El dulce ocaso de María Teresa Campos en los medios

La veterana periodista María Teresa Campos sigue ocupando un lugar en la memoria de la audiencia que recuerda con cariño sus años de gloria en las mañanas televisivas.

Ahora, a sus ochenta años, Teresa quiere seguir trabajando y ya ha pedido en alguna ocasión ante la prensa a pie de calle que alguien le de un programa blanco, de entrevistas, para que pueda volver al ruedo profesional pero parece que esta oportunidad no acaba de materializarse.

Terelu, por su parte, mantiene que su madre está en época de retirarse y vivir la vida tranquila que su edad requiere además de disfrutar las mieles de lo cosechado con el duro trabajo durante décadas, que ya se lo merece.

Sin embargo Teresa parece que se resiste a resignarse a esa vida de jubilada y quiere seguir en el candelero, aunque sea mediante la prensa del corazón. La revista ‘Semana’, consciente de que Teresa todavía tiene su fiel público y que sigue siendo un personaje rosa con fuerza, la acaba de sacar en portada.

La exnovia de Edmundo Arrocet posa junto a su chófer y mano derecha, Gustavo, vía exclusiva. A Gustavo le conocimos repentinamente cuando dio una exclusiva poniendo verde a Bigote y defendiendo (o victimizando todavía más) a Teresa, su jefa y también una segunda madre para él.

La relación personal de Gustavo y Teresa va mucho más allá de la unión profesional y es que 33 años mano a mano, día a día, dan para conocerse y mucho. La confianza y los lazos entre ambos dan lugar al titular “Gustavo es el hijo que nunca tuve”, que recoge en portada el citado semanario.

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Aquí no existen celos ni tiranteces dado que tanto Carmen Borrego como Terelu Campos han manifestado en múltiples ocasiones su estima familiar hacia Gustavo, al que consideran también como un hermano más o un miembro del clan Campos.

En la entrevista Teresa asegura que Gustavo es su ángel de la guardia, el que “me cuida, me protege, es mis manos y mis pies” y que concede la exclusiva porque “me gustaría que la gente lo conociera y lo apreciara tanto como yo”.

Lo cierto es que, aunque es tierno ver a Teresa sacando su lado maternal con el trabajador, no deja de ser un poco el dulce ocaso de la presentadora y es que es una exclusiva que no tiene demasiada chicha a nivel informativo.

Esto de su estima hacia Gustavo ya se sabe desde hace años, parece que la revista haya querido sacar en portada a María Teresa Campos más a modo de amable homenaje a su figura, me da la sensación de “Teresa, cuéntanos algo” y, ojo, que eso no significa que lo que ella cuenta sobre Gustavo no le pueda interesar al público de dicho semanario, claro está.

Supongo que, a día de hoy, lo que le queda a Teresa Campos son este tipo de entrevistas afables y el recuerdo y cariño de los espectadores, sobre todo de edad adulta, que la siguen apreciando aunque lleve un tiempo alejada de la pequeña pantalla que tantas glorias le ha reportado y eso es mucho.

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