EEUU teme que el miedo al ébola complique la temporada de la gripe

Por Bill Berkrot y Yasmeen Abutaleb NUEVA YORK (Reuters) - Una mujer joven con dolor abdominal y náuseas que había viajado a África llegó a un hospital de Long Island con miedo de haber contraído el ébola. No tenía el virus, pero el test de embarazo dio positivo. La mujer había estado en Sudáfrica, a más de 5.400 kilómetros de los países de África occidental afectados por el peor brote de ébola conocido, y el viaje había acabado seis semanas antes, es decir, dos veces el periodo de incubación de la infección por ébola. "Es una muestra de que tenemos que prepararnos para el pánico", dice el doctor Bruce Hirsch, especialista de enfermedades infecciosas del hospital North Shore University en Manhasset, Nueva York. "Hay mucha ansiedad y la respuesta a la ansiedad es información y formación". El temor de la mujer es un ejemplo del pánico que se ha extendido por el país desde que el viajero liberiano Thomas Eric Duncan fuera la primera persona diagnostica con ébola en Estados Unidos el 30 de septiembre. Dos de las enfermeras que le trataron en Dallas (Texas) han enfermado con el virus, y hay cientos de contactos -indirectos e indirectos- en observación. Ya se han registrado decenas de falsas alarmas por ébola en hospitales, aunque el virus se contagia por el contacto directo con fluidos de una personas infectada y no se transmite por el aire. Con la temporada anual de gripe a la vuelta de la esquina, los hospitales y los médicos se preparan para la posibilidades de que las salas de emergencia se vean desbordadas por pacientes que teman tener el ébola cuando en realidad están pasando la gripe, que puede tener síntomas similares en las primeras fases, como fiebre y dolores musculares. El miedo a menudo ofusca el sentido común, pese a que a la gente debería preocuparle más la gripe teniendo en cuenta el número de víctimas que se cobra cada año, según los médicos. "Actualmente tienes más posibilidades de morir si no te has vacunado de la gripe", dijo Sampson Davis, médico de emergencias en el Meadowlands Hospital Center de Secaucus, Nueva Jersey. La gravedad de la temporada de gripe, que varía según el año, y la posibilidad de que haya más casos de ébola en Estados Unidos serán clave para comprobar si los hospitales cuentan con los recursos necesarios. "Creo que habrá un incremento del número de personas que quieren que les hagan un análisis por el factor del miedo, sobre todo si se dan más casos de ébola", dijo Davis. La temporada de la gripe comienza en noviembre y alcanza su pico en enero o febrero. Más de 200.000 personas son hospitalizadas de media por complicaciones con la gripe cada año, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de EEUU. Las muertes por gripe en Estados Unidos han oscilado entre las 3.000 y las 49.000 por año.