Distintas estimaciones del deshielo del Ártico no prueban que el cambio climático sea un engaño

El cambio climático acelera el deshielo del Ártico, que, según los científicos, llegará a ser total en algún momento del verano boreal en unos años. Usuarios en redes sociales comparten miles de veces en marzo de 2024 una imagen que muestra cuatro titulares de prensa con distintas fechas posibles para el deshielo total, y afirman que ello prueba una “manipulación” mediática.  Pero los artículos, publicados entre 2007 y 2024, se basan en diferentes estudios, lo que no invalida el hecho de que el Ártico se derrite desde hace décadas.

“Te manipulan año tras año”, dice la imagen que circuló en Facebook, donde también fue compartida con el mensaje el cuento que nunca llega.

También fue difundida en X, donde este usuario hizo referencia a la “iglesia de la calentologia”, una de las formas que utilizan los usuarios que niegan o minimizan los efectos del cambio climático, similar a “cambio cromático”, sobre la que AFP ha realizado verificaciones en otras ocasiones.

<span>Captura de pantalla de una publicación en Facebook, realizada el 9 de abril de 2024 </span>
Captura de pantalla de una publicación en Facebook, realizada el 9 de abril de 2024

Noticias publicadas entre 2007 y 2024

La imagen viralizada muestra cuatro titulares de los diarios españoles ABC y Público, que calculan distintas fechas para el deshielo del Ártico: 2016, 2020, 2030 y 2035. Una búsqueda en Google permitió ver que fueron publicados en los años 2007, 2012, 2023 y 2024, respectivamente.

Sus titulares son similares, pero el cuerpo de cada noticia tiene una fuente distinta de la información.

El artículo de Público, de 2007, es una entrevista a un investigador español que expone cómo se aceleró la pérdida de hielo ártico en el verano boreal, y dice: “En 2007, la tasa se ha acelerado. Si hacemos una proyección de este nuevo ritmo, posiblemente estaríamos hablando de un océano glacial Ártico libre de hielo antes de 2020”.

El artículo de ABC, de 2012, resume a su vez una publicación del diario británico The Guardian en la que un experto en hielo marino predice que para “2015 o 2016” culminará un proceso de colapso marino, con base en sus investigaciones, y alerta de lo que podría ocurrir en tal situación.

Por su parte, la publicación de 2023 remite a una investigación de la revista Nature que calcula que en 2030 el Ártico “podría ser” un océano sin hielo en septiembre, aunque también aporta el año 2050 como fecha antes de la cual se prevé un deshielo total en ese mes.

Y la noticia de 2024, que señala que “todo el hielo del Ártico podría desaparecer en verano a partir de 2035” se basa en “predicciones de la Universidad de Colorado Boulder” sobre cuándo la región ártica estará libre de hielo durante “un mes o más”.

Los cuatro artículos, que citan fuentes científicas, se apoyan en predicciones o estimaciones diferentes y siempre se refieren al verano boreal o al mes de septiembre como las fechas de cada año donde se produciría ese deshielo.

La investigadora Carolina Gabarró Prats, del Institut de Cienciès del Mar de Barcelona, advirtió el 10 de abril de 2024 a la AFP:

“Es muy importante ver las palabras exactas que se usan en los estudios y en los artículos periodísticos”

“A veces se da la predicción de cuándo la media de extensión del hielo en septiembre (promedio de todos los días de septiembre) estará por debajo del umbral (menos de 20%)”, dijo la investigadora consultada, mientras que “otras veces se habla de un solo día por debajo del umbral, lo que seguro pasará antes que la media”. Este es uno de los factores que “puede hacer que cambien las fechas de las predicciones en las noticias”.

Con los años evolucionan los modelos de análisis y aparecen nuevos estudios que cambian las conclusiones y estimaciones previas, pero los expertos coinciden en algo: el Ártico perderá todo su hielo en los próximos años en algún momento del mes de septiembre, dijeron tanto Gabarró como Ernesto Rodríguez, presidente de la Asociación Meteorológica Española (AME).

