General: Seguridad de EEUU comienza en Latinoamérica
WASHINGTON (AP) — Al general nominado por Donald Trump para encabezar el Departamento de Seguridad Nacional le gusta la idea de un muro como medida de seguridad en la frontera con México, pero reconoció que la seguridad fronteriza debe enfrentarse de raíz.
Durante una audiencia de confirmación celebrada el martes ante miembros de la Comisión de Seguridad Nacional y Asuntos Gubernamentales del Senado, el general retirado de la Infantería de Marina, John Kelly dijo que "la seguridad de las fronteras inicia 2.400 kilómetros (1.500 millas) al sur del Río Bravo (Grande), en las selvas de Latinoamérica"
Kelly señaló que Estados Unidos debería hacer más por frenar la demanda de drogas en Estados Unidos y ayudar a combatir la violencia en tres países de Centroamérica, cuyos residentes han estado huyendo hacia Estados Unidos en los últimos años.
Sin embargo, defendió la postura de Trump de un muro en la frontera con México y resaltó que dichos esfuerzos deben ser complementados de manera casi obligada con mayor presencia tecnológica y humana.
"Una barrera física, por sí sola, no hará el trabajo", dijo Kelly. "Ciertamente debe ser una estrategia en capas".
El general, quien suele ser muy directo con las palabras, caminó por una delgada línea con sus respuestas a varias preguntas sobre como el Departamento de Seguridad Nacional de Trump realizará sus distintas misiones, en específico los esfuerzos por encontrar y deportar a los inmigrantes que viven ilegalmente en el país. Mantuvo un balance entre defender las radicales posturas migratorias y de seguridad fronteriza de Trump, y las visiones más moderadas de algunos senadores, especialmente demócratas.
Cuestionado sobre el futuro de los jóvenes inmigrantes protegidos de la deportación por el presidente Barack Obama, Kelly le dijo a la senadora demócrata de California, Kamala Harris, que "la ley lo guiará" en cada decisión que tome en caso de que se le confirme en el cargo.
Afirmó que no prevé que las autoridades migratorias se enfoquen en los jóvenes inmigrantes que viven ilegalmente en el país, y que han quedado protegidos de manera temporal de ser deportados.
"Existe un enorme espectro de personas con las que necesitamos lidiar", aseguró Kelly. "Esas categorías serán jerarquizadas. Me imagino que dicha categoría no entraría en la máxima prioridad de retiro del país".
Kelly también dijo que aparentemente la agencia no tiene una manera particularmente eficiente de rastrear a los visitantes que han sobrepasado el tiempo de permanencia indicado por sus visas, y sugirió que sería apropiado "enviar a alguien a sus casas y preguntarles por qué no han dejado el país".
La confirmación de Kelly está prácticamente asegurada —una realidad que expresaron el martes los senadores republicanos y demócratas_; sin embargo, los miembros de la comisión lo presionaron el martes a especificar sus posturas sobre el ejercicio de las leyes migratorias, la seguridad fronteriza y algunas de las propuestas más controversiales de Trump, incluyendo la posibilidad de un sistema de registro para inmigrantes musulmanes.
Kelly es uno de varios generales en retiro que han sido nominados para altos puestos en el gobierno de Trump. Eso ha generado preocupación sobre una exagerada influencia militar en su administración, que debilitaría la tradición estadounidense de un control civil de gobierno.
Pero Kelly es altamente respetado tanto por republicanos como por demócratas. Como exjefe del Comando Militar del Sur, con sede en el sur de Florida, trabajó de manera rutinaria de manera conjunta con el Departamento de Seguridad Nacional para combatir el tráfico de personas y el contrabando de drogas.