Disponer de poco dinero no condiciona la felicidad de los pueblos indígenas
Barcelona (España), 5 feb (EFE).- Numerosos pueblos indígenas y comunidades locales de todo el mundo gozan de una vida muy satisfactoria a pesar de disponer de muy poco dinero, según revela un estudio en el que participan la Universidad McGill de Canadá y el Instituto de Ciencia y Tecnología Ambientales de la Universidad Autónoma de Barcelona (ICTA-UAB).
El trabajo, publicado en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences, demuestra que muchas sociedades con ingresos monetarios muy bajos tienen niveles de satisfacción vital notablemente altos, comparables a los de los países ricos, informa la UAB (noreste de España).
El estudio parte de la idea de que el crecimiento económico suele considerarse una forma segura de aumentar el bienestar de las personas en los países de renta baja.
En este sentido, señala que en las últimas décadas las encuestas mundiales han apoyado esta creencia al mostrar que los habitantes de países de renta alta tienden a declarar niveles más altos de satisfacción vital que los de países de renta baja.
Por ello, según el análisis, "esta fuerte correlación podría sugerir que solo en las sociedades ricas se puede ser feliz".
El trabajo, sin embargo, sugiere que "existen buenas razones para cuestionar que esta relación sea universal", ya que "mientras que la mayoría de las encuestas mundiales -como el 'Informe sobre la felicidad en el mundo'- recogen miles de respuestas de ciudadanos de sociedades industrializadas, estas tienden a pasar por alto a los habitantes de sociedades pequeñas y marginales, donde el intercambio de dinero desempeña un papel mínimo en la vida cotidiana y sus medios de subsistencia dependen directamente de la naturaleza".
Encuestas a casi 3.000 indígenas de todo el mundo
Para la investigación se entrevistó a 2.966 personas de comunidades indígenas y locales de 19 lugares distribuidos por todo el mundo, de las que solo el 64 % de las hogares encuestados disponía de ingresos monetarios.
Los resultados muestran que "sorprendentemente, numerosas poblaciones con ingresos monetarios muy bajos declaran niveles de satisfacción vital muy elevados, con puntuaciones similares a las de los países ricos", afirma el investigador de la Universidad McGill y del ICTA-UAB , Eric Galbraith.
La puntuación media de satisfacción vital en las sociedades de pequeña escala estudiadas fue de 6,8 en una escala del 0 al 10 y aunque no todas las sociedades declararon estar muy satisfechas —los promedios más bajos alcanzaron el 5,1—, en cuatro de los sitios registraron puntuaciones medias superiores a 8, que son las típicas de los países escandinavos ricos recogidos en otras encuestas.
Vida satisfactoria sin riqueza monetaria
Los resultados del estudio concuerdan con la idea de que las sociedades humanas pueden ofrecer una vida muy satisfactoria para sus miembros sin que ello requiera, necesariamente, altos grados de riqueza material medida en términos monetarios, concluye la UAB.
"La fuerte correlación que se observa con frecuencia entre ingresos y satisfacción vital no es universal y demuestra que la riqueza, tal y como la generan las economías industrializadas, no es un requisito fundamental para que los seres humanos tengan una vida feliz", señala la investigadora del ICTA-UAB Victoria Reyes-García.
Según el estudio, los resultados son una buena noticia para la sostenibilidad y la felicidad humana, puesto que "proporcionan pruebas fehacientes de que el crecimiento económico intensivo en recursos no es necesario para alcanzar altos niveles de bienestar subjetivo".
Los investigadores recalcan que, pese a saber que los habitantes de muchas sociedades indígenas y locales de pequeña escala aseguran estar muy satisfechos con sus vidas, desconocen los motivos.
En este sentido, Galbraith indica que trabajos previos sugieren que el apoyo y las relaciones familiares y sociales, la espiritualidad y las conexiones con la naturaleza son algunos factores importantes de los que dependería esta felicidad.
"Espero que aprender más sobre lo que hace que la vida sea satisfactoria en estas comunidades tan diversas, ayude a muchos otros a llevar una vida más satisfactoria y a abordar, al mismo tiempo, la crisis de la sostenibilidad", finaliza Galbraith.
(c) Agencia EFE