Una disidente norcoreana se pasa a la derecha estadounidense

La desertora norcoreana Yeonmi Park en el vecindario de Long Island City en Queens, el 30 de mayo de 2023. (Jeenah Moon/The New York Times)
La desertora norcoreana Yeonmi Park en el vecindario de Long Island City en Queens, el 30 de mayo de 2023. (Jeenah Moon/The New York Times)

“Lo primero que me enseñó mi madre cuando era niña y vivía en Corea del Norte fue que ni siquiera susurrara, porque los pájaros y los ratones podrían oírme”, le dijo Yeonmi Park a la audiencia que había ido a escucharla hablar en Queens, Nueva York.

“Esto es lo que hacen los dictadores: plantan púas en todos lados, generan desconfianza entre las personas, entre los familiares, incluso. Los profesores les dicen a sus hijos”, continuó, “‘Si tus padres dicen algo incorrecto, ven a decírselo al profesor’”.

Es una historia que Park ha contado a menudo en foros de televisión, escenarios de conferencias y en una exitosa biografía, durante la década que ha vivido como una de las desertoras más famosas del mundo del aislado Estado totalitario de la familia Kim.

Pero en los últimos años, Park ha añadido una nueva posdata.

“Y ahora”, le dijo a la multitud en Long Island City el fin de semana pasado, “veo lo mismo en Estados Unidos”.

Los analistas y políticos conservadores tienen mucho tiempo advirtiendo que la economía y la política cultural liberal llevarán a Estados Unidos al camino hacia el autoritarismo de izquierda. Pero, hasta hace dos años, nunca habían tenido una aliada como Park. Una refugiada del Estado estalinista sobreviviente más infame del mundo, Park, de 29 años, afirma respaldar esos terribles temores con experiencia de primera mano: por ejemplo, compara los llamados para desmantelar el racismo en las clases de Matemáticas con las lecciones que recibió cuando era niña en las escuelas de Corea del Norte.

La desertora norcoreana Yeonmi Park en el vecindario de Long Island City en Queens, el 30 de mayo de 2023. (Jeenah Moon/The New York Times)
La desertora norcoreana Yeonmi Park en el vecindario de Long Island City en Queens, el 30 de mayo de 2023. (Jeenah Moon/The New York Times)

Al describir su propia experiencia reciente como estudiante en la Universidad de Columbia, Park le dijo al presentador de Fox News Mark Levin en una entrevista el mes pasado que la pedagogía de la facultad “es exactamente lo que el régimen norcoreano usa para lavarle el cerebro a la población”. El adoctrinamiento de izquierda en las instituciones educativas de Estados Unidos, aseveró, “es, creo, la mayor amenaza que enfrenta nuestra nación y nuestra civilización”.

Ahora denuncia a Hillary Rodham Clinton, con quien alguna vez compartió el escenario de una conferencia, como una “farsante y mentirosa absoluta” y fustiga las campañas de mercadeo orientadas a la comunidad trans: “La corrección política ha borrado a las mujeres”, escribió recientemente en Facebook.

Subrayándolo todo está la advertencia de que estas quejas se suman a algo mucho más siniestro que la suma de sus gráficos en pantalla en Fox News. “Creo que mucha gente en Estados Unidos piensa que de alguna manera Estados Unidos es inmune a la tiranía y que de alguna manera una dictadura comienza como en Corea del Norte”, dijo en el evento de Queens, organizado por la organización conservadora Turning Point USA. “No comenzó allí. Comenzó con asombrosas promesas de equidad. Nos prometieron un paraíso socialista”.

“Y con esa promesa”, agregó, “nos terminaron quitando todo”. La multitud le brindó dos ovaciones de pie.

La transformación de Park de celebridad desertora a fuerte crítica de la política de identidad liberal es extraordinariamente inusual. Muy pocas de las decenas de miles de personas que han huido de Corea del Norte se meten en la política interna de los países en los que se han refugiado.

Pero en un clima político estadounidense que recompensa la hipérbole y la alarma, Park, quien se convirtió en ciudadana estadounidense en 2021, ha encontrado un nicho lucrativo.

Su segundo libro, “While Time Remains”, una autodenominada “advertencia para los estadounidenses” publicada en febrero, ya ha superado las ventas en tapa dura de su exitosa biografía de 2015. Es una invitada habitual en populares cadenas de televisión y pódcast de derecha, así como oradora en universidades y centros de estudios conservadores.

Esta primavera, se convirtió en colaboradora de Turning Point USA, apareciendo en sus conferencias junto a figuras como la representante Marjorie Taylor Greene (republicana por Georgia) y James O'Keefe, el activista de derecha recientemente expulsado de Project Veritas.