<span>Un barco turístico avanza entre el hielo marino de la bahía Borebukta, en la isla noruega de Isfjorden, el 3 de mayo de 2022</span><div><span>Jonathan NACKSTRAND</span><span>AFP</span></div>
Un barco turístico avanza entre el hielo marino de la bahía Borebukta, en la isla noruega de Isfjorden, el 3 de mayo de 2022
Jonathan NACKSTRANDAFP

Un consenso, diferentes modelos

“Entre los científicos hay el consenso de que se considera el océano Ártico libre de hielo cuando su extensión de hielo marino cae por debajo de un millón de kilómetros cuadrados”, aclaró a la AFP Gabarró. “Esto es menos de un 20% de lo que era la capa de hielo mínima estacional en la región en la década de 1980”.

Por su parte, el presidente de la AME expuso el 9 de abril de 2024 a la AFP cómo “se observa desde hace aproximadamente 40 años un decrecimiento paulatino de la extensión del hielo ártico (también del espesor) que afecta a todas las épocas del año”.

Rodríguez continuó: “En septiembre de cada año el hielo ártico alcanza un mínimo de extensión que coincide aproximadamente con el final del verano boreal. Este mínimo que se da en septiembre está reduciendo su extensión muy rápidamente”. “Si esta reducción siguiese al mismo ritmo que lo observado actualmente, el hielo ártico durante el mes de septiembre podría desaparecer en unas décadas”, apuntó.

Sobre el momento en que el Ártico tiene menos hielo coincidió Gabarró. En este estudio publicado en la revista Nature Review en marzo de 2024, resumido por Gabarró, “los investigadores dicen que la media de extensión de hielo en septiembre con el umbral por debajo del 20% podría producirse antes del 2030 y que es probable que ocurra en 2050”, pero podría haber “algún día de septiembre libre de hielo” unos años antes.

Si la reducción del hielo “siguiese al mismo ritmo que lo observado actualmente, el hielo ártico durante el mes de septiembre podría desaparecer en unas décadas”, coincidió Rodríguez, que alertó de que esa evolución “está condicionada por el escenario de emisiones” en el planeta, “y por la incertidumbre (o pequeñas discrepancias) que hay entre los distintos modelos”.

“Los modelos van mejorando”, detalló Gabarró, “pero aún hay cierta incertidumbre”. En cualquier caso, “es muy difícil predecir cuándo el Ártico se quedará libre de hielo con exactitud”. Y Rodríguez añadió: “Todas las evoluciones apuntan a una reducción paulatina de la extensión del hielo”.

Ambos expertos coinciden en que el momento en que se produciría ese deshielo sería en septiembre, por lo explicado anteriormente.

¿Qué ocurriría en un Ártico sin hielo? Gabarró respondió que, con menos hielo encima del océano, “este absorberá mayor calor del sol, aumentando así la temperatura del mar, y produciendo mayor calor a la atmósfera”, además de que habría “cambios en la circulación oceánica de gran escala”, lo que “produciría cambios muy importantes en el clima de todo el planeta”.

El observatorio europeo del clima Copernicus supervisa la evolución mensual y anual del hielo marino. En septiembre de 2023, por ejemplo, la extensión del hielo marino del Ártico alcanzó “su mínimo anual”, con una extensión diaria en el “sexto mínimo anual más bajo” y a nivel mensual en el “quinto lugar más bajo”.

De cara al futuro, “si evolucionamos por un escenario de altas emisiones de gases de efecto invernadero” se podría producir el deshielo total “en unas pocas décadas”, señaló Rodríguez, “o incluso no alcanzarse esta desaparición total del hielo en septiembre si corregimos el rumbo y evolucionamos por una senda de muy bajas emisiones en consonancia con los Acuerdos de París”.

Esos acuerdos, tras una negociación internacional, establecieron en 2015 el objetivo de limitar el aumento de la temperatura global en el siglo XXI por debajo de 2 ºC y, preferiblemente, por debajo de 1,5 ºC respecto a la era preindustrial.

Referencias

Artículo de Público

Artículos de ABC de 2012, 2023 y 2024

Perfil de la investigadora Carolina Gabarró

Asociación Meteorológica Española

Artículo de la revista Nature

Datos del hielo marino en septiembre de 2023 según Copernicus