EEUU advierte que los afroamericanos pudieran ser objeto de vigilancia en Dominicana

El gobierno de República Dominicana se opone a la advertencia de la embajada de Estados Unidos a los turistas estadounidenses de piel oscura de que la intensificación de la aplicación de la ley contra los inmigrantes haitianos en el país caribeño pudiera llevar a que se les aplique un perfil racial o se les detenga.

Medios locales, según la Embajada de Estados Unidos en Santo Domingo, informan de operaciones generalizadas por parte de funcionarios de migración dominicanos destinadas a detener a quienes creen que son migrantes indocumentados, especialmente personas de ascendencia haitiana.

“Estas acciones pueden conducir a una mayor interacción con las autoridades dominicanas, especialmente para los ciudadanos estadounidenses de piel más oscura ”, informó la embajada. “Hay informes de que los detenidos son mantenidos en centros de detención atestados sin la posibilidad de impugnar su detención y sin acceso a alimentos o instalaciones sanitarias, a veces durante días, antes de ser liberados o deportados a Haití”.

En un comunicado emitido el domingo, las autoridades dominicanas dijeron que rechazaban enérgicamente las críticas de Estados Unidos sobre la represión. Dijeron que una advertencia enviada el sábado por la embajada de Estados Unidos en la capital de Santo Domingo es “manifiestamente infundada e inoportuna”.

El mensaje de la embajada de Estados Unidos, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de República Dominicana, contradice “la excelente relación bilateral” entre ambos países.

“Nuestro país es el primer socio comercial de Estados Unidos en el Caribe y el sexto en América Latina. Hemos sido uno de los aliados más confiables de Estados Unidos en el mantenimiento de un sistema internacional libre, abierto, próspero y seguro para todas las naciones”, señala el comunicado.

Las autoridades dominicanas han sido objeto de fuertes críticas por parte de grupos de derechos humanos, las Naciones Unidas y haitianos que han compartido imágenes de video de compatriotas golpeados por la policía desde que el presidente Louis Abinader emitió a principios de este mes un decreto en el que se pedían deportaciones masivas y la creación de una unidad policial para investigar a los extranjeros que ocupan ilegalmente tierras en el país.

El decreto se emitió después que el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Volker Turk, pidió el 10 de noviembre que se detuvieran las deportaciones a Haití desde los países vecinos, incluida República Dominicana, alegando la crisis humanitaria y de derechos humanos que enfrenta Haití.

“Me preocupa ver que continúan las repatriaciones forzadas de haitianos a Haití desde República Dominicana”, declaró Turk. “La incesante violencia armada y las sistemáticas violaciones de los derechos humanos en Haití no permiten el regreso seguro y digno de los haitianos al país. Reitero mi llamamiento a todos los países de la región, incluida República Dominicana, para que detengan la deportación de haitianos”.

Turk también pidió a las autoridades de República Dominicana que redoblen sus esfuerzos para prevenir la xenofobia, la discriminación y la intolerancia basada en el origen nacional, racial o étnico, o en la condición de inmigrante.

Aunque Estados Unidos criticó la represión de los migrantes, no pidió que se detuvieran las deportaciones de haitianos.

Las más recientes redadas de inmigrantes están creando tensiones, que no son nada nuevo entre la República Dominicana y Haití, que comparten la isla de La Española. Pero estas tensiones también pueden crear problemas para los afroamericanos u otras personas de piel más oscura que viajen a la República Dominicana, popular por sus complejos turísticos con todo incluido.

En julio de 2020, una escapada de ocho días al país de tres hermanos de ascendencia haitiana vecinos del sur de la Florida se convirtió en unas vacaciones infernales después que los hermanos fueron detenidos. Los hombres —Lonelson, John y Lovinsky Nalus— dijeron que les tendieron una trampa con un paquete de cuatro libras de marihuana plantado en su auto de alquiler.

Al cancelarse las audiencias judiciales y no presentarse los fiscales, los hermanos quedaron atrapados en la República Dominicana. Recibieron poco apoyo del gobierno estadounidense o de los legisladores de la Florida. Más de dos años después, su caso sigue pendiente en República Dominicana, dijo Lonelson, que perdió su empleo, mientras que a uno de sus hermanos le embargaron el auto y otro perdió una beca de football debido a la prolongada estancia en República Dominicana.

En su comunicado del domingo, el Ministerio de Relaciones Exteriores dominicano dijo que las deportaciones de 43,900 haitianos entre julio y octubre de este año no son diferentes a las del gobierno de Biden.

Al igual que todos los países soberanos, incluido Estados Unidos, que repatrian a los extranjeros, la República Dominicana se ha visto obligada a deportar a un elevado número de migrantes haitianos, señala el comunicado.

“La República Dominicana no aguanta más”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores dominicano, añadiendo que la misma administración de Biden que la critica por las deportaciones deportó a más de 20,000 haitianos de vuelta a Haití entre febrero del año pasado y febrero de este año.

El ministerio dijo que el gobierno de Abinader ha “denunciado reiterada y sistemáticamente ante la comunidad internacional la alarmante situación en Haití, agravada desde el asesinato del presidente [Jovenel] Moise”, que afecta a la seguridad nacional de República Dominicana.

“Sin el apoyo de la comunidad internacional, hemos hecho un esfuerzo extraordinario para mantener la frontera abierta y permitir a la población haitiana el acceso a alimentos vitales, medicinas, combustible, agua, etc. Igualmente, hemos mantenido abierto el flujo comercial, a pesar del número de secuestros de dominicanos, incluyendo un diplomático de nuestra embajada en Haití”, dice el comunicado.

“Nuestras fuerzas armadas asumen unilateralmente el alto costo de brindar seguridad a toda la frontera entre ambos países, manteniendo unos 9,000 efectivos en ese lugar”.