“Dinámica peligrosa”: El coronavirus amenaza con instaurar una nueva “Guerra Fría” entre Estados Unidos y China

Deirdre Shesgreen y Kim Hjelmgaard

WASHINGTON - El presidente Donald Trump acusó a China de ocultar el coronavirus, sugirió que el gobierno podría haber permitido que la enfermedad se propagara y amenazó con obtener un resarcimiento “sustancial” de Beijing por la pandemia.

Las autoridades chinas han acusado a la administración Trump de ignorancia deliberada, una mala gestión peligrosa e incluso de intento de “chantaje”.

El bombardeo casi diario entre Washington y Beijing ha alarmado a los expertos en seguridad nacional, hasta tal punto que temen que se esté gestando una nueva “Guerra Fría” entre las dos superpotencias en medio de una crisis global.

“Esta es una dinámica peligrosa para el mundo”, comentó Rachel Esplin Odell, experta en política exterior china en el Quincy Institute for Responsible Statecraft, que aboga por la moderación en la política militar estadounidense.

“Ambos gobiernos están intentando sacar provecho de los fracasos del otro”, dijo, enfrentándose en un fuego contra fuego mientras el mundo arde a su alrededor.

Las repercusiones podrían tener un gran alcance: una prolongación de la pandemia, una profundización de la crisis económica mundial, la puesta en peligro de las delicadas conversaciones comerciales y la apertura de nuevas divisiones geopolíticas, explicaron Odell y otros.

“Este es el tipo de problema arquetípico en el que esperas la cooperación de todo el mundo, sobre todo entre las potencias líderes, porque sin esa ayuda las consecuencias serían muy graves”, comentó Jacob Stokes, analista político senior depolítica exterior de China en el Instituto de Paz de los Estados Unidos, una organización no partidista.

La peor relación en “casi 50 años”

Hasta el momento, no hay indicios de que las fuertes tensiones conduzcan a una confrontación militar, aunque hace poco la Marina de los Estados Unidos realizó una “operación de libre navegación” en el Mar del Sur de China, en un territorio que Pekín reclama como propio.

Sin embargo, las relaciones entre Estados Unidos y China son “las peores en casi 50 años”, dijo Stokes, ex asesor de seguridad nacional del vicepresidente Joe Biden.

Una de las primeras víctimas podría ser el popular acuerdo comercial que Trump y el viceprimer ministro chino, Liu, firmaron en la Casa Blanca en enero, la “fase uno” de un acuerdo que, según los funcionarios de la Casa Blanca, proseguiría con un pacto más amplio sobre temas más polémicos.

No está claro si China estará dispuesta o podrá cumplir con sus compromisos en la fase uno, que incluyen la promesa de comprar 200 mil millones de dólares adicionales en bienes y servicios estadounidenses en los próximos dos años, desde productos agrícolas hasta vehículos e instrumentos médicos.

Stokes dijo que la promesa era difícil de cumplir en tiempos económicos estables. Ahora que la economía china se está debilitando debido a la pandemia, el gobierno del presidente Xi Jinping podría tratar de renegociar o incluso renegar del acuerdo.

“¿Y qué pasaría con la fase dos si la etapa uno no funciona?”, preguntó Stokes. “Sin duda, sería un gran desafío”.

El lunes, el secretario del Tesoro de Trump, Steven Mnuchin, dijo que esperaba que Xi cumpliera con el acuerdo que firmó en enero a pesar del aumento de las tensiones y la crisis económica.

Policías usando mascarillas para protegerse de la propagación del nuevo coronavirus, de guardia en el aeropuerto internacional de Wuhan-Tianhe en Wuhan, en la provincia de Hubei, en el centro de China, el 8 de abril de 2020.
Policías usando mascarillas para protegerse de la propagación del nuevo coronavirus, de guardia en el aeropuerto internacional de Wuhan-Tianhe en Wuhan, en la provincia de Hubei, en el centro de China, el 8 de abril de 2020.

“Si no lo hace, habría consecuencias muy graves para las relaciones y la economía global, debido a que sentaría un precedente en los negocios de otros actores con China”, dijo Mnuchin en una entrevista concedida a Fox Business Network.

Sin embargo, mientras Mnuchin espera que el acuerdo comercial se mantenga, Trump ha planteado la idea de imponer nuevos aranceles a China e intentar conseguir resarcimientos por el costo económico y humano que ha cobrado la pandemia.

“Cometieron un error terrible y no quisieron admitirlo”, dijo el presidente el domingo durante una reunión virtual con Fox News. “Intentaron encubrirlo. Intentaron apagarlo como si fuera un incendio”, pero fallaron, dijo.

El presidente dijo que está buscando estrategias para lograr que China pague por ese error, pero no ofreció detalles.

“Aún no hemos determinado la cantidad final”, dijo Trump la semana pasada cuando le preguntaron sobre posibles resarcimientos. “Es muy sustancial”.

Si Trump sigue adelante con las amenazas de nuevos aranceles u otras represalias económicas, podría empeorar dramáticamente la crisis económica, dijo Odell.

“Tendría un efecto escalofriante en la economía global y los mercados”, dijo.

Un alto funcionario chino, el ejecutivo Le Yucheng, desestimó los comentarios de Trump diciendo que eran una “farsa” y consideró la idea del resarcimiento como un “chantaje”. En una entrevista concedida el 29 de abril a NBC News, acusó a la administración Trump de no hacer nada durante los 50 días posteriores a que China cerrase el epicentro del coronavirus y advirtiese sobre su propagación mortal.

