Yahoo Noticias La dirigencia política se anota en la pelea por captar el voto evangélico
La vidriera del Festival Palau Buenos Aires 2022, que este viernes y sábado reunirá a miles de personas en los bosques de Palermo, es una tentación para los actores políticos, especialmente para quienes apuntan a captar el voto de la comunidad evangélica en las elecciones de 2023. Horacio Rodríguez Larreta, Juan Manzur y Axel Kicillof recibieron en las últimas horas al conferencista internacional Andrés Palau, hijo del fallecido predicador Luis Palau, quien en 2008, cuando Mauricio Macri gobernaba la ciudad, convocó a 600.000 personas en la avenida 9 de Julio.
“Es bueno que las iglesias evangélicas transmitan un mensaje de valores. Sí, hay esperanza en la Argentina, no tengo ninguna duda” celebró Rodríguez Larreta, anoche, en alusión al lema del Festival Palau, al saludar a más de 1000 personas reunidas en el Golden Center de Parque Norte.
Allí confluyeron el precandidato a gobernador bonaerense Diego Santilli (Juntos por el Cambio), los ministros bonaerenses de Seguridad, Sergio Berni, y de Infraestructura, Leonardo Nardini; el vicepresidente primero de la Cámara de Diputados, Omar De Marchi (Juntos por el Cambio); el juez Ariel Lijo, el exfuncionario Gustavo Beliz, miembros del gabinete de Larreta, como el secretario general del gobierno porteño, Fernando Straface; las senadoras nacionales Sandra Mendoza y Clara Vega (Frente de Todos), los diputados nacionales Agustina Propato y Daniel Arroyo (Frente de Todos), los diputados provinciales Amalia Granata y Walter Ghione; el senador bonaerense Joaquín de la Torre, el presidente del Grupo Bapro, Gustavo Menéndez, la exlegisladora nacional Cynthia Hotton, Julio Bárbaro, empresarios y hombres de negocios.
Acompañaron a Palau, como anfitriones en Parque Norte, el director ejecutivo de la Alianza Evangélica Latina, Jonatan Proietti (su intérprete oficial; el director Internacional de Festivales, Edmundo Gastaldi; los pastores Rafael Pedace y Osvaldo Carnival, del comité organizador, del festival, y las autoridades de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas (Aciera), que preside el pastor Christian Hooft. Se trata de una de las entidades más representativas de la comunidad evangélica, que respaldó una intensa actividad en el sector “celeste” durante los debates por la sanción de la ley del aborto.
En los últimos años la conducción de Aciera afianzó sus vínculos con el Episcopado, a partir de coincidencias en las posiciones contrarias a la ley del aborto, y también con la comunidad judía. El pastor Hooft y miembros del consejo directivo compartieron en septiembre pasado la celebración del Año Nuevo Judío con los presidentes del Congreso Judío Latinoamericano, la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA) y la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).
Antes de la presentación de Palau, con un estilo que caracteriza a los predicadores, expusieron el director creativo de Nike, Wilson Smith, y E. Floyd Kvamme, exvicepresidente de Marketing y Ventas de Apple. El festival se inaugurará el viernes, a las 19, en Figueroa Alcorta y Dorrego, y luego seguirá el sábado. Se anuncian “música y buenas noticias” y la presentación de artistas, entre ellos Patricia Sosa, Gastón Pauls y Manuel Wirtz, entre otros.
Presencia en el campo social
Las comunidades evangélicas tienen una fuerte presencia en muchos barrios porteños y en municipios bonaerenses, particularmente en el campo social. Varias iglesias funcionaron como centros de vacunación y testeos durante la pandemia y es creciente la expansión en el conurbano, donde se han creado, por ejemplo, 1100 comunidades evangélicas en Moreno, 800 en Merlo y más de 500 en San Miguel.
“Entendemos la importancia que tienen en la comunidad bonaerense y accedimos al pedido de reunión porque siempre surgen buenas iniciativas para trabajar conjuntamente”, comentaron a LA NACION en el gobierno bonaerense, al explicar el encuentro de Kicillof con los pastores evangélicos. También el intendente de La Plata, Juan Garro, se reunió con la delegación.
Se estima que las comunidades evangélicas reúnen en el país unas seis millones de personas (16% de la población), un caudal nada despreciable frente a una contienda electoral que se prevé ajustada. En los comicios presidenciales de Brasil, donde el sector representa al 40% de la población, Lula dedicó esfuerzos en la campaña y difundió una carta abierta para acercarse a grupos que mayoritariamente se identificaban con Jair Bolsonaro.
Allí el sector evangélico cuenta con 99 diputados, un número significativo, que contrasta con la incipiente presencia en las bancas argentinas, donde solo se ubica la diputada nacional Dina Rezinovsky (Pro).
Las reuniones
Palau le regaló a Kicillof un ejemplar de su libro “La vida secreta de un necio”, en el que relata sus experiencias de vida, de las que logró sobreponerse. En el diálogo, le aseguró al gobernador que “los cambios son posibles y yo soy un ejemplo vivo de eso”. El conferencista también fue recibido por el intendente de La Plata, Julio Garro.
Al margen del encuentro en Parque Norte, la audiencia de Palau con Larreta tuvo lugar en el Centro Cultural Recoleta. Compartieron un animado diálogo y el jefe de gobierno destacó la “labor social y espiritual que la comunidad evangélica ejerce en la ciudad”.
En tanto, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, recibió a Palau y dirigentes evangélicos en el salón Eva Perón de la Casa Rosada.
Manzur, comprometido con la iglesia maronita, tuvo buen diálogo con las comunidades evangélicas durante su gestión como gobernador de Tucumán, donde creó el Día de las Iglesias Evangélicas (31 de octubre) y el Día del Pastor Evangélico (tercer domingo de septiembre).
Frente al desafío de 2023, sectores políticos cercanos al oficialismo coinciden en el objetivo de captar el voto independiente. Entienden que la comunidad evangélica es un número importante e interpretan que en 2015 el sector respaldó mayoritariamente a Macri.
