Eglise Gutiérrez es Cecilia Valdés en exitosa producción de Tania Martí

Desde el principio de la función el domingo 27 de agosto, en el Miami-Dade County Auditorium, comencé a llorar. No se puede evitar el sentimiento de una cubana ante una obra tan icónica como la Cecilia Valdés del compositor cubano Gonzalo Roig, sobre la novela del mismo nombre subtitulada La loma del Angel (un barrio de La Habana), de Cirilo Villaverde. La novela, original del siglo XIX, invoca a la nacionalidad cubana de todas las etnias.

Fue una gran producción desde el principio. Ya nos asombró no poder parquear en el estacionamiento del teatro a las 4 de la tarde, aunque la función no comenzaba hasta las 4:30 p.m. El teatro estaba totalmente lleno, como en sus mejores tiempos. Las expectativas eran extraordinarias. De pronto, y muy a tiempo, se escuchó la voz de la productora Tania Martí presentando a la Doctora en Letras Aida Levitan, presidenta de ArtesMiami, una de las benefactoras de este maravilloso concierto, quien dio la bienvenida al público.

Gran cantante y actriz, Tania Martí ha sido arriesgada y valerosa produciendo este espectáculo, el éxito mayor de su carrera de empresaria, y que ha rivalizado con los mejores de su género. Su trayectoria ha sido larga y famosa en el mundo de la zarzuela y de las canciones españolas, que en Miami dependían mucho de las presentaciones de Pro Arte Grateli (creada en 1967), con cuya empresa colaboró ella grandemente. Pero poco a poco Grateli fue desapareciendo.

Tania Martí comenzó Martí Productions, en 2007, con espectáculos hispanos y supo escoger el elenco para cada espectáculo, y mantener el tempo y el interés. Esta vez la superestrella escogida se convirtió en Cecilia Valdés y Cecilia Valdés se transformó en Eglise Gutiérrez.

La primera vez que ella cantó e interpretó ese papel, Marta Pérez me confesó “Le dejo mi Cecilia en legado a Eglise, ella es la nueva Cecilia”, porque Marta Pérez era la Cecilia en Cuba, en Miami, en Nueva York, en Washington, en todas partes. Fue la primera que grabó un disco de la zarzuela, que había sido estrenada en La Habana en 1932.

En aquel tiempo, Eglise ni siquiera había estudiado aún con Manny Pérez -que estaba allí en primera fila del teatro el domingo-, el maestro que le descubrió su talento de soprano de coloratura, ni en la escuela de Filadelfia AVA [Academy of Vocal Arts] ni en el mundo entero, en grandes óperas.

Cuando Eglise empezó en Pro Arte Grateli “Lo primerito que hice fue cantar en el coro de la zarzuela ‘Luisa Fernanda’, porque Mercy Ferrer [autora de ‘Gracias Señor’] me conectó con Pili de la Rosa y también me llevaba a cantar en las iglesias”, me confesó para un artículo en 2013. “En Cuba jamás canté una ‘Cecilia Valdés’, pero aquí, mi primera ‘Cecilia’ la canté cuando era muy jovencita, con Grateli. Jesús [Rúspoli, pianista que ensayaba a los principales en Grateli] me dijo ‘mi hija, tú no eres para el coro’. Marta Pérez dijo también ‘esta niña no es de coro’, y me ayudó”, relató Eglise. “Nunca olvidaré a esa gente”.

Esa fue la gran visión de Marta Pérez, y Eglise cumplió con ella este domingo, y con Gonzalo Roig. Qué maravillosa voz le dio a la bella mulata cubana, qué actuación tan emocionante, qué confiada interpretación. Su salida estuvo llena de alegría en la “Salida” y de tristeza en la “Canción de Cuna”, al final. Sus trajes fueron espectaculares, como lo fueron las variadas escenas que se proyectaron en el foro del escenario: la de la Iglesia del Ángel, porque en esa barriada de La Loma del Ángel es que transcurre la novela de Villaverde. Y de la Catedral de La Habana, para la boda de su rival. Una videografía en el foro armada por Gabriel Cutiño, que nos hizo recordar a Cuba.

La directora musical Marlene Urbay y el personaje Paut William como Cirilo.
La directora musical Marlene Urbay y el personaje Paut William como Cirilo.

De modo excepcional, dos actores encarnaron a Cirilo Villaverde (Paut William) y a Gonzalo Roig (Jesús Brañas) para explicar la trama de la zarzuela, que no se escenificó. Y ambos interpretaron aptamente un trasfondo narrativo para los números musicales. El autor de este diálogo fue el director artístico Manny Albelo, que algunos aplaudieron agradecidos, y otros, conocedores de la historia, consideraron excesivos. Opino que fue necesario, y que su dirección general quedó impecable.

Por ejemplo, se explica que el bachiller Leonardo Gamboa seduce a Cecilia, sin saber que es hija bastarda de su padre, que también sedujo a la madre de ella. Es el conflicto central de la obra entre la sociedad de la “sacarocracia” y la esclavitud de la que esta dependía para sus ganancias, su poder y a veces injustas violaciones de las mujeres.

