Ecuador suspende bombeo en sus dos principales oleoductos

QUITO (AP) — La operación de los dos oleoductos más grandes de Ecuador, uno estatal y otro privado, se suspendió el miércoles, tras el desplome de un puente debido al avance de la erosión del río Coca y sus afluentes, lo que genera, junto con las lluvias, el desprendimiento de partes de la montaña.

La empresa estatal Petroecuador informó en un comunicado oficial que el funcionamiento del Sistema de Oleoducto Transecuatoriano (SOTE) y de un poliducto por los que se transporta el crudo de exportación quedó paralizado como medida “preventiva”, ante el colapso del puente en el río Marker, en la provincia amazónica de Napo, unos 200 kilómetros al sureste de la capital.

La estatal ecuatoriana evalúa con un equipo técnico las condiciones físicas de las infraestructuras de transporte de petróleo, mientras la empresa privada Oleoductos de Crudo Pesados (OCP) precisó en un comunicado que, como parte del plan de respuestas de emergencia, ante las intensas lluvias, ha “detenido el bombeo de crudo”, cerrando la válvula de bloqueo que se ubica a unos 800 metros del puente colapsado.

OCP aclaró que “no se ha producido rotura en el oleoducto”, como en anteriores ocasiones, por lo que trabajan en el drenaje del hidrocarburo presente en la tubería.

Imágenes difundidas en redes sociales captaron el momento en que el puente cedió, segundo después de que una persona lo atravesara en motocicleta.

Ambas tuberías transportan el petróleo desde los principales yacimientos de la Amazonía ecuatoriana hasta los terminales marítimos en el océano Pacífico para su exportación.

El SOTE se extiende por 497 kilómetros de tubería y atraviesa las regiones litoral, andina y amazónica del país, mientras el OCP recorre 485 kilómetros, con una tubería enterrada, con una capacidad de transporte de 450.000 barriles por día.

La producción de crudo ecuatoriano alcanzó este miércoles los 401.000 barriles, según el reporte diario de Petroecuador. Los dos conductos paralizados movilizan la mayor parte de la producción nacional: el SOTE, 275.000 barriles de petróleo y el OCP, 110.000.

Desde febrero de 2020, el río Coca presenta un proceso de erosión natural que ha generado desprendimientos y hundimientos de tierra en sus márgenes, debido a la velocidad y dirección del flujo que afecta a los taludes laterales.

Según la Secretaría de Gestión de Riesgos de Ecuador, esto se debe a que la zona se conforma de rellenos “volcanoplásticos” o escombros de tipo arenoso y bloques rocosos cuya compactación varía entre “suelto y firme”, siendo fácilmente susceptibles a la “erosión hídrica”.

Este fenómeno ha causado destrucción de carreteras, puentes y perjuicios a los ductos petroleros del país, así como a centrales de captación de agua y a las comunidades aledañas.

En diciembre de 2021, el Estado ecuatoriano declaró la emergencia por “fuerza mayor” en las exportaciones de petróleo, debido a una paralización de la producción que duró 20 días que dejí unas pérdidas de 600 millones de dólares. Las tuberías SOTE y OCP fueron afectadas por los deslizamientos de tierras y el país tuvo que construir variantes en el recorrido de los ductos.

En febrero de 2022, el derrumbe de una roca de gran tamaño rompió una tubería del OCP provocando un derrame de crudo. Este tipo de episodios se han repetido en otras cuatro ocasiones. Se estudian nuevos trazados para los oleoductos ante una erosión que se acelera con los efectos del invierno.