MAR DEL PLATA.– Pasa el matrimonio con su perro y reacciona frente a una postal renovada y poco despejada. “Nos invadieron”, dice él y ella asiente. Atrás aparece una familia que llegó hace varios días y el padre le advierte pronto a su hijo pequeño, que ingresa a la carrera por la arena: “Me parece que tu lugar no está más”. Es que, en cuestión de horas, cambió el escenario y las playas del sur que estaban holgadas de espacio, favorecidas por un verano que en todo sentido todavía le cuesta arrancar, con el inicio de este fin de semana y apenas una pizca de sol tuvieron el primer impulso fuerte en la temporada.

Y ese empujón llega, cada vez con más fuerza de aluvión, de la mano del turismo joven, que en los últimos años se abrazó a este destino, atraído por propuestas recargadas de diversión y entretenimiento que alcanza desde la tarde hasta la noche profunda, con los atardeceres al ritmo de la música y primeros tragos y con noches y madrugadas que desde estas vísperas de cierre de año se extienden aún cuando el sol lo ilumina todo.

Es una respuesta, también, a una decisión política. Desde ese barajar y dar de nuevo que significó la obligada pausa por la pandemia hubo un guiño municipal que favoreció el desarrollo de lugares de esparcimiento nocturno, las fiestas en las playas y los eventos multitudinarios detrás de estrellas que los jóvenes acompañan con fidelidad y buen nivel de gasto.

“Uno de cada tres personas que nos visitan tiene entre 18 y 35 años”, dice el titular del Ente Municipal de Turismo y Cultura (Emturyc), Bernardo Martín, a partir de un relevamiento muy fino que desde ese organismo se hace con seguimiento de redes, móviles y un fuerte posicionamiento y promoción de Mar del Plata en aquellos espacios que llegan directo a ese perfil de turista.

“Fin de año se pasa en Mar del Plata, hace dos o tres años que se convirtió casi en ley”, confirman Marina Bermúdez y Samy López, de Capital Federal, que llegaron este miércoles. “Nos encontramos con otros grupos conocidos, la mayoría nos quedamos hasta el 2 y seguro volveremos con una o más escapadas durante enero”, aclaran sobre un viaje con tres amigas y alojamiento en un chalet que por $290.000 cada una alquilaron por una semana a metros de Ruta 11, en la zona de barrio Alfar.

Si bien el tiempo no vino acompañando durante estas últimas semanas, con mucho nubarrón y días frescos para disfrutar del mar, todo parece indicar que hay un pronóstico más favorable: se llegaría a recibir el año sin nuevas lluvias en el camino y 2025 se presentaría en sociedad por fin con una normalización del tiempo. Eso significaría sol a repetición y temperaturas acordes a un verano mejor que esta versión remolona que muestra en este cierre de diciembre.

DJ’s hasta el amanecer

Ese sector, próximo al Faro de Punta Mogotes, es y será epicentro de la mayor cantidad de presentaciones de DJ´s y fiestas electrónicas que se han programado durante esta temporada. Incluso con una agenda que se ha estirado, a diferencia de años anteriores, para llegar casi hasta mediados de febrero.

“Hasta el año pasado teníamos cuatro fiestas fuertes, siempre los sábados, y este año agregamos otras dos en el inicio de febrero”, contó a LA NACIÓN Ciru Zabalía, referente del equipo de comunicación de Mute, el parador donde esta tarde de sábado se terminaban de alistar barras, escenarios y luces para una noche de apertura de temporada con presentación de Hot Since 82, Fran Otero y Cuartero.

“Tenemos shows al límite ya de sold out”, dijo sobre fechas que significarán hasta 20.000 personas participando de esas fiestas en la playa hasta el amanecer. Y este año sumaron otros artistas fuertes los jueves, en busca de extender estadías que se suelen limitar a la jornada del espectáculo o fiesta y un rato más.

El sector de paradores del faro, que hace dos décadas tuvo su primer despertar con alguna discoteca y un formato de servicios que cautivó a un público de mayor poder adquisitivo, hoy concentra gran parte de este fenómeno de música asociada al turismo joven. En Horizonte del Sol, bien pegado a la edificación que es señal lumínica y de referencia en tierra para navegantes, hoy también se abre la temporada de shows. Será con la banda rosarina Vilma Palma e Vampiros en el escenario de Sonora Park, donde se programaron otras cinco fechas más con DJ’s y recitales en vivo para el arranque del año.

Y entre Mute y Sonora Park aparece Helena Beach, que también apostó por el mismo producto. Tanto apuesta a los jóvenes que allí, por ejemplo, estará el estudio de “Olga”, uno de los canales de streaming con más seguidores del momento.

A partir de este fin de semana se intensificó el movimiento de ingreso por ruta, con algunas demoras en distintos tramos por congestionamiento de tránsito. Y con pasajes de tren agotados para estos días. En el lote de propuestas de nocturnidad esperan el primer gran pico de demanda para la noche de Año Nuevo, cada uno con su evento y ya con tickets a la venta.

Como se ha visto en temporadas anteriores, la híperconcentración de público joven ameritó un refuerzo especial de seguridad. La triste experiencia que dejó el caso de Fernando Báez Sosa, asesinado a golpes a la salida de una disco en Villa Gesell en 2020, implicó que tanto Estado como los empresarios de la noche multiplicaron la presencia de policías en espacios públicos y personal de agencias privadas puertas adentro. Un desafío que se renueva desde esta misma noche. Lo mismo sucede con los traslados, en particular sobre ese tramo de ruta 11: anticiparon que se agregaran ómnibus para regresar de madrugada al casco céntrico de Mar del Plata.

El tipo de propuestas que están eligiendo estos espacios, en particular los del Faro con sus figuras invitadas en eventos muy especiales y siempre convocantes, exige presupuestos importantes para este segmento de turistas. Un acceso promedio es de $25.000 y una noche con artista extranjero, como podría ser la repetida y siempre muy esperada visita del DJ bosnio-alemán Solomun, se paga $120.000. Ya casi no hay tickets disponibles para esa cita.

Un directivo de la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Mar del Plata reconoció días atrás, en diálogo con LA NACIÓN, que están revisando políticas para captar a ese público joven que hoy en su mayoría llega en grupos y opta por alojarse en departamentos o casas, varias de estas últimas en ese extremo sur donde quedan a tiro de la movida nocturna y la siempre tentadora oferta de playa y atracciones del pujante Chapadmalal.

En este sentido trazaban posibilidades de ofrecer estadías de alojamiento que, dentro del paquete, por ejemplo incluyeran los traslados gratuitos hasta esas fiestas en proximidades del faro o aún algo más al sur, siempre en la línea de playas que acompaña a ese tramo de la ruta 11.