Los Dolphins redoblan energías y se enfocan en el partido contra los Cowboys, que será como una final

El gran alivio que dejó el aplastante triunfo 30-0 sobre los Jets de Nueva York quedó atrás y ahora los Dolphins (10-4) se enfocan en el choque contra los Cowboys de Dallas (10-4), la víspera de Navidad (4:25 p.m.) en un partido que será como una final.

En estos momentos, el escuadrón de Miami se ubica junto con otros tres equipos como los terceros mejores entre los 32 de la NFL y en segundo lugar en la Conferencia Americana.

Pese a esa magnífica ubicación nada está seguro para los Dolphins porque atrás vienen los Buffalo Bills (8-6), que luchan de manera desesperada no solo por llegar a los playoffs sino por desplazar a los surfloridanos del primer puesto en la División Este.

Los otros dos integrantes en esa división, los Jets y los Patriots de Nueva Inglaterra, quedaron eliminados.

A falta de tres fechas para el final de la temporada regular, los Dolphins tienen tres compromisos decisivos: después de recibir a los Cowboys en el Hard Rock Stadium visitarán a los Ravens (11-3), en Baltimore, y el cierre será en casa contra los Bills (8-6).

“Ahora estamos enfocados en los Cowboys y ellos definitivamente merecen nuestra atención”, explicó el entrenador de los Dolphins Mike McDaniel.

“Por la tanto, mientras completamos el análisis del encuentro anterior ya pensamos en el siguiente. No nos preocupamos de lo demás, ni de los playoffs, ni de los tres próximos partidos y le he dado licencia a mis jugadores para que no contesten a esas preguntas si no lo desean”.

Los Jets pagan los platos rotos ante los Dolphins y reciben una paliza que jamás olvidarán

Más allá de la narrativa del estratega, hay que señalar que los Dolphins dependen de sí mismos.

Basta con ganar dos partidos para asegurar el primer puesto en el Este. Si tropiezan los Bills, entonces el club de Miami necesitará solo una victoria.

Sobre el papel, los Bills afrontan un calendario más fácil: el sábado (8 p.m.) visitarán a los Chargers (5-9) en Los Angeles; luego recibirán a los Patriots (3-11) y el cierre será contra los Dolphins.

Para el conjunto de Miami, el triunfo sobre los Jets fue muy reconfortante, no solo porque eliminaron a un gran enemigo sino porque se recuperaron luego de una derrota (28-27) contra los Titans de Tennessee en el Hard Rock Stadium, tras haber estado adelante en el marcador con 14 puntos de ventaja.

Además el partido contra los de la Gran Manzana lo jugaron sin su máxima estrella, Tyreek Hill.

El wide receiver había sufrido una recaída en su tobillo tras un golpe que recibió contra los Titans que lo límitó a solo cinco recepciones y 61 yardas ganadas esa noche.

Lo satisfactorio es que pese a no contar con su principal hombre contra los Jets, la ofensiva respondió a las mil maravillas.

“Cuando un jugador como Tyreek queda fuera, no solo es necesario que su reemplazante responda”, afirmó el también wide receiver Jaylen Waddle.

“Es tarea de todo el equipo cuando hay que reemplazar a un hombre del calibre de ‘Cheetah’, un jugador de nivel de Salón de la Fama. Pienso que contra los Jets hicimos un buen trabajo colectivo”.

Lo paradójico es que sin su jugador más explosivo, solo consiguieron 77 yardas por tierra y el resto fue por aire con un Tua Tagovailoa impecable.

El quarterback completó 21 de 24 pases para 224 yardas y un touchdown.

“No tenemos que cambiar lo que somos porque uno de los nuestros está afuera”, afirmó Tua. “Contamos con otros jugadores en quienes confiamos. Y eso fue lo que ocurrió. Jugamos rápido y esa fue la mentalidad con la que salimos al partido contra los Jets”.

El otro factor importante es que salvo el caso del linebacker Andrew van Ginkel, quien se rompió el tabique pero siguió jugando con dos tapones en cada fosa nasal, no hubo mayores casos de lesiones tras enfrentar a los Jets y de esta manera la semana sirvió para ganar, recobrar el ánimo y recuperar a los jugadores heridos que habían quedado tras el choque contra los Titans.

Ahora viene una batalla más fuerte contra un rival como los Cowboys que vienen con la sangre en el ojo tras caer 31-10 contra los Bills, el domingo anterior.