CORRECCIÓN: Para Edgar Barrera, multinominado al Grammy Latino, los errores pueden ser la perfección

Por más de una década, Edgar Barrera ha sido un omnipresente colaborador de estudio en todo el espectro del pop latino. (Ysa Pérez/The New York Times)
Por más de una década, Edgar Barrera ha sido un omnipresente colaborador de estudio en todo el espectro del pop latino. (Ysa Pérez/The New York Times)

El productor y compositor brinda un sonido orgánico al pop latino. El jueves compite por 13 premios.

En su casa y estudio de Miami, el cantautor y productor mexicanoestadounidense Edgar Barrera no alardea de sus 18 premios Grammy Latinos, ni del Grammy que ganó en 2015, ni de los certificados de sus decenas de sencillos de oro y platino.

“Intento no centrarme en premios y cosas así”, dijo en una entrevista en video. “En mis paredes apenas hay fotos de personas que me inspiraron para llegar a ser quien soy”.

Detrás de él, y al final del pasillo, señala a Amy Winehouse, U2, los Beatles, Jimi Hendrix, Dr. Dre, Miles Davis, Queen y AC/DC. Sigue buscando en las galerías fotografías originales de músicos latinos a los que admira como Juan Gabriel, José Alfredo Jiménez, Thalía y Luis Miguel.

Es probable que Barrera, de 33 años, consiga aún más trofeos el jueves por la noche, cuando se retransmita desde Sevilla, España, la edición anual de los Grammy Latinos. Es el músico más nominado este año, con 13 menciones, entre ellas las de productor y compositor del año. En algunas categorías, Barrera compite contra sí mismo. Dos temas de su autoría están nominados a canción del año, mientras que tres de sus trabajos están nominados a mejor canción tropical y mejor canción regional mexicana.

Durante más de una década, Barrera ha sido un omnipresente colaborador de estudio en todo el espectro del pop latino, a veces actualizando una profunda tradición, a veces forjando colaboraciones inesperadas. Una lista de reproducción compilada por Spotify,
Written by Edgar Barrera
, incluye 293 canciones, muchas de las cuales han acumulado millones —y a veces cientos de millones— de reproducciones. Ha colaborado con Christina Aguilera, Shakira, Selena Gomez, Camila Cabello, Daddy Yankee y Becky G, entre muchos otros.

En algunas categorías, Barrera compite contra sí mismo. Dos temas de su autoría están nominados a canción del año. (Ysa Pérez/The New York Times)
En algunas categorías, Barrera compite contra sí mismo. Dos temas de su autoría están nominados a canción del año. (Ysa Pérez/The New York Times)

Yahritza Martínez, de Yahritza y Su Esencia, compuso “Frágil” con Barrera, que luego trajo a la banda tejana Grupo Frontera. “Cuando entras al estudio con él, es como si ya supiera lo que quieres”, dijo Yahritza en una entrevista. “Me enseñó a amar la escritura, a amar la canción. Me enseñó a escribir con pasión”.

El viernes pasado, Barrera también recibió una nominación al premio Grammy 2024 como compositor del año, no clásico, lo que refleja su papel en superéxitos en las plataformas de reproducción continua para Karol G y Grupo Frontera con Bad Bunny, y la forma en que la música latina ha influido en el panorama pop estadounidense.

El sello distintivo de las canciones y producciones de Barrera es la transparencia y la intimidad: la sensación, a veces ilusoria, de que el cantante solo está acompañado por un puñado de instrumentos, cantándole directamente a un oyente.

Barrera conoce bien la electrónica y las mejoras digitales. Pero los instrumentos acústicos tocados a mano suelen ser el núcleo de sus producciones. “Siempre intento que toquen músicos de verdad, aunque haya encontrado un bucle en una biblioteca musical”, dice. Incluso si una parte reproducida tiene errores, añadió, “esos errores en los discos hacen que parezca más real y auténtico. Creo que en esos errores es donde está la perfección”.

Donde otros productores ofrecen ritmos programados y grandilocuencia, Barrera ofrece claridad. Y ve la creciente popularidad de la música regional mexicana, con sus trompetas y acordeones, como parte de un cambio radical en la música latina, dominada últimamente por el ritmo programado del reguetón.

“Creo que lo que pasó es que la gente se cansó de escuchar el mismo tipo de canciones”, dijo. “Iba a sesiones y componía con otra gente, y siempre tenían el mismo patrón rítmico por debajo”.

“Ahora”, añadió, “me emociona que los niños vuelvan a aprender a tocar la guitarra. Y es emocionante ver a muchachitos de 14, 13 años tocando el tololoche, el contrabajo, como le dan. Ha llegado un punto en que la música ha vuelto a ser más orgánica”.

Barrera se aferra a un credo de producción clásico: “Si una canción suena bien con una guitarra y la voz, va a sonar bien con cualquier instrumentación o ritmo que pongas alrededor de la canción”.

“Intento ser muy sencillo con lo que escribo, pero diferente al mismo tiempo”, dijo. “Y trato de no ser demasiado complicado, sobre todo porque el público para el que escribo es una generación más joven. Tenemos una capacidad de atención muy corta. Así que intento ser muy directo y muy honesto”.

