¿Los Dolphins y Tyreek Hill se encaminan hacia un divorcio? McDaniel en una gran encrucijada
No puedes decir “hemos terminado’’ o “quiero ver a otras personas’’ en un año donde te han pillado en las redes sociales flirteando con otros [normalmente los Chiefs de Kansas City], y pensar que al final decir “lo siento’’ significa que todo está perdonado.
El daño está hecho.
El dolor deja una cicatriz.
Tyreek Hill abandonó a los Dolphins durante la derrota del domingo 32-20 ante los Jets en Nueva York y después insinuó que quería dejar la organización.
El wide receiver estrella del club de Miami, el jugador al que la franquicia del sur de Florida se ha pasado tres temporadas animando y cuidando, apoyando y luego excusando, estaba claramente frustrado.
Hill se vio obligado a hablar después del vergonzoso revés y a medida que las preguntas difíciles se apilaban sobre lo políticamente correcto las mordeduras de lengua desaparecían.
Luego de luchar contra crecientes lesiones en lo que ha sido su segunda temporada menos productiva de su exitosa carrera en la NFL, Hill dijo cosas que probablemente hubiera deseado no haberlas pronunciado en voz alta sobre los Dolphins (8-9), que lo convirtieron en uno de los jugadores mejor pagados de la liga en las últimas tres campañas.
“Estoy abriendo la puerta. Estoy fuera. Me voy, hermano. Fue grandioso jugar aquí, pero al final del día tengo que hacer lo mejor para mi carrera’’, declaró Hill, quien atrapó dos pases para 20 yardas contra los Jets, a pesar de llegar al partido necesitando 61 yardas para conseguir su octava temporada de 1,000 yardas.
“Soy demasiado competitivo como para estar ahí fuera sin más”, subrayó.
Esta saga de Hill es similar a cuando sale demasiada pasta de dientes del tubo y después no puedes reponerla.
Pero, ¿se puede usar?
Un jugador que llama la atención
Después de todo, estamos hablando de un individuo que busca llamar la atención y cuyo equipo legal solicitó el divorcio de su esposa Keeta Vaccaro la pasada temporada baja y luego actuó como si nunca hubiera sucedido.
Tras abandonar el equipo el domingo, este jugador de élite, un talento con trayectoria hacia el Salón de la Fama, montó una pataleta que avergonzó a su empleador y a la organización que le pagó generosamente durante tres campañas.
Autoproclamado un troll de las redes sociales, Hill dejó en evidencia a su entrenador, el mismo hombre que le convirtió en el segundo wide receiver más productivo de la NFL en un periodo de dos años y que le mimó durante ese tiempo.
Ahora viene la parte difícil porque pronto sabremos cómo el entrenador Mike McDaniel y los Dolphins manejarán esta situación con Hill, quien parece estar haciendo lo mismo que Jimmy Butler con el Heat al tratar de forzar un intercambio.
Hill no puede ser traspasado durante meses y su valor no podría ser más bajo, especialmente ahora que ha hecho público su deseo de alejarse del club de Miami.
Y luego están las ramificaciones financieras que conlleva su traspaso a cambio de cualquier jugador o alguna selección del draft que pueda conseguir la franquicia.
Hay que tener en cuenta que, rabieta o no, el seis veces invitado al Pro Bowl sigue siendo el activo más valioso de los Dolphins.
Prueba de ello fue que el lunes tres equipos se pusieron en contacto con este redactor para saber “qué pasa con Tyreek’’.
No preguntan porque sea un chisme jugoso.
Pero el equipo de Miami no puede y no debe pretender que lo que pasó el domingo en Nueva Jersey no es un gran problema.
Hill socavó la organización, especialmente la cultura que McDaniel está tratando de construir, y existe la posibilidad de que esta ruptura pueda tener un impacto duradero en este club.
Su actitud ciertamente no puede quedarse sin consecuencias, lo que significa que McDaniel debe transformarse de McBuddy a McDisciplinario.
Decisiones difíciles por tomar
Cada temporada baja hay que tomar decisiones difíciles cuando la franquicia trabaja para reponer la plantilla y esta no es diferente.
Pero la novela de Hill obligará a McDaniel a evolucionar y a esforzarse para tratar de hacer algo que no es propio de un coach en su tercer año.
Será un punto de inflexión para él que le ayudará a convertirse en el líder de un grupo de hombres que tiene potencial para ser, o será el principio del fin.
Joe Philbin y Adam Gase se vieron obligados a revisar sus plantillas cuando los jugadores los descalificaron como líderes aptos para dirigir una franquicia de la NFL.
Ambos perdieron sus puestos como entrenadores de los Dolphins cuando los jugadores agitaron la bandera blanca sobre ellos como líderes.
Brian Flores también perdió el mismo rango cuando el quarterback Tua Tagovailoa dejó claro que uno de ellos tenía que dejar Miami.
Tal vez Hill está trazando una línea en la arena, ofreciendo su voto sobre si el propietario Steve Ross debe mantener el status quo [la situación actual] dentro de la organización, que se anunció a última hora de la noche del domingo.
De cualquier forma, acabaremos descubriendo la posición en la que se encuentra cada uno.
Pero sé exactamente dónde se fijará mi mirada.
“Todo empieza con Mike. Él tiene que venir con ese enfoque de que vamos a ser un gran equipo. Y hacer que todo el mundo se apegue a ese estándar todos los días. La gente tiene que creer plenamente en lo que él predica. Jugadores, entrenadores, personal. Todo el mundo’’, afirmó offensive lineman Terron Armstead.
“Si colocas a más de 100 personas con un objetivo común tienes la oportunidad de ser grande. Cuando tienes tantas partes en movimiento y se desconectan enseguida lo ves’’, aseguró Armstead.
“A veces el ataque va bien y la defensa no. A veces la defensa y los equipos especiales van bien y el ataque no. Para ser realmente grande tienes que tener las tres fases y eso va más allá del terreno de juego. El terreno es solo el producto final’’.
“El embarazo de un equipo es en lo que tenemos que centrarnos’’, señaló Armstead haciendo una observación reveladora.
“La gente solo quiere ver al bebé. Pero realmente tenemos que pasar por los dolores de crecimiento y los altibajos para llegar allí’’.
Es una pena que los últimos dolores de crecimiento de los Dolphins puedan llevar a un divorcio con el mejor jugador del equipo.