El otro efecto de “La sociedad de la nieve”: en Mendoza, ya es furor el interés en una propuesta turística

El Valle de las Lágrimas, en Malargüe
El Valle de las Lágrimas, en Malargüe - Créditos: @Gentileza Miguel Merlo

MENDOZA.- La nueva versión cinematográfica de la tragedia de los Andes reavivó el interés por conocer a fondo, sobre el terreno, lo que esconde la montaña mendocina, en el límite con Chile, a tono con el impacto y la crudeza de las imágenes y el relato de los sobrevivientes plasmados en el film. Así, La sociedad de la nieve, la película española que ya hace historia en niveles globales de audiencia y que podría alzarse con el Oscar al mejor film extranjero, motiva cada vez más a mendocinos y turistas de todo el mundo a emprender una visita al Valle de las Lágrimas, en Malargüe, en el sur provincial, el sitio donde cayó el avión Fairchild que transportaba a los jugadores de rugby uruguayos en octubre de 1972.

En el sitio donde cayó el avión
En el sitio donde cayó el avión - Créditos: @Gentileza Miguel Merlo

Desde el Ente Mendoza Turismo (Emetur) indicaron a este medio que lo recomendable para vivir la experiencia en calidad y seguridad es contratar a una empresa que realice la travesía, más allá de abonar la entrada para acceder al lugar. En este sentido, en el sitio web del organismo, figuran las firmas registradas para poder operar.

Así, dependiendo del tipo y calidad del servicio prestado, las excursiones tienen un precio que va de los 100 a los 600 dólares, además del costo fijo de 35 dólares para acceder al sitio. El recorrido dura al menos tres jornadas, por lo que es fundamental la hidratación, la alimentación, el descanso y el uso de ropa y calzado adecuado.

PUBLICIDAD

Vale aclarar que la expedición está abierta para todas las personas mayores de 12 años, sin la necesidad de contar con un estado físico de alta exigencia. Por su parte, hay cada vez más extranjeros que empiezan a mirar con buenos ojos emprender un viaje hacia este lugar. Hay consultas de uruguayos, brasileños, chilenos y europeos, según contaron a este medio diversas firmas que brindan el servicio desde los meses de noviembre hasta marzo.

El Valle de las Lágrimas se encuentra en una propiedad privada, perteneciente a Las Leñas, a más de 3600 metros sobre el nivel del mar, un sitio rodeado por glaciares en la inmensidad de la Cordillera de los Andes, ubicado a 100 kilómetros del centro de la comuna. En tanto, a 20 kilómetros del lugar del accidente aéreo se encuentra el abandonado Hotel Termas El Sosneado.

Expectativas

Han aumentado mucho las consultas. En los últimos días se han triplicado. De todas maneras, este aumento de interés aún no se ha reflejado en ventas. Los prestadores esperan que haya conversión de prospectos a ventas, en las próximas semanas, pero aún no sucede”, indicó a LA NACION Marcelo Reynoso, director de Calidad y Servicios Turísticos del Emetur.

El estreno del film de Juan Antonio Bayona, que se puede ver por la plataforma Netflix, superó ya las más de 50 millones de visualizaciones y despertó la inquietud por viajar hasta el paraje, al borde de Chile. Es más, en las sitios virtuales, el Valle de las Lágrimas está entre los destinos más buscados de la región, al menos para saber dónde queda.

PUBLICIDAD

Ya en el lugar, donde se realiza una suerte de homenaje y reflexión sobre lo vivido en la tragedia de los Andes, se pueden observar cruces, placas y objetos que evidencian lo ocurrido. Además, se registran algunas partes del avión estrellado, aunque el fuselaje de la nave quedó bajo el glaciar, por lo que no es posible divisarlo.

Con anticipación

En diálogo con LA NACION, desde el Complejo Las Leñas, pusieron en valor las actividades que se realizan en la zona y confirmaron que es creciente la demanda de visitantes para acceder al sitio. Fernando Passano, gerente de actividades de montaña del Valle de Las Leñas, contó lo que se vive por estas horas, tras el éxito mundial del film. “Definitivamente, aumentó muchísimo la cantidad de consultas de gente que después de ver la película se siente incentivada a conocer el lugar. Lo que ocurre es que no es una expedición que se compra de un día para el otro; se hace con bastante anticipación, pero es impresionante el interés en visitar el lugar”, señaló Passano, que comentó que hay varias empresas que brindan el servicio, el cual está supervisado por Las Leñas.

El principal ingreso al Valle de Las Lágrimas comienza a través de la localidad malargüina de El Sosneado. Desde este sitio se realizan 70 kilómetros por una ruta interna hasta llegar a las márgenes del río Atuel. Así, una vez frente a las aguas de este afluente del Desaguadero comienza la esperada expedición, que tiene una duración promedio de tres días.

El momento del rescate
El momento del rescate - Créditos: @El País UY

Normalmente, el trayecto se hace a caballo y dura un día hasta llegar al campamento El Barroso, donde los turistas pasan la noche. Al día siguiente, continúan la travesía hasta arribar al sitio donde se precipitó la aeronave uruguaya. Tras pasar buena parte de la jornada en las laderas de la montaña, se emprende el regreso hasta El Barroso, donde los excursionistas se quedan a dormir, para el otro día volver al punto de inicio de la aventura.

PUBLICIDAD

Todo el viaje se realiza con guías especialistas, quienes se encargan del servicio en los campamentos, además de contar con arrieros y caballos para los cruces y subidas más complejas, por lo que las empresas están preparadas para enfrentar cualquier emergencia.

“Hemos llevado varias veces a sobrevivientes y familiares, además de turistas. Vienen un montón de empresas que usan el campamento, donde tienen acceso a mesas, sillas, carpas, cocinas y sanitarios. Además, contamos con comunicación satelital frente a cualquier urgencia. En los últimos días, las consultas han explotado. Ayer bajé de una expedición, y tenía más de 200 mensajes preguntando por la travesía”, contó a LA NACION, Miguel Merlo, dueño de Senderos, la firma que tiene la concesión del campamento desde hace 23 años, además de un parador sobre la ruta, en el inicio del periplo, en el Sosneado, donde quedan los vehículos.

Con la película se despertó todo. De hecho, el año pasado fue atípico, con mucha nieve, por lo que nos recuerda a todo lo que vivieron en esa fecha los pasajeros uruguayos del avión. De hecho, en diciembre seguía habiendo mucha nieve, y las expediciones recién las estamos empezando ahora”, cerró Merlo, poniendo en valor cada minuto de los 72 días que soportaron los sobrevivientes del vuelo 571 de la Fuerza Aérea Uruguaya, en medio de la intemperie, ante la inmensidad de los Andes.