Las tres canciones tropicales nominadas de Barrera se basan en tres estilos diferentes: salsa (“La fórmula” de Maluma y Marc Anthony), bachata (“Ambulancia” de Camilo y Camila Cabello) y merengue (“El merengue” de Marshmello y Manuel Turizo). Pero también son colaboraciones internacionales, que unen a estadounidenses y colombianos.

“Cada día intento pensar en cómo hacer las cosas más globales”, dijo. “Pero creo que cuanto más auténtico se mantenga, más global puede llegar a ser”.

El catálogo de Barrera incluye colaboraciones de larga duración con dos cantautores colombianos de éxito: Camilo (con quien comparte una nominación al álbum del año por “De adentro pa afuera”) y Maluma (nominado al disco del año y a la canción del año por “La fórmula”). También ha colaborado mucho con el cantautor mexicano Christian Nodal, cuya canción “La siguiente” es una de las nominaciones de Barrera por música regional mexicana.

La música de Nodal tiene sus raíces en el mariachi, un género tradicional mexicano, con cuerdas y vientos. Barrera y Nodal le dieron una actualización que la llevó a las listas de éxitos pop del siglo XXI. “El mariachi era la música que escuchaba mi abuelo”, dice Barrera. “Lo que hicimos con el mariachi fue refrescar la línea superior, refrescar las melodías, hablarle a una generación más joven con letras y conceptos”.

“No lo vi como una falta de respeto”, añadió. “Lo vi como devolverlo a la vida. Si no nos arriesgamos, el género podría desaparecer para siempre”.

Barrera también es el principal compositor del Grupo Frontera, una banda regional mexicana de cumbia con acordeón de su ciudad natal, McAllen, Texas. Los escuchó tocar para un puñado de personas en la inauguración de la tienda de neumáticos de su cuñado en 2022. Barrera coescribió y coprodujo la colaboración del Grupo Frontera con Bad Bunny, “Un x100to”, un sencillo pop que alcanzó el Top 5 en Estados Unidos y obtuvo varias nominaciones a los Grammy Latinos, incluida la de canción del año.

Como muchas de las canciones de Barrera, “Un x100to” describe el romance en la era digital; el título significa en argot “uno por ciento”, lo último que le queda a la batería del celular del narrador mientras suplica a su ex otra oportunidad.

“Las generaciones se mueven y la tecnología también, y creo que la música debe moverse con la cultura”, dijo Barrera.

Barrera creció en el sur de Texas, cerca de la frontera con México, y se empapó tanto de música estadounidense como latinoamericana; su padre formaba parte de un grupo de cumbia y tenía una gran colección de discos. Barrera llamó BorderKid a su propio sello y editorial porque, según dijo a Billboard, “siempre estoy en medio”.

La primera música que tocó Barrera, en la escuela primaria, fue rock, y empezó a escribir canciones en la adolescencia, a grabarlas en CD y a presentarlas a músicos que pasaban por la ciudad. Luigi Giraldo, de los Kumbia Kings, le ayudó a conseguir unas prácticas en un estudio de Miami. Allí, un momento de descuido le dio su gran oportunidad.

Omar Alfanno, compositor panameño con una larga lista de éxitos, estaba trabajando en una nueva canción. Con la esperanza de llegar a un público joven, pidió su opinión a Barrera, de 20 años, que no sabía quién era.

“Fui brutalmente sincero”, recuerda Barrera. “Le dije: ‘Esa no es una canción que dedicaría a mi novia’. Me preguntó por qué, y le dije: ‘Dice que te escribiría una carta. Y hoy en día no escribo cartas’. Y me retó: ‘¿Crees que puedes hacer algo mejor que yo?’”.

A Barrera se le ocurrió un gancho; a Alfanno le gustó. El pasante fue aceptado como compositor.

“Cambió mi vida allí mismo, 180 grados”, dijo Barrera. “Si hubiera sabido quién era, no habría dicho lo que dije y no habría tenido esa oportunidad”.

Para ser un productor del siglo XXI, Barrera es sorprendentemente de la vieja escuela. No guarda montones de archivos en su disco duro a la espera de un comprador; distingue entre producir ritmos y componer canciones. Prefiere trabajar en persona, en tiempo real. “Intento tener al artista en la habitación, o que el artista me diga lo que quiero escribir, para traducir sus sentimientos en canciones”, dice. “Al fin y al cabo, me considero un productor que está ahí para el artista al que sirvo. Intento comunicar lo que quieren decir”.

Barrera se reúne con los cantantes en su estudio, en sus casas o en la carretera; a veces lleva un estudio portátil en una mochila. Y le gustan los artistas exigentes. “Me encanta trabajar con artistas exigentes y perfeccionistas”, dice. “Intentan encontrar el tono adecuado, el tempo correcto, todo lo que mejora la canción. Es todo lo que hacemos: todo por el bien de una canción”.

Jon Pareles ha sido el crítico principal de música pop del Times desde 1988. Es músico, ha tocado en bandas de rock, grupos de jazz y conjuntos clásicos. Estudió música en la Universidad de Yale. Más de Jon Pareles

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