Su trayectoria reciente les ha provocado sobresaltos a algunos aliados y simpatizantes pasados, a quienes les preocupa el costo que su inmersión en las guerras culturales estadounidenses pueda tener en su efectividad como defensora de los derechos humanos. Además, a algunos observadores de su carrera, quienes señalan su historia de reinvención y las preguntas planteadas sobre la precisión de sus relatos, se les ha despertado la desconfianza ante su postura más reciente.

“Es una animadora increíble”, afirmó Jay Song, profesora de Estudios Coreanos en el Instituto de Asia de la Universidad de Melbourne en Australia, quien estudia las experiencias de los desertores norcoreanos. “Es muy inteligente. Siempre está captando nuevas palabras clave”.

Una desertora célebre

En una entrevista reciente, Park, quien ahora vive en Nueva York, describió su propia política como menos estridente de lo que suele parecer en sus apariciones en los medios. “Apoyo el matrimonio homosexual. Socialmente, soy muy liberal”, aseguró. “Nunca pensé que fuera una conservadora”. Cuando se le preguntó si en la actualidad se identifica de esa manera, dijo que no.

Park comparó la idea inicial de su segundo libro con Alexis de Tocqueville. “Viene de Francia a Estados Unidos, a la democracia estadounidense”, dijo. “Entonces, ¿qué pasaría si una norcoreana observa y analiza a Estados Unidos?”.

Park ha vivido la mayor parte de su vida adulta bajo el escrutinio de los medios, de una forma u otra. Cinco años después de escapar de Corea del Norte con su madre en 2007, a los 13 años, participó en “Now On My Way to Meet You”, un popular programa de variedades en la televisión surcoreana protagonizado por mujeres jóvenes que habían desertado.

El programa, que se estrenó en 2011, le dio una nueva visibilidad a los norcoreanos en la cultura popular de Corea del Sur. Park fue una de sus mayores estrellas, una personalidad efervescente que describió a su familia norcoreana como relativamente rica y que fue apodada como “la Paris Hilton de Corea del Norte”.

“Creo que muchos surcoreanos aprendieron mucho de ese programa”, afirmó Jean H. Lee, periodista que reportó desde Corea del Norte y Corea del Sur para The Associated Press. “Pero también creó la cultura de las desertoras famosas”.

En 2014, Park fue invitada a participar en la conferencia One Young World en Dublín, donde reveló una historia mucho más oscura de su vida en Corea del Norte y de su escape.

Entre sollozos, Park dijo que su madre había sido violada por el traficante de personas que los había llevado al otro lado de la frontera con China y describió una huida a pie a través del desierto de Gobi hacia Mongolia. Más tarde, contó que ella misma había sido vendida cuando era adolescente a un marido chino. Dijo que tuvo que trabajar en una sala de chat en línea para adultos antes de que ella y su madre escaparan de China.

Un video de su breve discurso —una horrenda historia contada por una mujer menuda de 21 años con un vestido tradicional hanbok la cual temblaba de emoción— se volvió viral y convirtió a Park en una celebridad humanitaria internacional. En cuestión de meses, tenía un contrato editorial con Penguin Random House para una biografía escrita con Maryanne Vollers, la escritora fantasma de Clinton.

Hubo algunas inconsistencias notables entre las historias que Park le había contado a su audiencia de Corea del Sur y las que contaba ahora. Mary Ann Jolley, una periodista australiana, publicó un recuento minucioso de detalles contradictorios e inverosímiles, desde las atrocidades del gobierno que había descrito hasta los detalles geográficos de su fuga, la muerte de su padre en China y su experiencia de detención en Mongolia.

Park ha refutado algunas de las críticas de Jolley, pero ha reconocido otras. Algunas, dijo, fueron el resultado de dificultades con el idioma o los efectos del trauma. Aseguró que otras habían surgido de las libertades que los productores tomaron con su identidad en el programa de Corea del Sur.

Desencantada con el circuito de gala

Cuando escribió su primer libro, Park y su editor estaban conscientes del escepticismo que generaba el artículo de Jolley, contó. Tanto ella como Vollers han dicho que corroboraron la mayor parte posible de la historia con entrevistas con familiares y compañeros desertores.

