El consumo de papel higiénico en EEUU está acabando con los bosques del norte de Canadá
Una parte importante de los bosques centenarios del norte de Canadá se está yendo, literalmente, por el caño. Y eso sucede en gran medida en los baños y los drenajes de las ciudades estadounidenses.
Estados Unidos consume más papel higiénico que ningún otro país, en parte por la muy arraigada práctica de utilizarlo a enorme escala en sus cuartos de baño, lo que supone un consumo de recursos enorme.
Y en todo ello, más allá de sus beneficios o el confort que aporta el uso de ese papel cuando la persona hace sus necesidades, es indudable que la producción y consumo de ese producto implica la tala y el procesamiento de ingentes cantidades de árboles. Al grado que, como se comenta en Motherboard, la explotación de los bosques en la zona boreal de Canadá para obtener de ellos la materia prima del papel higiénico y similares está afectando de modo importante el ecosistema y a las comunidades indígenas de esas regiones canadienses.
De acuerdo al reporte ‘The Issue With Tissue’, subtitulado ‘cómo los estadounidenses están arrojando bosques por los toilets’, producido por la organización National Resources Defense Council (NRDC), la industria del papel higiénico y los pañuelos genera ganancias de 31,000 millones de dólares en Estados Unidos, país que consume el 20% de toda su producción. En consecuencia, la industria de explotación forestal en el norte de Canadá consume más de un millón de acres anuales, y aunque no todo ello es para producir papel higiénico, esa actividad es una parte importante y controversial, pues suena definitivamente distinto el aprovechamiento de madera para cuestiones duraderas (como la construcción de viviendas, muebles y demás) que el uso efímero que acaba en el toilet.
Y eso sin añadir las implicaciones del vertido de inmensas cantidades de ese papel en los drenajes y los sistemas de tratamiento de aguas residuales en Estados Unidos.
Al año, el estadounidense consume en promedio la enorme cantidad de 141 rollos de papel higiénico, la mayor a escala global. Le siguen los alemanes con 134 rollos y los británicos con 127. Esas tres naciones son las que más las consumen per cápita de lejos pues en Japón el promedio es 91 rollos anuales per cápita, en Francia 71 y en Brasil 38. Las razones de las diferencias son variadas, con componentes económicos y culturales incluidos, pero en todo caso en lo relacionado al consumo en sí, el uso de papel higiénico en tales cantidades impacta fuertemente a los bosques de donde se extrae la materia base de esa industria.
La afectación a los bosques, se indica en el citado reporte, se origina porque para producir el papel higiénico que prefieren los estadounidenses se recurre a una pulpa suave obtenida de coníferas como las piceas, altas y muy longevas. Eso genera el fenómeno conocido como “del árbol al toilet” que, cuando se produce a niveles muy amplios afecta severamente los bosques respectivos. Y ciertamente la imagen de que majestuosos bosques centenarios acaben vertidos en las cañerías a causa de un consumo desmesurado de papel higiénico es ciertamente punzante.
Según NRDC, muchos de los principales fabricantes de papel higiénico –como Georgia-Pacific, Kimberly-Clark y Procter & Gamble– prefieren consumir esas pulpas suaves y no otros productos o materiales reciclados. En cambio, una vía para mitigar el impacto de este proceso en los bosques es el uso de material reciclado en papel higiénico y pañuelos, como hacen empresas del sector como Green Forest y Natural Value. NRDC afirma que si las tres primeras empresas siguieran el camino de las dos segundas, se salvarían miles y miles de áreas boscosas, y se evitaría el daño a los ecosistemas y las cerca de 600 comunidades originarias que viven en esa zona de Canadá.
La NRDC llama por ello a frenar el uso de esas pulpas suaves y reemplazarla por material reciclado o alternativo.
Hey @Charmin & @ProcterGamble it’s time to stop using 100% virgin trees when recycled materials are far less harmful to our environment!
Join us in telling @Charmin to stop flushing away our forests. We’re halfway to our goal of 100k voices raised—act now!https://t.co/iDRRp2S5Fo
— NRDC 🌎 (@NRDC) February 27, 2019
Y dado que los bosques canadienses son vitales en la absorción de dióxido de carbono y la producción de oxígeno a escala planetaria, su merma tiene repercusiones que afectan a todos. Según el citado reporte, los bosques boreales canadienses remueven cada año de la atmósfera una cantidad de dióxido de carbono equivalente a las emisiones anuales de 24 millones de vehículos de pasajeros.
Para dar una guía al consumidor, NRDC ha dado una gradación de A a F para los productos del sector del papel higiénico y los pañuelos, donde tienen tienen A aquellos que utilizan en su producción material 100% reciclado y F los que utilizan pulpas directas de árboles. El grado de uso entre ambos materiales (o de fibras alternativas) se establece con los que tienen una calificación de B y D.
Por añadidura, el afán de los productores y el gusto de los consumidores porque esos papeles sean blancos implica el uso extensivo de cloro para darles esa característica, lo que genera deterioro adicional en el medio ambiente.
Así, la próxima vez que visite el toilet y necesite el notorio papel tendrá un tema más de reflexión. Y una selección del producto de su preferencia cuando acuda al supermercado.