EEUU y China compiten por proteger los secretos de los computadores cuánticos

QUANTUM EEUU-CHINA

Por David Lague

14 dic (Reuters) - En febrero, una empresa canadiense de ciberseguridad hizo un pronóstico ominoso al Departamento de Defensa de Estados Unidos. El equipo de Quantum Defen5e (QD5) advirtió de que los secretos de Estados Unidos -en realidad, los de todo el mundo- corren peligro de ser descubiertos.

El vicepresidente ejecutivo de QD5, Tilo Kunz, dijo a los responsables de la Agencia de Sistemas de Información de Defensa que, posiblemente en 2025, el mundo llegaría a lo que se ha dado en llamar "el día Q", cuando los computadores cuánticos hagan inútiles los métodos de cifrado actuales.

Máquinas mucho más potentes que los supercomputadores más rápidos de la actualidad serían capaces de descifrar los códigos que protegen prácticamente todas las comunicaciones modernas, explicó a la agencia, encargada de salvaguardar las comunicaciones del ejército estadounidense.

Mientras tanto, le explicó Kunz al panel, se está llevando a cabo un esfuerzo global de saqueo de datos para poder descifrar los mensajes interceptados después del día Q, en lo que describió como ataques de "cosecha ahora y descifra después", según una grabación de la sesión que la agencia hizo pública después.

Los ejércitos verían expuestos sus planes de largo plazo y la recopilación de inteligencia, las empresas podrían sufrir el robo de propiedad intelectual y los registros médicos de los ciudadanos quedarían al descubierto.

"No somos los únicos que recopilamos datos, no somos los únicos que esperamos descifrarlos en el futuro", dijo Kunz, sin dar nombres. "Todo lo que se envía a través de redes públicas está en peligro".

Kunz forma parte de un coro cada vez más numeroso que ha hecho sonar la alarma. Muchos ciberexpertos creen que todas las grandes potencias se están adelantando al día Q. Estados Unidos y China, las principales potencias militares del mundo, se acusan mutuamente de recopilación de datos a gran escala.

El director de la Oficina Federal de Investigación, Christopher Wray, afirmó en septiembre que China tenía "un programa de pirateo informático mayor que el de cualquier otro gran país". En un informe de septiembre, la principal agencia de inteligencia civil de China, el Ministerio de Seguridad del Estado, acusó a la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA) de ataques "sistemáticos" para robar datos chinos.

La Agencia de Seguridad Nacional no quiso hacer comentarios sobre la acusación de China.

Está en juego algo más que descifrar códigos. Según los investigadores, los computadores cuánticos, que aprovechan las misteriosas propiedades de las partículas subatómicas, prometen grandes avances en ciencia, armamento e industria.

Las opiniones están divididas sobre la esperada llegada del día Q, porque la informática cuántica aún está en sus inicios. Hasta ahora sólo se han construido pequeños computadores cuánticos con una capacidad de procesamiento limitada y expuestos a errores. Algunos investigadores calculan que el día Q podría llegar a mediados de siglo.

Nadie sabe quién podría llegar antes. Estados Unidos y China se consideran los líderes en este campo, pero muchos expertos creen que Washington aún tiene ventaja.

Mientras prosigue la carrera por dominar la computación cuántica, se desata la lucha por proteger los datos críticos.

Washington y sus aliados están trabajando en nuevas normas de cifrado conocidas como criptografía poscuántica, básicamente códigos mucho más difíciles de descifrar, incluso para una computadora cuántica. Pekín intenta ser pionera en las redes de comunicaciones cuánticas, una tecnología teóricamente imposible de piratear, según los investigadores. El científico que encabeza los esfuerzos de Pekín se ha convertido en una pequeña celebridad en China.

La informática cuántica es radicalmente distinta. Los computadores convencionales procesan la información en bits: 1 ó 0, y sólo un número cada vez. Los computadores cuánticos procesan en bits cuánticos, o "qubits", que pueden ser 1, 0 o cualquier número intermedio, todo al mismo tiempo, lo que, según los físicos, es una forma aproximada de describir un concepto matemático complejo.

Los computadores también explotan una misteriosa propiedad de la mecánica cuántica conocida como entrelazamiento. Las partículas, como los fotones o los electrones, pueden entrelazarse de forma que permanecen conectadas, aun separadas por enormes distancias. Los cambios en una partícula se reflejan inmediatamente en la otra. Las propiedades de los qubits y el entrelazamiento son fundamentales para los computadores cuánticos, dicen físicos e informáticos, ya que permiten realizar cálculos que serían impracticables en los grandes superordenadores actuales.

Los consultores empresariales prevén que esta capacidad de procesamiento genere cientos de miles de millones de dólares de ingresos extra a mediados de la próxima década. Incluso antes de que lleguen estos computadores, algunos predicen que los avances en tecnología cuántica mejorarán notablemente el rendimiento de algunos equipos militares.

La tecnología cuántica "probablemente será tan transformadora en el siglo XXI como lo fue el aprovechamiento de la electricidad como recurso en el siglo XIX", afirma Michael Biercuk, fundador y director ejecutivo de Q-CTRL, una empresa de tecnología cuántica creada en Australia y con importantes operaciones en Estados Unidos.

