EEUU enfrenta problemas en Oriente Medio, con menos aliados y menos influencia

Por Arshad Mohammed WASHINGTON (Reuters) - El fracaso de Estados Unidos a la hora de lograr un cese del fuego firme en la Franja de Gaza, a pesar de dos semanas de intensa diplomacia, refleja la nueva dinámica regional en la que el actor más poderoso del mundo tiene una influencia reducida y menos aliados. Cuando el Secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, salió de Washington el 21 de julio en una misión para intentar detener la más reciente guerra entre Israel y el grupo militante palestino Hamas, más de 400 civiles había muerto, en su mayoría civiles, junto con 20 israelíes, 18 de ellos soldados. Casi dos semanas después, luego de una exhaustiva campaña de diplomacia en El Cairo, Jerusalén, Ramallah, Tel Aviv y París y decenas de llamados telefónicos, la cifra de muertos se ha triplicado, dos ceses del fuego han fracasado y la violencia continúa. Israel declaró el viernes terminado un cese del fuego de 72 horas en Gaza, poco tiempo después de que entró en vigor, diciendo que milicianos de Hamas violaron la tregua poco después de su inicio y aparentemente capturaron a un soldados israelí y mataron a otros dos. Los renovados ataques de artillería de Israel provocaron la muerte de al menos 70 palestinos y dejaron al menos unos 220 heridos, dijeron funcionarios médicos, y el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, advirtió a Hamas y a otros grupos milicianos que deberán "aceptar las consecuencias de sus acciones". Más allá de animadversión entre ambas partes, ninguna de las cuales parece cerca de lograr sus objetivos, la campaña diplomática de Washington se ha vuelto más compleja por la erosión de su posición en Oriente Medio. Entre otros factores que contribuyen se incluyen las tensiones entre los grandes actores árabes, quienes ven al conflicto como una guerra de poder contra Hamas y sus aliados islamistas, algo de torpeza en la diplomacia estadounidense, como los momentos inoportunos que escoge, y las tensiones entre Estados Unidos e Israel. MENOR INFLUENCIA "No hay duda de que la influencia de Estados Unidos ha disminuido" en el mundo árabe, dijo Daniel Kurtzer, ex embajador de Washington en Israel y Egipto, ahora profesor de la Universidad de Princeton. La credibilidad de Estados Unidos también ha sido debilitada por su reticencia a intervenir en la guerra civil en Siria; por el intento de Kerry de lograr un diálogo de paz más amplio entre israelíes y palestinos, que fracasó en abril; y por la inestabilidad en Irak, a pesar de una década de enorme intervención de Washington. Las negociaciones nucleares de Estados Unidos con Irán también han avivado los temores de un nuevo acercamiento entre Teherán y Washington. "Eso no comunica la idea de que Estados Unidos comprende totalmente las complejidades de la región", dijo Kurtzer, sugiriendo que la percepción que ha comenzado a predominar en algunos países en la región es que pueden desafiar a Washington sin pagar un precio. En un hecho elocuente, y una notable violación de protocolo, Kerry y sus principales colaboradores fueron brevemente examinados con un equipo de detección de metales cuando llegaron a una reunión con el presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, en El Cairo el 22 de julio. En Israel, reportes de prensa hostiles, aparentemente fomentados por funcionarios israelíes, atacaron duramente al secretario de Estado de Estados Unidos cuando dejó la región. "John Kerry es una vergüenza constante, con las características de una bola de nieve. Mientras más rueda, más grande es la vergüenza", dijo el columnista Ben Caspit, de tendencia de centro, en el diario israelí Ma’ariv. Varios analistas dijeron que ningún bando parecía listo para detener la lucha cuando Kerry inició su campaña diplomática, lo que sugiere que el momento fue mal elegido. Ahora no está claro cuándo, o si Kerry volverá a la región. El presidente Barack Obama defendió a Kerry el viernes, incluso mientras se burlaba de la idea de que Estados Unidos ha perdido influencia o puede resolver todos los problemas. "Aparentemente, la gente ha olvidado que Estados Unidos, como el país más poderoso de la Tierra, aún no controla todo en el mundo", dijo a periodistas. "Nuestros esfuerzos diplomáticos suelen tomar tiempo. Ellos suelen lograr avances y luego retrocesos", añadió. "Esa es la naturaleza de los asuntos mundiales. No son ordenados ni son simples", afirmó. (Reporte de Arshad Mohammed en Washington; Reporte adicional de Crispian Balmer, Jeffrey Heller y Maayan Lubell en Jerusalén, Nidal al-Mughrabi en Gaza, Yasmin Saleh en El Cairo y Amena Bakr en Doha; Editado en Español por Ricardo Figueroa)