Donald Trump logró una victoria aplastante en Iowa y se afianza en la carrera hacia la Casa Blanca
WASHINGTON.- La gente todavía estaba votando en algunos rincones de Iowa cuando los medios anunciaron que el ganador del caucus era Donald Trump. La agencia de noticias AP, que lleva más de 170 años cantando resultados de las elecciones, dio a conocer su proyección apenas 31 minutos después de que arrancó la votación, a las 19.31, hora local. La celeridad con la cual se anticipó el desenlace de la primera cita del calendario electoral en Iowa fue un testimonio del demoledor dominio de Trump en el Partido Republicano. La única incógnita, cuando el escrutinio apenas había comenzado, era cuál sería el margen final de la victoria, y quién quedará en segundo lugar, Nikki Haley o Ron DeSantis.
Con más la mitad de los votos escrutados, Trump obtenía el 51% de los votos y sacaba una diferencia abismal respecto de Haley y DeSantis, que disputaban el segundo puesto, según los primeros datos recopilados por la agencia AP. DeSantis obtenía una luz de ventaja en esa contienda al obtener el 21,2% de la votación, contra un 19,1% de Haley. Trump se imponía en todos los condatos de Iowa, y cosechaba más votos que el resto de los candidatos juntos.
Horas después, ratificó ese 51,1%, logrando la victoria en todos los condados excepto en uno y se hizo de 20 delegados (con 55.432 votos), una cifra muy superior a la del gobernador de Florida, Ron DeSantis, con ocho delegados y 23.054 apoyos. Por detrás, quedó la exembajadora ante Naciones Unidas, Nikki Haley, con otros siete delegados (y 20.687 votos) y la victoria en el condado de Johnson.
Trump apareció en el escenario de su cuartel general en Des Moines unos minutos antes de las 10 de la noche, hora local, para brindar un discurso victorioso como si ya fuera el candidato republicano. Con un inusual tono componedor, felicitó a a sus rivales, agradeció a su familia, sus partidarios y a los políticos que lo respaldaron, y ensayó un llamado a la unidad.
“Este es el momento de que todos, nuestro país, se unan”, dijo. “Nos uniremos, sucederá pronto”, completó.
La enorme ventaja que obtuvo Trump en el inicio del escrutinio ratificaba su condición de máximo favorito para capturar la nominación presidencial del Partido Republicano y enfrentar en la elección general del 5 de noviembre al presidente Joe Biden. El amplio triunfo de Trump en la primera elección del año le brinda un fuerte impulso a su campaña presidencial y afianza su marcha hacia la pelea por la Casa Blanca, a la vez que deprimía los –hasta ahora, inocuos– intentos de sus rivales por arrebatarle el liderazgo del Grand Old Party.
La siguiente cita será la primaria de New Hampshire, el próximo martes, donde Trump también lidera en las encuestas.
Más allá del resultado del caucus, las encuestas realizadas por medios antes de la votación volvían a confirmar el profundo idilio entre Trump y la base de votantes republicana, y mostraban que ni su amplio prontuario judicial o su intento por revertir su derrota ante Biden en la elección presidencial de 2020 drenaron el respaldo de sus votantes.
Un sondeo de la agencia AP reveló que casi todos los votantes que participaron en los caucus –a pesar del frío glacial que paralizó al estado– quieren un cambio significativo en la forma de administrar el país, y aproximadamente 6 de cada 10 se identifican como partidarios del movimiento “Make America Great Again” que Trump gestó en su campaña 2016. Otra encuesta de CNN ratificó dos posturas que han mostrado otros sondeos en el resto del país: alrededor de dos tercios de los votantes del caucus no creen que la victoria de Biden sobre Trump hace cuatro años fue legítima, aun cuando no existe evidencia alguna de un fraude electoral masivo.
Y pocos votantes se mostraron preocupados por el nutrido prontuario judicial de Trump. Aproximadamente 6 de cada 10 votantes dijeron que “considerarían a Trump apto para la presidencia si fuera declarado culpable de un delito”, y sólo alrededor de un tercio dijo que no lo considerarían apto bajo esa circunstancia.
Ni la votación había terminado en Iowa ni los seguidores de Trump habían llegado a reunirse en su cuartel general el Des Moines, la capital de Iowa, cuando los medios lo declararon ganador de la primera elección en la temporada de primarias. Enfurecida, la campaña de DeSantis denunció una “interferencia electoral” de los medios a favor de Trump.
“Es absolutamente indignante que los medios de comunicación participen en la interferencia electoral al cantar la elección antes de que decenas de miles de habitantes de Iowa tuvieran siquiera la oportunidad de votar”, dijo el director de Comunicaciones de DeSantis, Andrew Romeo. “Los medios de comunicación están apoyando a Trump y este es el ejemplo más atroz hasta ahora”, completó.
Pero DeSantis se llevaba el segundo puesto, y conseguía mantener con vida su campaña, plagada de problemas desde sus comienzos.