“Donante perfecto” de esperma resultó ser un enfermo mental

Parecía el donante perfecto: tenía un coeficiente de inteligencia de 160 y era un baterista de renombre internacional que además estaba trabajando en un doctorado en ingeniería de la neurociencia.

Por si fuera poco, hablaba cinco idiomas y era capaz de leer cuatro o cinco libros al mes. Se identificaba como el donante de esperma 9623.

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(Banco de esperma. Foto: IBT)

Desde luego, un candidato así es muy codiciado. Tanto, que sería el padre biológico de hasta 36 niños, en Canadá, Estados Unidos y el Reino Unido.

Pero como dice el dicho popular, era demasiado bueno para ser verdad.

Una demanda, presentada el miércoles por tres familias en Canadá, alega que el donante era en cambio un delincuente convicto con múltiples diagnósticos de enfermedades mentales, como esquizofrenia.

La demanda fue entablada contra Xytex Corp, con sede el Georgia, Estados Unidos, y Outreach Health en Canadá y busca una indemnización de 12 millones de dólares por concepto de daños a tres niños de entre cuatro y ocho años de edad, concebidos a partir de la esperma del donante.

Ninguna de las acusaciones contenidas en la demanda, que incluyen nacimiento injusto, falta de investigación y fraude, han llegado a los tribunales.

La discrepancia entre el perfil del donante en la clínica de fertilidad y su identidad real salió a la luz por primera vez en 2014, después que un correo electrónico del hombre fue enviado accidentalmente a las familias receptoras.

Cuando recibió el mensaje, Angie Collins, una profesora de 45 años residente en Toronto y madre de uno de los niños concebidos con la esperma del hombre, hizo lo que muchos de nosotros haríamos: buscar información sobre el individuo en Google.

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Angie Collins con su hijo a los tres meses de nacido. Foto: CBC.

Y con cada fragmento de información que emergía, la mujer se asustaba más.

“Sólo era cada vez peor y peor”, dijo. “Fue como un sueño que se volvió pesadilla en un instante.”

Las demandas presentadas en los tribunales alegaron que el donante había sido diagnosticado con esquizofrenia, trastorno de la personalidad narcisista y delirios de grandeza.

También alegan que el residente en Georgia, de 39 años de edad, pasó ocho meses en la cárcel después de un robo a una casa en 2005 y se graduó con una licenciatura el año pasado, 20 años después de matricularse en la universidad.

Solicitó ser donante de esperma en el año 2000, de acuerdo con la demanda, y por ley no estaba obligado a probar su identidad. Continuó vendiendo sus espermatozoides hasta el año 2014.

Hasta ahora el hijo de Collins, de ocho años de edad, no ha mostrado ningún signo de enfermedad mental, pero ella teme que eso pueda cambiar en la adolescencia.

La mujer responsabiliza del fraude más a la empresa que al donante. Él “no debería haber hecho lo que hizo, pero el gran problema no es con él”, dijo. “Es con empresas que le permitieron donar y vender su esperma”.

Ella y su pareja pasaron unos cuatro meses investigando los donantes de esperma antes de decidirse por Xytex en 2006, tranquilizados por informes sobre sus donantes de alta calidad y la rigurosa selección de estos.

“Usted puede estar tranquilo…cada donante de Xytex clasifica en el 1% de la población en materia de salud y bienestar”, asegura la página web de Xytex.

Xytex negó las acusaciones a través de su abogado, Ted Lavander. “Xytex es un líder de la industria y cumple con todos los estándares”, afirmó en un correo electrónico al diario británico The Guardian. Outreach Health declinó comentar sobre el caso.

Collins aspira a que gracias a su demanda, los bancos de esperma hagan una mejor selección de los donantes, que incluya la realización de controles de antecedentes médicos y penales.

También espera que Xytex cree un fondo médico para los niños afectados por el Donante 9623, que se utilizará para la intervención y el tratamiento si alguno de ellas muestra signos de enfermedad mental en una fecha posterior.

Nancy Hersh, una abogada con sede en San Francisco, dijo que tenía la intención de presentar en los próximos meses demandas adicionales en nombre de las familias estadounidenses y británicas afectadas en Estados Unidos.