropos' venezolanos terminaron acusados de repartir más sobornos que Odebrecht

Del cielo al infierno. El presidente del canal Globovisión, Raúl Gorrín, fue galardonado con el premio Personalidad Iberoamericana del año 2016 por su trayectoria profesional y su aporte a causas sociales. En 2018, es acusado por lavado de dinero y sobornos multimillonarios. (Captura de pantalla raulgorrin.net)
Del cielo al infierno. El presidente del canal Globovisión, Raúl Gorrín, fue galardonado con el premio Personalidad Iberoamericana del año 2016 por su trayectoria profesional y su aporte a causas sociales. En 2018, es acusado por lavado de dinero y sobornos multimillonarios. (Captura de pantalla raulgorrin.net)

Los juicios contra venezolanos multimillonarios acusados en Estados Unidos de blanqueo de capitales y sobornos han desvelado una de las mayores tramas de corrupción del planeta.

Las cifras del dinero sucio venezolano son tan astronómicas que hacen palidecer los manejos ilícitos dirigidos por Marcelo Odebrecht para ganar licitaciones públicas para la construcción de grandes obras de ingeniería en América Latina.

Sólo en uno de los juicios, la fiscalía estadounidense aseguró que empresarios venezolanos pagaron sobornos por unos 1.000 millones de dólares, mientras que los pagos de Odebrecht a cambios de contratos en el caso Lava Jato ascendieron a unos 750 millones de dólares.

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Algunos analistas han señalado que si sumamos el dinero malversado sólo en los casos que ya entraron a juicio la suma llegaría a los 4.500 millones de dólares, que equivale a la mitad de las reservas internacionales de Venezuela en noviembre del 2018 y al presupuesto anual de defensa de Argentina.

Los procesos judiciales contra los empresarios podrían mostrar a penas la superficie de una enorme red de negocios ilegales que se alimentó de las industrias básicas como el petróleo, la electricidad y la siderurgia que apalancaban la economía del país.

Un informe divulgado por Transparencia Internacional aseguró que el aprovechamiento ilegítimo de los fondos públicos es uno los motivos que ha llevado a Venezuela a la ruina.

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Lo sorprendente es que los hombres acusados de saquear las arcas de un país que atraviesa una crisis económica que ha llevado más del 70 por ciento de la población a la pobreza son empresarios que se han empeñado en forjar una imagen pública de benefactores sociales.

Algunos de esos lobos feroces disfrazados de “filántropos”son:

Samark Lopez Bello

El economista egresado de la Universidad Central de Venezuela se describió en su página web como un hijo de educadores dedicado a dar dignidad al pueblo.

Criado como un católico devoto en el estado Delta Amacuro, una de las zonas más pobres del país, López Bello dice creer en una cultura de apoyo y servicio para las pequeñas comunidades, aunque esa posición “lo coloque a él y a sus empresas vulnerables a la crítica y hasta las calumnias de las fuerzas opositoras”.

Insistió en su página web que tiene la obligación de trabajar sin descanso por el desarrollo de las familias y el futuro de Venezuela.

Pero el Departamento del Tesoro de Estados Unidos lo identificó en 2017 como el principal testaferro del vicepresidente Tareck El Aissami, a quien acusan de ser un poderoso narcotraficante.

López Bello y El Aissami fueron incluidos en la llamada “Lista OFAC o Lista Clinton”, reservada para aquellos con vinculaciones con el tráfico de drogas.

El director general de la OEA, Luis Almagro, dijo que los bienes incautados en ese caso rondaban los 3.000 millones de dólares, más o menos la mitad del monto invertido por Venezuela para la importación de alimentos hace 6 años.

López Bello ha negado tener vínculos con el narcotráfico y sigue luchando por ser excluido de la lista negra porque asegura que las autoridades estadounidenses no tienen pruebas en su contra.

Raúl Gorrin Belisario

“Raúl Antonio Gorrín Belisario, abogado y empresario venezolano, nació en Caracas el 22 de noviembre de 1968, en el seno de una familia humilde, que lo inspiró para convertirse en un exitoso hombre de negocios e iniciativas sociales que le ha dado un lugar en la historia del empresariado venezolano contemporáneo”, dice sin falsas modestias su página web.