LA GRAN APUESTA CHINA

Las comunicaciones cuánticas son un área en la que China está gastando a lo grande. La tecnología tiene el potencial de salvaguardar las redes de datos de Pekín, incluso si Washington y otros rivales son los primeros en llegar al día Q.

El presidente Xi Jinping destacó el "valor estratégico" de la tecnología cuántica en un discurso pronunciado en 2020 ante los principales dirigentes chinos, informó la agencia oficial de noticias Xinhua. Bajo el mandato de Xi, China se ha fijado objetivos claros para dominar la ciencia cuántica. Según algunas estimaciones, China es el país que más invierte en investigación cuántica.

En un informe de abril, McKinsey & Company calculaba que Pekín había anunciado una financiación acumulada de 15.300 millones de dólares para investigación cuántica, más del cuádruple de la cifra equivalente en Estados Unidos, de 3.700 millones.

Uno de los principales impulsores en China es Pan Jianwei, un físico que ha alcanzado el estatus de celebridad en China, además de los elogios y el apoyo del Partido Comunista en el poder.

Pan, de 53 años, es profesor de la Universidad de Ciencia y Tecnología de China, el principal centro de investigación cuántica del país. En 2011 fue elegido miembro de la Academia China de las Ciencias, un honor que se concede a científicos que han realizado importantes avances en sus campos.

En entrevistas, Pan ha afirmado que quiere convertir a China en líder de la tecnología cuántica, al mismo tiempo que construye una Internet segura frente a los ciberataques. Según los expertos en seguridad, esto tendría una importancia estratégica vital. Protegería a los dirigentes y al ejército chinos de los piratas informáticos, especialmente en caso de conflicto. Una Internet fortificada con tecnología cuántica podría proteger infraestructuras vitales y la vasta red de vigilancia que el Partido Comunista ha construido para acabar con cualquier desafío a su monopolio del poder, afirman.

Pan no respondió a solicitudes de entrevista.

La carrera de Pan pone de relieve cómo la absorción de tecnología extranjera ha sido crucial para China en el campo de la cuántica y otros de tecnología.

Estudió su doctorado en Viena con el renombrado físico Anton Zeilinger, ganador del Premio Nobel de Física de 2022 por sus trabajos sobre mecánica cuántica. Pan se trasladó después a la Universidad de Heidelberg, donde aún mantiene estrechos vínculos, antes de regresar a su país en 2008.

Zeilinger no respondió a una solicitud de comentarios.

De vuelta en China, Pan dirigió un equipo que registró un hito en 2016 con el lanzamiento de Micius, el primer satélite cuántico del mundo, que se usó para establecer enlaces de comunicaciones seguras con estaciones terrestres en China.

Al año siguiente, su equipo e investigadores de Austria utilizaron Micius para celebrar la primera teleconferencia cifrada cuántica del mundo, conectando Pekín y Viena. Pan también dirigió un equipo que, al parecer, ha construido en China una red terrestre igualmente infranqueable que conecta las ciudades de Pekín, Jinan, Shanghai y Hefei.

Pan fue uno de los arquitectos de una campaña concertada para enviar científicos chinos a los principales laboratorios cuánticos de todo el mundo, con el objetivo de impulsar el desarrollo nacional cuando estos investigadores regresaran a casa, según un informe de 2019 de Strider Technologies, una startup de inteligencia estratégica con sede en Salt Lake City.

Algunos de esos investigadores, incluido Pan, se beneficiaron de importantes fondos de gobiernos extranjeros mientras estudiaban en el extranjero, según el informe. "Desde ese punto de vista, ha tenido un éxito tremendo", dijo el director ejecutivo de Strider Technologies, Greg Levesque, sobre la estrategia china en una entrevista con Reuters. "Pero no sé si van a ganar", añadió. "Parece que algunas empresas estadounidenses están dando saltos realmente grandes".

A pesar del aparente liderazgo de China en financiación oficial, algunos investigadores afirman que Estados Unidos sigue siendo el líder general en cuántica gracias a sus innovadores tecnológicos del sector privado, laboratorios gubernamentales, investigadores universitarios y aliados colaboradores. Y Washington está tomando medidas para restringir la inversión estadounidense en las capacidades cuánticas de China.

En agosto, el presidente estadounidense Joe Biden firmó un decretó que ordenó al Departamento del Tesoro de Estados Unidos regular las inversiones estadounidenses en computación cuántica, semiconductores e inteligencia artificial. En un anexo de esa orden se mencionó a China como país en cuestión, junto con sus regiones administrativas especiales de Hong Kong y Macao. Ello podría dar lugar a prohibiciones de inversión en la producción china de tecnologías y equipos cuánticos.

El Ministerio de Asuntos Exteriores chino no respondió a la petición de comentarios.

Mientras tanto, uno de los retos para los guardianes de los secretos digitales es que, cuando llegue el día Q, es poco probable que los descifradores de códigos cuánticos anuncien su avance. Lo más probable es que guarden silencio para aprovechar la ventaja el mayor tiempo posible.

"No lo sabremos necesariamente" cuando se descifren los códigos, dijo Kunz al grupo del Pentágono. "Probablemente lo descubriremos por las malas", agregó. "Pero lo que podemos esperar es que se descifren".

(Reportaje de David Lague en Hong Kong; Edición de Marla Dickerson)