Yahoo Noticias Este dominicano brilla en pitcheo de los Marlins. Estuvo en el Juego de Estrellas y ahora piensa en el Cy Young
Esta es la tercera parte de una serie de tres partes que destacan a los representantes de los Marlins de Miami en el Juego de las Estrellas de la MLB de 2022. Para leer la primera parte sobre Garrett Cooper, haga clic aquí Para leer la Parte 2 sobre Jazz Chisholm Jr. haga clic aquí.
En los días en que Sandy Alcántara es titular, el entrenador de lanzadores de los Marlins de Miami, Mel Stottlemyre Jr., trata de evitar el contacto visual con su as lo más posible.
“No me gusta mirarlo”, expresó Stottlemyre. “Él también quiere matarme”.
Alcántara se encierra horas antes del primer lanzamiento, poniéndose en modadlidad de juego mucho antes de subir al montículo para lanzar siete, ocho, a veces nueve entradas con lo que parece una relativa facilidad.
“Espero que podamos continuar con eso”, comentó Stottlemyre. “Espero que siga haciendo lo que está haciendo. Él pone el listón alto”.
Pero no se limiten a tomar la palabra de Stottlemyre sobre lo bueno que es Alcántara como lanzador.
Si se hace una encuesta entre los directivos y jugadores de las Grandes Ligas que se han enfrentado al as de los Marlins en los últimos dos meses, la opinión sobre él parece ser la misma.
Empezando por el entrenador de los Bravos, Brian Snitker, que solo pudo sacudir la cabeza e inclinar metafóricamente su gorra después de que Alcántara mantuviera a su equipo en cuatro carreras (solo una limpia) con 21 ponches durante 17 entradas en salidas consecutivas en mayo.
“Su material es tan bueno”, señaló Snitker, “que ni siquiera sé si la familiaridad importa”.
O el manager de los Nacionales, Dave Martínez, cuyo equipo bateó seis hits en nueve entradas en blanca cuando se enfrentó por última vez a Alcántara el 8 de junio.
“Es el mejor de nuestra liga, creo. Realmente lo creo”, aseguró Martínez. “Tiene buen material. Fue duro toda la noche. Nos mantuvo desequilibrados. No vas a ver a nadie mejor que eso ahí mismo. Es realmente bueno”.
O el de los Mets, Buck Showalter, cuyo equipo ha visto a Alcántara en tres ocasiones y solo ha tenido una salida exitosa contra él, e incluso entonces le han hecho nueve carreras (ocho limpias) en 22 entradas.
“Todo el mundo sabe lo que va a hacer y lo hace de todos modos”, explicó Showalter. “No es que vaya a sacar algo nuevo [o] diferente y [tú] no lo hayas visto venir”.
O el primera base de los Filis, Rhys Hoskins, quien tiene de 7-1 con dos ponches, pero ha logrado anotar tres de las 33 carreras permitidas por Alcántara esta temporada.
“Es algo que se repasa y se habla de antemano”, acotó Hoskins. “En la división, lo hemos visto siempre este año. Lo hemos visto demasiado, en realidad. Sabemos que lanza strikes. Uno ve las bajas tasas de carreras. Obviamente, golpea la zona”.
O Mike Trout, de los Angelinos de Los Ángeles, el 10 veces All-Star y tres veces MVP que se fue de 3-1 con dos ponches y un sencillo contra Alcántara en su primer enfrentamiento el 5 de julio.
“Tienes que conseguir un buen lanzamiento para batear y él tiene buenas cosas, algunas de las mejores que he visto”, expresó Trout. “Tiene grandes números. Hablé con muchos tipos de la liga, y él está ahí arriba con buen material”.
En caso de que los números no lo respalden, el consenso es claro: Alcántara, un All-Star por segunda vez en su joven carrera en las Mayores, se está ganando el respeto de toda la liga a medida que construye un currículo en 2022 digno de un Premio Cy Young y continúa su evolución hacia ser uno de los mejores lanzadores.
El potente lanzador derecho de 26 años es un caballo de batalla, que lidera las Mayores en entradas lanzadas (138 1/3) mientras entra en la pausa del Juego de Estrellas con el segundo mejor promedio de limpias (1.76).
Lleva una racha de 13 salidas consecutivas con al menos siete entradas lanzadas y no ha cedido más de dos carreras en 12 de esas salidas.
¿Y esos 13 partidos? Nueve han sido contra equipos con registros ganadores: tres contra los Mets, dos contra los Bravos, dos contra los Filis y uno contra los Cardenales de San Luis y los Gigantes de San Francisco.
“Es, sin duda, la racha más larga de salidas como esta que he tenido el privilegio de ver”, afirmó Stottlemyre. “Y, al final, sé que todos miramos el producto final o el juego o las anotaciones. He visto cómo lo hacía sin sus cosas buenas”.
