Editar es salvar la memoria de un pueblo. Entrevista al editor cubano Armando Nuviola

Conocí a Armando Nuviola gracias a Eloy Cepero, uno de los mayores conocedores de la música cubana. Aunque empresario, nuestro presentador, posee una amplia erudición sobre el tema y una vasta colección que ha ido constituyendo desde que llegó como Pedro Pan al exilio floridano. Fue él quien le mostró a Nuviola uno de mis libros escritos en francés sobre la música del exilio. De aquel encuentro surgió la idea de que lo reescribiera en español, veinte años después, ampliando la edición original con novedades posteriores.

Enseguida me di cuenta del enorme caudal y potencial de las ediciones Unos y Otros que Armando Nuviola creó en 2011, en Miami, con la idea de publicar no solo temas musicales, sino también literatura y ensayos. Y, sobre todo, si pedir un centavo a los autores, es decir, donde nadie publica a cuenta de autor. Por el propio título del sello supe que no sería un proyecto excluyente. En su catálogo abundan los libros de genuinos conocedores de la materia, que viven en el exilio, la isla o, simplemente, que ni siquiera son cubanos, pero conocen la música cubana.

Presentación de autores en el Centro Cultural La Merced, Miami 2021, Eloy Cepero, Armando Nuviola, Lázaro Caballero y William Navarrete.
Presentación de autores en el Centro Cultural La Merced, Miami 2021, Eloy Cepero, Armando Nuviola, Lázaro Caballero y William Navarrete.

Ahora, Unos y Otros posee monografías sobre Rita Montaner, Elena Burke, Rolando Laserie, Pérez Prado, las Hermanas Fáez, Faustino Oramas “El Guayabero”, Bola de Nieve, Chano Pozo, Ñico Saquito, Miguelito Valdés “Mr. Babalú”, Roberto Faz, Luis Marquetti, Arsenio Rodríguez y, también, sobre la orquesta Aragón, la orquesta América y el chachachá, la orquesta Hermanos Castro, las rumberas matanceras, el Dúo de Clara y Mario, e incluso sobre Ray Barretto, Clavelito, Frankie Ruiz, Willie Rosario, Los Beatles, Michael Jackson, entre otros. Y a ello se añaden libros sobre el célebre teatro Martí, las dramaturgas cubanas del siglo XX, las mujeres célebres del mundo tras su paso por La Habana, el béisbol, Kid Chocolate, el proxeneta habanero Yarini, Jaime Partagás, Catalina Lasa o el Obispo de Espada.

¿Su interés por la música cubana y el mundo editorial en general tiene alguna relación con su historia personal o estudios?

En lo absoluto. Aunque nací en 1961 en la barriada habanera de Regla, de ricas tradiciones culturales e históricas, mi formación fue técnica pues estudié transporte marítimo e ingeniería. Mi padre era oriental y había montado con mucho esfuerzo una bodega en el reparto Modelo, que le fue arrebatada, como a todos, después de la llegada de la Revolución. Mi madre era (y es con sus 80 años) una lectora apasionada que reclama cada uno de los libros que publico. Cuando salí de mi país en el 2001, rumbo a Madrid, me di cuenta al llegar al aeropuerto del respeto por los libros: allí había una máquina dispensadora de libros y, entre los títulos, encontré muchos de los que estaban censurados en Cuba.

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¿Surge entonces la idea de crear Unos y Otros, tu propio sello editorial?

Viví dos años en Barcelona en donde aprendí mucho sobre la imprenta con amigos españoles y, en especial, con Miguel García. Al llegar a Miami en 2003 no pensaba crear un sello editorial propio. Un amigo escritor que vive en Cuba me había contado las enormes dificultades para publicar allí y una llamada a otro amigo, el escritor Jorge Carrigán, radicado en Canadá, fueron los detonantes para comenzar esta aventura. Creé la casa editorial en 2011 y, en poco tiempo, organicé un evento literario y artístico en el hotel Deauville (Miami Beach) que acaban de demoler. Fundé el sello a sabiendas de que hoy esto no es lo que se llama “un buen negocio”, y lo hice casi por altruismo y amor a la historia de nuestro país. Además del entusiasmo de personas como el caricaturista Miguel Callejas, quien había trabajado en Nueva York con los grandes creadores del cómic norteamericano y, ya anciano y ciego, me daba los audios de sus tiras cómicas para publicarlas. Suman desde entonces 187 títulos entre diferentes géneros y temas. Editar, es para mí, salvar la memoria de todo un pueblo.

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¿Cómo comienza a definir el imprescindible catálogo de música cubana que hoy tiene Unos y Otros?

En 2014 conocí al gran investigador musical colombiano Jairo Grijalba, quien, de visita en Miami, me contó que ni en su país ni en Cuba tenían interés por publicar sus ensayos por carecer de filo comercial. Lo mismo le sucedía a Robert Téllez, otro historiador colombiano, que tampoco lograba publicar sus libros sobre Ray Barretto y Willie Rosario. Así comenzó el catálogo que cuenta ya con más de 45 títulos de música y que nos ha dado grandes alegrías. Mucho debe esta rica bitácora a colaboradores como Dulce Sotolongo, Diana Fernández, Yuliet Marín, Yovana Martínez, así como a Cristóbal Díaz Ayala, Eloy Cepero y Rosa Marquetti, quienes me han asesorado siempre.

¿Qué acogida ha tenido este proyecto vital en la propia ciudad de Miami?

La acogida me la han dado los lectores o artistas como Malena y Lena Burke, investigadores como Ramón Fernández Larrea, iniciativas privadas como la Convención de la Cubanidad que organiza la asociación Ego de Kaska, la Tertulia Verde de Eduardo Casanova, Félix J. Fojo o el grupo de Herencia Cultural Cubana y la Fundación Musicalia de Puerto Rico que fundó Cristóbal Díaz Ayala, la persona que probablemente tenga la colección más completa sobre música cubana en el mundo, atesorada hoy por la Florida International University.

No considero que sea apoyo de ningún tipo participar en una feria o evento literario, en el que pago el derecho a tener un kiosco y en donde nunca invitan a ninguno de mis autores a tribunas y actos presenciales del evento en 11 años, a pesar de que mis autores son profesionales, talentosos y muchos viven exiliados en Miami. No hay nada más a tono con la exclusión que practica el régimen cubano que este tipo de arreglos y componendas en las que casi siempre es el mismo grupito de acólitos y favoritos quienes, como en las cortes de los regímenes monárquicos o totalitarios, se reparten entre los mismos el pastel desde hace años. Contra esta mentalidad, insisto, la editorial lleva y hace honor a su nombre: Unos y Otros. Es mi forma de combatir el sectarismo en vena que aqueja a muchos, incluso cuando pretenden ser representantes de lo contrario y se jactan de ser democráticos y defender la libertad de expresión. Eso en Cuba se llamaba “la piñita”. Y todos sabemos de qué y de quiénes se trata.

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¿Qué planea Unos y Otros el para 2023?

En camino está Sobre una tumba una rumba, también una cronología muy completa (y la más exhaustiva) sobre Ernesto Lecuona, una biografía del pelotero Lourdes Gurriel, la relación entre el juego y los abakuás, un libro sobre genealogía del norte de la antigua provincia de Oriente en el siglo XVIII y un diccionario completo de compositores cubanos que enmiende los “olvidos” de diccionarios anteriores. Y muchas otras sorpresas que serán anunciadas a su debido tiempo y que estamos madurando en silencio.

William Navarrete es escritor franco-cubano establecido en París.