¡A Dormir! Trucos y consejos para que duerman tus niños.

El descanso es esencial para tener una vida diaria tranquila y sacarle el mejor rendimiento a nuestro estudio y trabajo. Pero dormir bien es una capacidad que les cuesta aprender a muchos niños pequeños, y por eso lo padres tienen que estar ahí para ayudarlos y guiarlos.

Aquí algunos consejos a tener en cuenta a la hora de establecer una buena práctica de descanso:

Ritual: es muy importante que el niño, a través de los diferentes rituales, entienda cuándo es la hora de ir a la cama. En muchos casos suele ser un baño, un cuento, una canción de cuna, etc. Cualquier actividad que les indique que se acerca la hora de dormir.

Rutina: es necesario que el niño se vaya a la cama y se despierte siempre a la misma hora para así asegurarnos que duermen las horas necesarias. Los niños pueden dormir un poco más durante el fin de semana, pero los expertos recomiendan que no sea más de dos horas a la ya habituadas, pues se interrumpe el orden del sueño.

Beber: no es aconsejable darle muchos líquidos antes de dormir, provocará sin más remedio que quieran ir al baño en mitad de la noche. Es mejor asegurarnos de que consumen bastante líquido a lo largo del día. Por supuesto se deben evitar bebidas excitantes que puedan contener cafeína.

Comer: es bueno que el niño esté bien alimentado, pero no se aconseja que coma mucho justo antes de dormir. En España, por ejemplo, la cena se suele hacer muy tarde, casi justo antes de ir a la cama, pero esto es un error, los expertos recomiendan que haya al menos dos horas entre la cena y la hora de dormir, de lo contrario se pueden tener molestias digestivas durante el sueño. También se deben evitar alimentos que contengan azúcares o excitantes como el chocolate.

Temperatura: nos debemos de asegurar que la habitación tiene una temperatura adecuada, y que tanto las ropas de cama como las de dormir son apropiados para la estación del año.

Tranquilidad: crear un ambiente tranquilo y relajado antes de dormir ayudará a que tu hijo se relaje. Para ello nada mejor que tener una iluminación difusa, fuera de ruidos y sin objetos tecnológicos encendidos.  Se deben evitar actividades como correr, pelear, saltar, etc., y en su lugar se deben realizar otras más tranquilas como leer, dibujar, hacer puzles, etc.

Aparatos electrónicos: recientes estudios concluyen que jugar a videojuegos o mirar la televisión justo antes de dormir es un gran error, especialmente si se hace a oscuras. Parece ser que en la oscuridad las pupilas se dilatan frente a la pantalla para que así entre más luz,  de esta manera el cerebro recibe más estimulación, las neuronas se aceleran y se observa una mayor actividad cerebral.  Probablemente sea mejor leerles un cuento o escuchar música relajada para bajar la intensidad cerebral y dar lugar al descanso.

El peluche: muchos niños sienten la necesidad de dormir con una muñeca, un peluche o una mantita especial, es lo que se llaman objetos de consuelo o de transición, ya que suele darse durante la etapa de bebé a niño. Este objeto proporciona una sensación de seguridad ante la ausencia del adulto que solía ser mamá, papá o ambos. Es una forma de seguir sintiéndose acompañado, pero es tan intensa la relación que el niño suele formar un vínculo afectuoso con este objeto. Los expertos aseguran que la relación del niño con su objeto favorito le ayuda a desarrollar la capacidad para establecer todo tipo de vínculos afectivos, por lo que no hay que preocuparse si el niño es mayor y sigue queriendo dormir agarrado a su peluche.

La cama es el paraíso: la cama se debe de observar como un lugar positivo y maravilloso en lugar de un castigo. Muchas veces, cuando el niño no se porta bien se le suele mandar a la cama, por lo que puede llegar a asociarla como un lugar negativo y a la larga le puede causar temores e intranquilidad.

Además de todo esto, puede ocurrir que el niño tenga problemas de sueño mucho más serios como pueden ser los terrores nocturnos, pesadillas frecuentes, sonambulismo, enuresis, etc… por lo que en estos casos se necesitarán otras medidas y pautas a seguir, y en otros muchos la ayuda de un profesional para que el niño consiga dormir placenteramente toda la noche, sin interrupciones y con total tranquilidad.

Bueno, ya se está haciendo un poco tarde, ¡así que venga, a seguir estos consejos, a ponerse el pijama, a la cama y a soñar con los angelitos! ¡Buenas noches!

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