Eglise Gutiérrez y Peter Alexander Rivera en el gran dúo de Cecilia y Leonardo, “El corazón sabe mentir”.
Eglise Gutiérrez y Peter Alexander Rivera en el gran dúo de Cecilia y Leonardo, “El corazón sabe mentir”.

El tenor puertorriqueño Peter Alexander Rivera hace este papel de galán con brillante voz de tenor y apuesta actitud de hombre rico, “paluchero”, pretencioso, pero a la vez encantador. Abandona, por supuesto, a Cecilia que le da una hija, para casarse con Isabel Ilincheta, blanca y rica, hija de un cafetalero, muy bella y puramente diseñada y vestida de azul cielo, la soprano cubana Laura de Mare, cantando su amor por las flores, aunque duda de su pretendiente. Con él hace un armonioso dúo en el Cafetal, “Eres mi sueño”.

Cecilia Valdés (Eglise Gutiérrez) llena de tristeza abraza el cadáver de Leonardo Gamboa (Peter Alexander Rivera) el día de su boda con Isabel, apuntando al asesino José Dolores Pimienta (Armando Naranjo).
Cecilia Valdés (Eglise Gutiérrez) llena de tristeza abraza el cadáver de Leonardo Gamboa (Peter Alexander Rivera) el día de su boda con Isabel, apuntando al asesino José Dolores Pimienta (Armando Naranjo).

Un personaje se entrelaza en esta trama de modo importante, José Dolores Pimienta, el músico mestizo, locamente enamorado de Cecilia, pero sin esperanzas, interpretado por el barítono cubano de profunda voz Armando Naranjo, en un canto precioso, “Dulce quimera”, quien a su vez se presta al final a realizar la última venganza, asesinando al traicionero galán el día de su boda.

Tania Martí hace de Dolores Santa Cruz.
Tania Martí hace de Dolores Santa Cruz.

Aparece desde el principio Dolores Santa Cruz, personaje emblemático de negra liberta, que Tania Martí ha hecho famoso tradicionalmente, con su poderosa voz y sus peculiares movimientos y sonidos del bastón. Su importancia es destacar la injusticia de haber sido desposeída por los blancos, que ella denuncia: “… Le robaron toitico cuanto tenga”.

El elenco en la última escena de la zarzuela cubana 'Cecilia Valdés.
El elenco en la última escena de la zarzuela cubana 'Cecilia Valdés.

El coro, dirigido por Greisel Domínguez, estuvo muy bien acoplado y a cargo de varios números, los que definen el ambiente de la clase blanca como “La marcha de los estudiantes”, acompañando a Leonardo, y los que definen el de la clase negra. Porque el mundo de Cecilia como mestiza cubana está rodeado de todo tipo de personajes, y se recrea con los bailes de los esclavos negros imitando bailes de santería en algunas fiestas. Además, los movimientos de los trabajadores esclavos, al son del “Lamento del Esclavo”, entonado con sentimiento por el tenor Eduardo Sallés, que recuerda a su amor que en Guinea dejó, mientras que le corean: “En el cafetá no quiero oír / como suena el cuero del mayorá”. Y fue impresionante el desempeño artístico de “Etanilá”, bellísimo y memorable tango congo de Dolorita, que fue hábilmente cantado y bailado por Grethel Ortiz.

El “Lamento del Esclavo”, por Eduardo Salles.
El “Lamento del Esclavo”, por Eduardo Salles.

El mundo de los blancos lo define al final una danza derivada de la contradanza francesa, de la cual más tarde surgiría el danzón, baile nacional cubano, que se vio perfectamente en la coreografía original del cuadrado que forman los pies de los bailarines.

Estas coreografías, realistas y estilizadas a la vez, estuvieron bajo la exquisita coordinación de Marisol Blanco, directora de Sikan AfroCuban Dance Company.

La directora musical de Florida Chamber Orchestra, Marlene Urbay.
La directora musical de Florida Chamber Orchestra, Marlene Urbay.

Todo quedó enmarcado con la admirable ejecución de Marlene Urbay, directora musical de la obra, y de la Orquesta de Cámara de la Florida que fundó en 1995, y que en esta ocasión interpretó una partitura adaptada de la zarzuela.

El público no cesó de aplaudir tras cada número musical. A la salida del teatro proponían los asistentes que se volviera a representar, o que se formara un patronato, para seguir viendo espectáculos de esta calidad. En resumen, ha sido más que un éxito, ha sido un acontecimiento histórico en esta ciudad.

La soprano cubana Laura de Mare, Isabel Ilincheta, cantando su amor por las flores, aunque duda de su pretendiente.
La soprano cubana Laura de Mare, Isabel Ilincheta, cantando su amor por las flores, aunque duda de su pretendiente.
Eglise Gutiérrez le dio una maravillosa voz a la bella mulata cubana.
Eglise Gutiérrez le dio una maravillosa voz a la bella mulata cubana.