Yong Wang, quien dirige el centro de estudios estadounidense en la Universidad de Pekín en Beijing, dijo que la retórica implacable de la administración Trump que culpa a China por el brote de coronavirus corre el riesgo de iniciar una nueva “Guerra Fría”. También podría socavar la opinión de Estados Unidos entre los chinos, dijo.

“Antes en China se daba por sentado que el sistema político de Estados Unidos era razonablemente confiable. Eso ha comenzado a cambiar”, dijo.

Al igual que muchos expertos políticos y funcionarios gubernamentales chinos, Wang cree que las acusaciones de Trump contra China son parte de una estratagema para desviar las críticas internas de su propia gestión de la pandemia. Trump ha visto caer sus números en las encuestas en las últimas semanas y Biden le saca una ligera ventaja en varios estados disputados.

China también ha sido criticada por su falta de transparencia respecto al brote, sobre todo en la etapa inicial, cuando censuró la información sobre el virus y silenció a los médicos que intentaron dar la alarma. Eso provocó una intensa reacción violenta dentro de China, que Xi sofocó rápidamente, así como en el extranjero.

Incluso ahora, los funcionarios estadounidenses y los expertos en salud se han preguntado si se puede confiar en las tasas de infección y el número de muertes de China. De hecho, Beijing ha generado nuevas preocupaciones al restringir el acceso a su investigación sobre el virus, según un informe de CNN.

Estados Unidos no es el único país molesto por la gestión del virus en China, otros líderes mundiales ya han avizorado las posibles consecuencias de pelearse con Beijing. En Australia, el primer ministro, Scott Morrison, pidió una investigación independiente sobre los orígenes del coronavirus. La respuesta de China fue rápida e incluyó amenazas de un boicot económico a los productos australianos y acusaciones de que Morrison estaba encauzando un “oportunismo vil”.

¿Trump necesita andar con pies de plomo?

El deseo de hacer que China pague por su error es comprensible, dijo Dan Blumenthal, director de estudios asiáticos en el American Enterprise Institute, un grupo de expertos de Washington, D.C. Sin embargo, Blumenthal, quien también fue funcionario del Pentágono durante la administración de George W. Bush, dijo que Trump debe andar con pies de plomo debido a la dependencia de Estados Unidos de China para conseguir suministros médicos.

“No quiere entrar en una guerra de palabras con Xi debido a las exportaciones de equipos médicos chinos y otros artículos críticos que necesitamos”, afirmó. A largo plazo, los políticos y el público estadounidenses “querrán ser mucho menos dependientes” de China y apoyarán los esfuerzos para separar las dos economías. Sin embargo, ese esfuerzo podría tardar años, y tendrá un precio, aseguró.

“Los líderes estadounidenses tendrán que ser muy claros con los ciudadanos porque durante un tiempo estos productos serán más caros”, advirtió Blumenthal.

Wang, experto de la Universidad de Pekín, dijo que si Estados Unidos mantiene las amenazas contra China por los daños relacionados con el coronavirus o insiste en “desligar” las dos economías, es probable que el resultado sea contraproducente. China ya ha comenzado a mostrar signos de ser la primera economía en recuperarse de la crisis, lo que coloca a Beijing en una posición más fuerte para tomar represalias si las relaciones se siguen deteriorando.

Wang también dijo que, si Estados Unidos intenta alienar a China diplomáticamente, Beijing se moverá para formar alianzas más profundas con Europa, Asia y el resto del mundo.

“Seamos claros: China no quiere que nada de esto ocurra. Quiere cooperar”, dijo. “Pero estará preparada para implementar contraataques económicos si los halcones de China en la administración Trump continúan por este camino peligroso”.

El presidente chino, Xi Jinping, y el presidente Donald Trump en Beijing, el 9 de mayo de 2019.
El presidente chino, Xi Jinping, y el presidente Donald Trump en Beijing, el 9 de mayo de 2019.

Asad Majeed Khan, embajador de Pakistán en los Estados Unidos, dijo que hasta el momento su país no ha estado sujeto a presiones para elegir entre dos aliados importantes. Sin embargo, aseguró que la retórica acalorada es preocupante.

“Obviamente, cuando en un momento en el que el mundo necesita unirse aumentan las tensiones entre dos de las economías más grandes del mundo y los países más poderosos” ello puede socavar la capacidad global para hacer frente a un desafío extraordinario”, explicó Khan.

El vídeo de China que se burla de la gestión de Trump

Odell dijo que, les guste o no a Trump y Xi, ahora Estados Unidos y China deben trabajar juntos en todo, desde el desarrollo de una vacuna hasta el suministro mundial de equipamiento médico.

El mundo necesita la integración económica entre Estados Unidos y China y su colaboración política “para superar la crisis actual”, dijo.

Por ahora, hay pocas señales que indiquen que eso ocurrirá a corto plazo.

En un sorprendente vídeo propagandístico, el gobierno de China se ha burlado abiertamente de los intentos de Trump de minimizar el virus. El vídeo animado, publicado el 30 de abril por la agencia estatal de noticias Xinhua de China, utiliza figuras similares a las de Lego para promover la idea de que China gestionó el brote de manera responsable mientras que Estados Unidos titubea.

“Descubrimos un nuevo virus”, dice una figura guerrera que representa a China.

“¿Y qué?” canta la Estatua de la Libertad, que representa a Trump. “Es solo una gripe” y “desaparecerá mágicamente en abril”.

Este artículo fue publicado originalmente en Yahoo por USA Today