Yahoo Noticias Dueños de condominios de Miami, asombrados con una tasación especial de $21 millones, despiden al presidente
José Rincones se sentó en un sofá lleno de gente en la sala de vinos y puros de su condominio en Brickell, un espacio donde una brisa de noviembre entraba desde el balcón para refrescar a los 100 propietarios reunidos ese sábado. Rincones era uno de los muchos que habían volado desde fuera de la ciudad (el suyo era un viaje de 1,600 millas desde Venezuela) para este evento.
A las 9 a.m. m., Rincones votó para destituir al presidente de su condominio, quien aprobó una tasación especial de $21 millones sin la bendición de la mayoría del edificio.
La elección, que puso fin al reinado de dos años del presidente de la junta de condominios, Jacob Kassell, prometió un nuevo comienzo para los propietarios de 1060 Brickell, en la arteria principal del distrito financiero de Miami. Las dos torres tienen 605 residencias.
En los últimos meses, las acciones de Kassell han resultado demasiado para propietarios como Rincones.
Kassell eliminó el voto electrónico (que en su momento fue una salvación para la mayoría de los inversionistas extranjeros en el edificio), apresuró la aplicación de una tasación especial de $21 millones y trató de posponer las elecciones de la última hora de la junta hasta el miércoles anterior al Día de Acción de Gracias.
El Departamento de Regulación Comercial y Profesional de Florida envió dos voluntarios para supervisar la elección.La agencia supervisa las asociaciones de condominios, y los voluntarios estuvieron sentados durante toda la reunión de cinco horas para garantizar que se sigue el protocolo adecuado en el proceso de votación.
A las 2p. m., la propietaria y residente del condominio Dorinda Spahr fue elegida con 192 votos (115 votos, el mínimo necesario) como presidenta electa. Pablo Lignarolo y David Treiger también fueron elegidos como parte de la junta de tres miembros.
Kassell recibió cero votos.
“Ganamos las elecciones, pero aún necesitamos propietarios”, dijo Spahr a los dueños al final de las elecciones, instando a participar en las reuniones y votaciones en los próximos meses.
La primera tarea para Spahr y sus compañeros de la junta directiva sería la evaluación especial de $21 millones. Kassell no logró realizar una votación para aprobar la tasación especial multimillonaria para el edificio de 16 años en noviembre. Si bien las evaluaciones grandes están permitidas según la ley estatal, las juntas deben obtener el 50% de la aprobación del propietario para cualquier proyecto de más de $50,000 o “que supere el 115% de las tasas del año calendario anterior”, según el estatuto estatal.
Nunca se realizó una votación.
En cambio, los propietarios recibieron cuotas que oscilaban entre los $40,000 y los $50,000, según el tamaño de la residencia. Kassell fijó como fecha límite para enero la cuarta parte de la cuota de cada propietario, y el resto se pagaría en nueve pagos trimestrales.
“Esta elección simulada será desechada el próximo lunes”, dijo Kassell al Miami Herald. Se negó a responder preguntas, citando al bufete de abogados y al representante de la asociación, Halpern Rodríguez.
Marc Halpern, socio principal y fundador del bufete de abogados Halpern Rodríguez con sede en Coral Gables, no respondió a una solicitud de declaraciones.
Presiones financieras tras el colapso de Surfside
La elección en 1060 Brickell sigue a una serie de propietarios que se oponen a que las asociaciones aumenten las tarifas mensuales de tasación de condominios, solicitan evaluaciones especiales y expectativas establecidas para las contribuciones de reserva a partir de enero.
Los aumentos se produjeron después del colapso de las Champlain Towers South, que dejaron 98 fallecidos en junio de 2021. El edificio se derrumbó después que los propietarios retrasaron las reparaciones estructurales y se le impuso una tasación especial de $15 millones al condominio de 39 años en el momento del desastre.
En un intento por proteger vidas, el estado desarrolló nuevas leyes que obligan a los propietarios a abordar problemas estructurales y crear reservas para futuras renovaciones y proyectos.
El problema es el proceso, no el precio de la tasación especial, dijo Diego Navia, que vive en 1060 Brickell. Navia dijo que es necesario establecer más responsabilidad y límites para los miembros de la junta.
“Es necesario que se apliquen las leyes con mayor rapidez”, afirmó. “Las leyes aprobadas fueron un gran paso adelante”.
En los próximos días, la junta recién elegida planea luchar por el reconocimiento de Kassell y por la claridad en torno a la evaluación especial exigida de $21 millones. Spahr dijo que solo necesitaban tiempo para planificar.
“Entendemos que los propietarios quieren respuestas. Este fue el primer paso de hoy. Este fue el paso más importante de hoy. El resto”, dijo Spahr, “es un territorio un poco desconocido”.