“Escapar para vivir” ha vendido más de 130.000 copias en tapa dura y blanda combinadas, según Circana BookScan. Park recibió una lluvia de atención de los medios, atendió invitaciones a retiros privados organizados por Jeff Bezos y se tomó selfis con Scarlett Johansson. Asistió a la Met Gala con Joe Gebbia, fundador de Airbnb, y compartió el escenario (en un evento en asociación con The New York Times) con Clinton, quien, según escribiría luego Park, la miró a los ojos después de su discurso y “prometió que haría todo en su poder para ayudar a las mujeres de Corea del Norte”. (Nick Merrill, portavoz de Clinton, dijo que ni Clinton ni su personal presente en ese momento recuerdan que Clinton haya dicho eso).

Sin embargo, en su nuevo libro, Park escribe sobre su desencanto por su roce con las élites. Park terminó convencida de que estaban más interesadas en la gratificación emocional que en la acción.

Comenzó a estudiar en la Universidad de Columbia en 2016 y se especializó en derechos humanos, con la esperanza de convertirse en defensora profesional. Pero algunas personas que la conocieron en ese momento recordaron que Park parecía tener problemas con la transición de celebridad disidente a un activismo más centrado en la política.

Park intentó prestarle su poder como celebridad a un grupo llamado Freedom for North Korea, el cual recaudó dinero para una organización hermana en Corea del Sur que rescataba refugiados norcoreanos de China: su pasión personal. Pero Jin Park, un exactivista de derechos humanos que trabajó con ella en el grupo en ese momento, afirmó que Yeonmi Park no tuvo un buen desempeño en el rol y, poco después, dejó atrás eso para dedicarse a otras cosas.

“Pensamos que podría ser una buena recaudadora de fondos debido a sus conexiones y redes”, dijo. “Creo que lo intentó, pero conseguir dinero de la gente no es tan fácil como parece”. (Park dijo que rápidamente se dio cuenta de que estaba demasiado ocupada para esa responsabilidad en aquel momento).

Poco después de graduarse en 2020, Park fue asaltada (le robaron su billetera) mientras caminaba con su hijo en Chicago. Mientras usaba su teléfono celular para grabar a su agresora, una mujer negra, dijo que otra mujer le gritó por hacerlo y la llamó racista. (La agresora fue arrestada poco después y se declaró culpable de restricción ilegal, según los registros judiciales).

El incidente, escribió, fue un punto de inflexión en su propia política, “una señal de lo avanzada que estaba realmente la enfermedad progre en Estados Unidos en ese momento y lo inhumano que estaba haciendo a las personas normales”. Park comenzó a buscar aliados que sintieran lo mismo.

Tras leer un libro de Jordan Peterson, el psicólogo canadiense y popular personalidad conservadora de los medios, Park contactó a su hija, Mikhaila, una presentadora de pódcast e influente de las redes sociales, quien invitó a Park a su pódcast. Al enterarse de que Peterson era un coleccionista de arte soviético, Park le envió una postal de Corea del Norte que había guardado.

Jordan Peterson invitó a Park a su pódcast, donde describió su experiencia en Columbia. La entrevista generó una oleada de atención de los medios conservadores y, poco después, un contrato de 500.000 dólares por un libro con Threshold Editions, la editorial conservadora de Simon & Schuster. Peterson escribió el prólogo del libro.

‘Es una sociedad libre’

Park sostiene que su reciente franqueza le ha hecho perder, no ganar, dinero. El anticipo de “While Time Remains”, aunque significativo, fue muy inferior a los 1,1 millones de dólares que recibió por su libro anterior. Las invitaciones para eventos corporativos bien pagados que solían generar gran parte de sus ingresos se han reducido notablemente, dijo.

Actualmente gana 6600 dólares al mes con Turning Point USA, afirmó, y mantiene un itinerario ocupado de charlas ante otras audiencias conservadoras que están más ansiosas por escuchar sus advertencias sobre la cultura de la cancelación y la política de identidad “progre”. Después de una charla reciente en Brookfield, Wisconsin, un suburbio de Milwaukee, un miembro de la junta escolar local, Sam Hughes, hizo una publicación en Facebook sobre el poder de la presentación de Park.

“El régimen de Corea del Norte creó escuelas no para enseñarles a los niños cómo pensar, sino qué creer”, escribió Hughes, quien advirtió sobre los peligros del “pensamiento grupal y el colectivismo”. Teniendo en cuenta los programas de equidad de su distrito, “deberíamos tener presente el ejemplo de Corea del Norte”, escribió.

Park, por su parte, sugirió que su giro más reciente podría no ser el último.

“Quizás escriba un libro completamente diferente en cinco años”, dijo. “Quizás diga que todo lo que escribí en el segundo libro fue una tontería. Pero eso está bien”.

Park rio. “Es una sociedad libre”, dijo.

c.2023 The New York Times Company