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El calvario de una mujer a la que suplantaron la identidad para comprar un coche de segunda mano

Daihana Giraldo se encuentra acorralada por unas multas que no son suyas por culpa de la compra de un coche que alguien hizo usurpándole la identidad. Ni tiene carnet de conducir, ni estaba en España en el momento en el que se hizo la transacción comercial. Aún así, las notificaciones se agolpan en su buzón y ya la han embargado en dos ocasiones. El País ha contado la historia de esta peluquera que lleva más de un año luchando por demostrar que esa deuda no le corresponde pagarla a ella.

Alguien le robó su identidad para comprar un coche de segunda mano y le reclaman a ella el pago de las infracciones al volante. Lleva así más de un año. (Foto: Getty Images)
Alguien le robó su identidad para comprar un coche de segunda mano y le reclaman a ella el pago de las infracciones al volante. Lleva así más de un año. (Foto: Getty Images)

La investigación ha determinado que la compra del vehículo en cuestión se hizo por 300 euros en octubre de 2016, a una chica en Hospitalet que delegó en su padre y que quien lo comprase, falsificando la firma de Giraldo y usando su número de NIE, lo vendió después a una mujer en Majadahonda (Madrid) con quien no han dado, según relata El País. No se han encontrado pruebas suficientes para incriminar a nadie, aunque un juez dijo que veía indicios de un delito continuado de estafa, y el caso ha sido sobreseído.

De todos los datos y hechos enumerados en el párrafo anterior hay dos que ponen de manifiesto que Giraldo no es quien hizo la compra. Uno, y más llamativo, es que esta vecina de Alpedrete (localidad madrileña en la que reside actualmente) no estaba en España en el momento de la compra. Entre 2015 y 2017 vivió en Chile. El otro dato es que el documento que se usó para la transacción fue el NIE, sin valor porque entonces ya tenía DNI, lo que invalida el documento anterior, señala el citado medio.

Además, Giraldo no tiene carné de conducir, por lo que no puede ser la infractora a la que Hacienda acorrala una y otra vez para que pague las deudas a su nombre. Cuenta a El País que solo tiene 20 céntimos en su cuenta y que cuando tiene que hacer un pago domiciliado su ‘truco’ para que no se lo embarguen es hacer el ingreso el mismo día que le van a pasar el recibo. No le ha quedado más remedio que buscarse este tipo de artimañas para evitar que el dinero vuele de su cuenta como ocurrió con la ayuda por madre trabajadora.

La pidió, porque cumplía con todo los requisitos, pero nunca recibió esos 100 años que le corresponden a las madres que trabajan hasta que su hijo cumple los 3 años. Descubrió que se la habían embargado por las multas impagadas. Actualmente su nómina está retenida y solo le queda recurrir el sobreseimiento del caso y demostrar por la vía administrativa que aunque no se encuentre a quién reclamarle el pago de esas infracciones de tráfico lo que está claro es que no es a ella.

El El País señalan que su calvario comenzó en enero de 2018 con la reclamación del pago del impuesto de circulación. Ella pensó que era un error, acudió a informarse y le dijeron que, para evitar sanciones, lo mejor era pagar primero y reclamar después. Y eso hizo. Pero ese no ha sido el único recibo al que ha tenido que hacer frente.

Y mientras a ella la embargan y no cesan de llegarle notificaciones, nadie sabe quién suplantó su identidad para comprar un Volkswagen Golf de 2007 y matrícula 4327FPW que ella nunca ha visto en su vida.