Dirección y padres enfrentados por los alumnos que colocaron una bandera de España en el aula

El pasado viernes, la jornada lectiva de una clase de Primero de Bachillerato acabó antes de tiempo en el colegio de La Salle de Palma después de un incidente con una bandera de España colocada por los alumnos en señal de apoyo a la selección de futbol por el Mundial de Qatar. Los padres de varios de los 32 alumnos expulsados han protestado públicamente por lo ocurrido, como informa Onda Cero, y desde el centro han emitido una circular para apoyar a la profesora señalada y anunciado que investigarán lo sucedido.

El centro ha mostrado su apoyo a la profesora señalada y aseguran que los alumnos que colocaron la bandera de España cruzaron una línea roja como es faltar el respeto a un docente. (Foto: Getty Images)
El centro ha mostrado su apoyo a la profesora señalada y aseguran que los alumnos que colocaron la bandera de España cruzaron una línea roja como es faltar el respeto a un docente. (Foto: Getty Images)

Uno de los padres que ha hecho público lo sucedido a través de las redes sociales ha sido S. Campoy, quien publicó que tanto tu hijo como el resto de sus compañeros habían sido expulsados por poner la bandera de España “porque disfruta del #Mundial2022 con alegría y pasión. A varios profesores les ha molestado por connotaciones políticas”. En su mensaje, citando a la Consejería de Educación balear, se preguntaba “hasta cuándo este adoctrinamiento sin sentido”.

En declaraciones a ABC recogidas por Onda Cero, otra madre, P. Serrano, criticaba que “si la profesora no quiere dar clase, que no cobre, pero no vemos que una bandera oficial sea un problema para que no haga su trabajo”. Y añadía que no cree que “haya que justificar por qué está colgada una bandera oficial, que además no tenía escudo”.

Según su versión de lo sucedido, los alumnos tenían el permiso del tutor para poner la bandera en clase, pero varios profesores protestaron. También ha contado que en otras clases hubo alumnos que llevaron banderas y camisetas de la Selección “y no ha supuesto ningún problema de convivencia”. Los padres escribieron al tutor apoyando a sus hijos y al final “la cosa se fue liando hasta que la profesora de catalán dijo que no iba a dar clase si seguía la bandera colgada”.

Los niños fueron enviados a casa dos clases antes de su hora de salida sin avisar a los padres, que han denunciado lo ocurrido ante la Conselleria de Educación.

Desde el colegio, la respuesta oficial tras el revuelo mediático y en redes sociales generado por la noticia ha llegado por medio de una circular firmada por Pablo Picón Sarciada, director técnico de Secundaria, que ha sido publicada íntegramente por El diario de Mallorca. “Informo como director técnico de secundaria sobre unos hechos que han ocurrido hoy, 25 de noviembre, sobre las 12 horas, con el grupo de alumnos de 1º B de bachillerato”, se puede leer al comienzo del texto.

En este relata que los alumnos a los que se envió a casa antes de tiempo “actuando como grupo, han desoído las indicaciones de una profesora que estaba cumpliendo con las normas de convivencia del centro y seguía las órdenes del equipo directivo, negándose aquellos expresamente a obedecer, lo que supone un acto de insubordinación deliberada. Además, actuando como masa, han coaccionado a una compañera que sí que ha hecho intento de obedecer a la profesora. Por último, cuando la profesora ha abandonado el aula para consultar con el equipo directivo la mejor manera de gestionar el asunto, ha sido vitoreada y aplaudida con sorna por la mayoría de los alumnos”.

Ante estos hechos, que el director técnico califica como graves, tomó “la decisión de cancelar las dos sesiones lectivas que restaban para finalizar la jornada, pues el respeto a los profesores, así como el respeto y solidaridad a los compañeros propiciando un ambiente de convivencia positivo, son obligaciones que deben cumplir todos los alumnos. Sencillamente no podemos impartir clase en una etapa educativa no obligatoria a un grupo de alumnos que no quiere acatar las normas de convivencia del centro”.

Así, condena la actitud y actuación de los alumnos y muestra su solidaridad y apoyo a la profesora señalada apuntando que la falta de respeto “es una línea roja que no podemos permitir traspasar”. También transmite la tristeza del equipo docente y su decepción por “la reacción que han tenido los alumnos” prometiendo trabajar para evitar que vuelva a suceder.

Acaba la carta apelando a “la complicidad y colaboración de las familias para que este tipo de situaciones no vuelva a producirse y estamos convencidos de que un trabajo conjunto entre familias y escuela ayudará a la formación integral de los alumnos. Es lo que da sentido a nuestra vocación”.

Además, el centro investigará lo ocurrido el viernes para actuar en consecuencia y tomar medidas.

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