La economía de Argentina mejora en febrero y apuntala pronósticos de crecimiento

Buenos Aires, 21 abr (EFE).- La actividad económica de Argentina mostró signos de mejoría en febrero pasado tras la desaceleración que se había registrado en el primer mes del año, apuntalando así leves correcciones al alza en las proyecciones de crecimiento para este año, que será más moderado que la recuperación lograda en 2021.

Según informó este jueves el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), el estimador mensual de la actividad económica, un indicador que sirve como anticipo provisional para medir la variación trimestral del producto interno bruto (PIB), registró en febrero pasado un avance interanual del 9,1 %.

Esa magnitud de crecimiento revela una mejora respecto al ritmo de expansión que se había verificado en enero último, cuando la actividad económica aumentó 5,1 % interanual, muy por debajo del índice del 10 % logrado en diciembre de 2021.

El informe indica además que en febrero la actividad económica creció 1,8 % en comparación con el primer mes del año, revirtiendo la contracción mensual del 0,7 % observada en enero, cuando hubo paradas de producción por vacaciones y una tercera ola de covid-19.

Con esta evolución, el crecimiento económico acumulado en el primer bimestre del año fue del 7 %.

Los datos del Indec revelan que, de 16 actividades incluidas en el indicador, quince sectores productivos arrojaron mejoras interanuales en el segundo mes del año, destacándose las subidas de hoteles y restaurantes (31,9 %), transporte y comunicaciones (14,5 %) y minería (14,1 %).

EN NIVELES PRE-PANDEMIA

Según datos difundidos este jueves por el Gobierno argentino, la actividad económica se ubicó en febrero último y por noveno mes consecutivo en niveles pre-covid, situándose 6,2 % por encima del nivel de febrero de 2020, justo antes de la irrupción de la pandemia, y apenas 2,2 % por debajo del máximo registrado en noviembre de 2017.

Si se los compara contra febrero de 2020, nueve de los sectores considerados en la medición de la actividad económica registraron crecimiento en el segundo mes del año.

Entre estos sectores, destacan la construcción (con un alza del 19,6 % frente a igual mes de 2020), el comercio (16,3 %) y la industria (11,1 %).

De acuerdo a informes oficiales y privados, la actividad económica también habría avanzado en marzo, con crecimiento de la producción industrial aunque con retracción en el consumo privado como consecuencia de la aceleración de la ya elevada inflación en Argentina, que fue del 55,1 % interanual en el tercer mes del año.

LEVES MEJORAS EN LOS PRONÓSTICOS

Los datos que confirman una mejora económica en el primer bimestre del año apuntalan los pronósticos de crecimiento para este año que, no obstante, será bastante menor al 10,3 % de recuperación logrado en 2021 tras tres años de severa recesión agravada por la pandemia.

De hecho, los economistas privados que mensualmente consulta el Banco Central argentino para su informe de expectativas corrigieron al alza su previsión de crecimiento de la actividad para este año, que pasó del 3 % en el sondeo anterior al 3,2 % en el informe difundido en abril.

También el Fondo Monetario Internacional (FMI) ajustó al alza sus proyecciones para la segunda economía suramericana.

El pasado martes, al presentar el World Economic Outlook, el informe de expectativas mundiales del FMI, el organismo dijo que prevé que la economía argentina crezca este año un 4 %, un punto porcentual más que la proyección difundida en enero y 1,5 puntos por encima del pronóstico dado en octubre pasado.

Estas previsiones están en línea con las incorporadas en el acuerdo de refinanciación sellado en marzo pasado por el Gobierno de Alberto Fernández y el Fondo.

El programa sellado con el FMI prevé que Argentina crecerá este año entre 3,5 % y 4,5 %.

No obstante las perspectivas ligeramente más optimistas, expertos locales mantienen su cautela respecto a los potenciales efectos sobre la actividad económica que podrían traer una aceleración de la inflación en Argentina, mayores restricciones para la importación, problemas de escasez de energéticos o el surgimiento de una nueva ola de contagios de covid-19, entre otros factores.

Natalia Kidd

(c) Agencia EFE