Diputados aprueban reforma que transfiere la Guardia Nacional al Ejército; pasa al Senado

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La Cámara de Diputados aprobó, en lo general y en lo particular, la reforma de la Guardia Nacional para que esta institución pase a formar parte de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena). Ahora pasa al Senado de la República para continuar con el trámite legislativo.

La reforma, que forma parte del “Plan C” del presidente Andrés Manuel López Obrador, desató polémica entre los legisladores. Por un lado, Morena y sus aliados le dieron un respaldo total al dictamen, mientras los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN) y Movimiento Ciudadano la rechazaron desde un principio.

El bloque opositor incluso presentó tres mociones suspensivas para intentar frenar la discusión del dictamen, pero fueron rechazadas y al final la reforma fue aprobada en lo general con 362 votos a favor y 133 votos en contra. Mientras que en lo particular, es decir los artículos que fueron reservados, fue avalada con 353 votos a favor y 126 en contra. Solo se aceptó una modificación para quitar de la redacción del artículo 21 las palabras “origen” y “marino”.

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Dolores Padierna, diputada de Morena, fue la encargada de dar el posicionamiento de su bancada. La legisladora argumentó que la transferencia de la Guardia Nacional al Ejército ayudará a que esa institución no se corrompa como ha sucedido con policías locales. 

“Por sus recursos, su despliegue territorial y su origen, la Guardia Nacional es la institución llamada a construir la paz y brindar seguridad a la ciudadanía. Su adscripción a la Sedena refuerza la necesaria disciplina y previene la descomposición que caracterizó a la extinta Policía Federal y que es marca de muchos cuerpos policiales locales”, dijo Padierna.

discusión reforma guardia nacional
discusión reforma guardia nacional

La legisladora morenista defendió el dictamen con críticas a la violencia generada desde el 2006, cuando el expresidente Felipe Calderón declaró la guerra al narcotráfico y utilizó a las Fuerzas Armadas para combatir al crimen organizado.

“Tuvo que llegar el presidente Andrés Manuel López Obrador para que se diera un cambio de fondo en la política de seguridad”, destacó Padierna al recordar la decisión del presidente de desaparecer la Policía Federal y sustituirla por la Guardia Nacional.

La reforma de la Guardia Nacional no solo incluye la transferencia de esta institución al Ejército, también prevé que los integrantes de la dependencia rindan cuentas ante juzgados militares y tengan la posibilidad de participar en tareas de investigación.

Aunque la reforma ha sido cuestionada por especialistas en temas de seguridad, académicos y organizaciones de la sociedad civil, Morena y sus aliados sacaron adelante este dictamen que es prioridad del presidente López Obrador.

La discusión en la Cámara de Diputados terminó a las 3:30 de la mañana, luego que los legisladores debatirán 433 propuestas de modificación a la reforma.

Oposición rechazó reforma de Guardia Nacional

En un debate que se extendió por 14 horas, los partidos de oposición anunciaron su voto en contra del dictamen desde que comenzó la discusión en el recinto legislativo.

Pablo Vázquez Ahued, diputado de Movimiento Ciudadano, criticó la intención de Morena de transferir la Guardia Nacional al Ejército, pues al arranque de su gobierno el presidente López Obrador se había propuesto crear una institución civil para regresar a los militares a sus cuarteles.

“Esta reforma constitucional para entregar la Guardia Nacional, una corporación de seguridad pública civil, al mando de la Secretaría de la Defensa Nacional, es la renuncia del gobierno de México para hacerse cargo de su responsabilidad constitucional en materia de seguridad pública”, señaló Vázquez Ahued.

Patrullaje de la Guardia Nacional
Patrullaje de la Guardia Nacional

Pese al rechazo de la oposición, la baja cantidad de legisladores que posee el PAN, el PRI y Movimiento Ciudadano impidió que estos partidos pudieran frenar su aprobación.

Lorena Piñón, legisladora del PRI, argumentó que el PRI votaría en contra “porque con esta reforma la Guardia Nacional pierde su carácter civil y se convierte en un cuerpo policial militar. Porque con esta reforma la participación de las Fuerzas Armadas en tareas de seguridad pública deja de ser excepcional y complementaria para convertirse en una función permanente”.

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A este rechazo también se sumó el PAN a través de Blanca Leticia Gutiérrez Garza, quien criticó a Morena por no escuchar las opiniones de especialistas que alertan sobre los riesgos de transferir la Guardia Nacional a la Sedena.

“Esta reforma implica debilitar la seguridad pública y generar un alto riesgo de vulneraciones a los derechos humanos. Entendemos que bajo el mando militar las decisiones de seguridad seguirán una lógica de guerra, priorizando el uso de la fuerza y distorsionando el enfoque preventivo que debe prevalecer en una democracia”, expresó Gutiérrez Garza.