EEUU y Japón fustigan la cooperación militar de Rusia con China y Corea del Norte

Estados Unidos y Japón condenaron el domingo la cooperación militar de Rusia con China y Corea del Norte y denunciaron las "acciones desestabilizadoras" de Pekín, especialmente en el mar de China Meridional, en un encuentro entre los ministros de Defensa y de Relaciones Exteriores de ambos países en Tokio.

La reunión también sirvió para anunciar un fortalecimiento de sus lazos militares y de defensa, que incluye una nueva estructura de mando estadounidense en Japón para favorecer acciones comunes, una decisión calificada de "histórica" por Estados Unidos.

Washington y Tokio "destacaron con preocupación la cooperación estratégica creciente y provocadora de Rusia" con China, citando las maniobras militares conjuntas cerca de Japón.

También denunciaron el supuesto apoyo de Pekín a Moscú en su guerra con Ucrania, según una declaración conjunta difundida desde la capital japonesa.

En referencia a Pyongyang, los ministros "condenaron con firmeza la intensificación de la cooperación entre Rusia y Corea del Norte", como la adquisición por parte de Moscú de misiles balísticos y otros materiales en el hermético país, para ser utilizados en Ucrania.

Los ministros estadounidenses y japoneses "reiteraron sus fuertes objeciones a las reivindicaciones marítimas ilegales de China, a la militarización de los territorios reivindicados y a las actividades amenazadoras y provocadoras en el mar de China Meridional", añadió la declaración conjunta.

En una conferencia de prensa, el Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken aseguró que "nuestra alianza, las otras alianzas en las que estamos comprometidos, todas y cada una de ellas son de naturaleza defensiva".

En el mismo sentido el ministro de Defensa de Estados Unidos, Lloyd Austin, aseguró que esta alianzas "nunca han sido y nunca serán ofensivas pero desafortunadamente estas amenazas fortalecen nuestras alianzas y nuestras asociaciones".

Estados Unidos Japón creen que China ambiciona "remodelar el orden internacional para su propio beneficio", lo que supone "un gran desafío estratégico" en la región Asia-Pacífico.

Ambos países expresaron también su preocupación por "la expansión rápida y constante del arsenal nuclear de China, que prosigue sin ninguna transparencia sobre sus intenciones y que China se niega a reconocer, a pesar de las pruebas de dominio público".

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