Allí explica que deseó estudiar aeronáutica al terminar su bachillerato pero desistió de la idea porque no tenía dinero para pagar la carrera. Estudió derecho mientras trabajaba en una tienda para costear la universidad.

La primera gran oportunidad de demostrar sus dotes de empresario la obtuvo en 2008, cuando se asoció con el banquero Juan Domingo Cordero y otros grupo de inversionistas para crear la empresa de Seguros La Vitalicia.

Los negocios fueron tan fructíferos que en 2013 volvió a reunirse con Cordero para la adquisición del canal de noticias Globovisión, que pasó de ser un canal con una línea editorial opositora a una “neutral” donde no tenían cabida las críticas al gobierno.

Durante ese período ayudó a construir canchas deportivas, patrocinó equipos de béisbol profesional y participó en distintas fundaciones sociales.

Pero en noviembre, el Departamento de Justicia de Estados Unidos acusó a Gorrín de blanqueo de capitales y sobornos por unos 1.000 millones de dólares.

El periodista de investigación Alek Boyd señaló que Gorrín se ha convertido en uno de los hombres más cercanos de de Cilia Flores, la esposa del presidente Nicolás Maduro.

“Cilia Flores sigue siendo, presumiblemente, la persona más poderosa de Venezuela. Esto le da a Gorrín un acceso sin precedentes a todos los niveles del poder en Venezuela. Fuentes señalan que Gorrín asiste a las reuniones de la junta directiva de PDVSA, donde se discuten potenciales acuerdos financieros y energéticos”, dijo Boyd en su página Infodio.

Los documentos de una corte del Estado de Florida señalan que Gorrín pagó sobornos a funcionarios de la Tesorería Nacional para cambiar divisas para el gobierno venezolano y quedarse con una ganancia “indebida”.

Según la acusación, Gorrín se asoció con otro abogado para comprar un banco en República Dominicana para “lavar dinero y pagar sobornos a funcionarios venezolanos”.

Alejandro Andrade

Otro ejemplo de un hombre humilde que se volvio millonario de la noche a la mañana es Alejandro Andrade, quien nació en la popular parroquia de Coche y se graduó en la Academía Militar de Caracas en 1987.

Su vinculación con el presidente Hugo Chávez comenzó antes del intento de golpe de Estado de 1992, donde participó junto a otros oficiales descontentos con el gobierno.

Chávez lo contrató como guardaespaldas privado durante la campaña electoral de 1998 y al ganar lo nombró su secretario privado, según Poderopedia.

A pesar de no tener estudios en economía y finanzas, Andrade ocupó cargos en la Tesorería de la Nación, fue presidente del Banco de Desarrollo Económico y Social (Bandes) y viceministro de Gestión Financiera.

El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, denunció en noviembre que el extesorero nacional Alejandro Andrade “vive en Estados Unidos dándose la ‘dolce vita’ (dulce vida) de una manera brutal, grotesca, repugnante” (AFP/Archivos | Federico PARRA)
El fiscal general de Venezuela, Tarek William Saab, denunció en noviembre que el extesorero nacional Alejandro Andrade “vive en Estados Unidos dándose la ‘dolce vita’ (dulce vida) de una manera brutal, grotesca, repugnante” (AFP/Archivos | Federico PARRA)

Se mudó a Estados Unidos cuando había hecho suficiente fortuna, donde ha dado rienda suelta a su afición por los caballos. Posee el establo Hollow Creek Farms en Carolina del Norte entre otras muchas otras propiedades.

Personas aficionadas a la equitación han alabado su generosidad al reparar instalaciones ecuestres e invitar a sus amigos cercanos a suntuosos viajes por el mundo.

La suerte le cambió en 2017 cuando el Departamento de Justicia lo acusó de conspirar para lavar dinero y recibir sobornos por 1.000 millones de dólares cuando era Tesorero, de la mano de Gorrín y otros acusados.

Andrade se declaró culpable de los cargos cuando se hizo público el juicio en espera de una pena reducida.