Convertirse en un ‘nombre familiar’
En medio de este surgimiento de lanzador principal en la rotación de los Marlins a posiblemente el mejor lanzador en el béisbol esta temporada, siguió forjándose el argumento a favor de que Alcántara sea el lanzador titular de la Liga Nacional el martes.
El reconocimiento no llegó, y el honor fue para Clayton Kershaw, de los Dodgers.
Alcántara no está dejando que eso lo perturbe.
“Estoy aquí para hacer mi trabajo”, manifestó Alcántara.
Ese trabajo es salir al montículo cada cinco juegos y simplemente dominar.
Alcántara lo ha hecho.
Sus 15 salidas de calidad están empatadas en segundo lugar en las Mayores.
Es uno de los dos pitchers que han lanzado varios juegos completos esta temporada, junto con Framber Valdez de los Astros (y tiene una tercera salida de nueve entradas).
Y está entre los 10 mejores de la liga en promedio de bateo en contra (cuarto, .190), en carreras y hits por entrada lanzada (quinto, 0.90) y en dobles jugadas forzadas (empatado en cuarto lugar con 14).
Y lo está haciendo con eficiencia. Alcántara promedia solo 14.06 envíos por entrada, el más bajo del béisbol.
“El béisbol está descubriendo quién es este tipo”, anadió Stottlemyre Jr.
Los Marlins, por su parte, ya sabían quién era Alcántara y el potencial que tenía. Por eso lo contrataron con un contrato de cinco años y $56 millones con opción a un sexto año esta temporada.
“Lo que ha hecho ha sido fenomenal”, dijo la gerente general de los peces Kim Ng, quien llamó a Alcántara un “as por excelencia” en la conferencia de prensa que anunció la extensión.
“Cuando lo comparas con muchos de los serpentineros que hay, lo que ha sido capaz de encadenar durante este largo período ha sido tremendo. Está empezando a convertirse en un nombre conocido”.
Es lo que Miami esperaba cuando lo adquirió en diciembre de 2017 junto con Zac Gallen, Daniel Castaño y Magneuris Sierra de los Cardinals en el canje de Marcell Ozuna.
El asistente del gerente general de los Marlins, Brian Chattin, el miembro de más alto rango del actual personal de la oficina central que aún está en la organización desde el momento del canje, vio por primera vez a Alcántara lanzar en persona en 2015.
El dominicano estaba con la filial de novato de los Cardenales en la entonces Liga de la Costa del Golfo en ese momento, pero era evidente incluso entonces que su potencial de Alcántara era inmenso.
“Sentimos que había mucha proyección en él, sentíamos que la entrega era lo suficientemente repetible, había suficiente atleticismo allí”, aseguró Chattin.
“Ciertamente no era un producto terminado en el momento en que lo estábamos persiguiendo, pero sentimos que había potencial allí para ser un as en la rotación, y afortunadamente, ha llegado allí e incluso superó esas expectativas”.
‘Estamos en deuda con él’
Y el valor de Alcántara para el club se extiende más allá de lo que hace en el montículo. Su capacidad para lanzar en la profundidad de los juegos prácticamente cada vez que sale tiene un efecto de arrastre en el resto del roster de lanzadores.
“Cada vez que él lanza, tu bullpen tiene un día libre”, senteneció Mattingly. “Parece que ha lanzado siete u ocho entradas cada vez. Al día siguiente, el bullpen está fresco”.
El relevista Anthony Bass añadió: “Hizo un comentario de que tenemos que empezar a pagarle porque cada vez que lanza, tenemos la noche libre, así que estamos en deuda con él”.
¿Qué es lo que más destaca Stottlemyre del desempeño de Alcántara esta temporada?
“El hecho de que ha sido consistente”, añadio el entrenador de lanzadores.
“He visto un par de bullpens temblorosos que creo que en el pasado probablemente habrían llevado a no obtener los resultados y a salirse de la zona. Se ha comprometido a entrar en la zona y, obviamente, tiene confianza para lanzar sus cosas en la zona. Ahora lo consigue”.
Los Marlins vigilarán a Alcántara durante la segunda mitad de la temporada. Aunque él se entrena para poder lanzar nueve entradas en cada apertura –y la expectativa ha llegado al punto de que lance al menos siete en esas salidas–, está a menos de 70 innings de su máximo de carrera en una sola temporada de 205 2/3 entradas, con poco menos de dos meses y medio de campaña por jugar.
Después de que suba al montículo el martes, en cualquier entrada que sea, el enfoque de Alcántara cambiará de nuevo a la temporada y a asegurarse de que puede replicar el éxito de la primera mitad lo mejor posible.
“Solo seguir haciendo lo mismo”, finalizó Alcántara. “Seguir estando sano. Seguir compitiendo. Solo ser capaz de salir cada cinco días y hacer mi trabajo”.
