Dimiten titulares de Gobierno y Seguridad en Guerrero

CHILPANCINGO, Gro., marzo 15 (EL UNIVERSAL).- A una semana del asesinato del normalista de Ayotzinapa, Yanqui Kothan Gómez Peralta, ayer el gobierno de Guerrero anunció la renuncia del secretario general de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez, y del secretario de Seguridad Pública, el general brigadier Rolando Solano Rivera.

En una transmisión en vivo a través de redes sociales, la gobernadora Evelyn Salgado Pineda también informó que solicitará al Congreso estatal la remoción de la fiscal, la teniente coronel Sandra Luz Valdovinos Salmerón.

Al respecto, la fiscal afirmó que ejercerá su derecho de audiencia y defensa, y solicitará al Congreso una audiencia para transparentar la actuación de la fiscalía en el asesinato del estudiante normalista.

La renuncia de los funcionarios y la solicitud para la remoción de la fiscal se dan ante las falsedades y errores cometidos en el marco del asesinato del normalista Yanqui Kothan Gómez, ocurrido la noche del jueves 7 de marzo, a manos de elementos de la Policía Estatal.

La madrugada del viernes 8 de marzo Reynoso Núñez y Solano Rivera ofrecieron una conferencia de prensa en la que difundieron la "versión oficial" de los hechos, en la que criminalizaron a Yanqui Kothan y otros dos normalistas que lo acompañaban esa noche.

Los acusaron de estar alcoholizados, drogados, viajar en un auto robado, portar armas y disparar contra los agentes. Sin embargo, la necropsia y las pruebas periciales demostraron que todo fue falso.

Las irregularidades comenzaron desde el inicio porque la escena del crimen fue alterada: los policías estatales retiraron la camioneta donde fue asesinado el normalista, antes de que la autoridad ministerial realizara los peritajes.

La responsabilidad de la fiscalía estatal radica en que no ejerció su atribución legal de solicitar la medida cautelar de prisión preventiva contra los tres agentes, quienes rindieron su declaración tras los hechos, pero no fueron detenidos.

La noche del miércoles dos de ellos se entregaron ante la Fiscalía General de la República (FGR), que atrajo el caso, pero uno continuaba ayer sin ser localizado. Se presume que sería el agente que disparó contra Yanqui Kothan.

Audiencia en Acapulco

En este marco, ayer jueves se llevó a cabo en Acapulco la audiencia de vinculación a proceso de los dos policías involucrados que se encuentran detenidos.

Estuvo presente la señora Liliana Gómez, madre de Yanqui Kothan, quien llegó a Acapulco acompañada por cientos de normalistas de Ayotzinapa, quienes viajaron a bordo de 11 autobuses.

Un día antes, la señora había exigido la destitución de los funcionarios por criminalizar a su hijo.

Ayer, a la salida de la audiencia, la prensa le preguntó su opinión sobre las renuncias y dijo: "Yo creo que está bien su destitución, porque no pierden mucho. Ellos perdieron su trabajo, yo perdí un hijo".

Hasta la noche de este jueves, la audiencia continuaba.

Los exsecretarios

En lo que va del actual gobierno en Guerrero, no habían renunciado dos funcionarios de primer nivel al mismo tiempo. Es también la segunda renuncia de un secretario de Seguridad Pública estatal en este año.

El ahora exsecretario general de Gobierno, Ludwig Marcial Reynoso Núñez, pertenece al círculo más cercano al senador Félix Salgado Macedonio (Morena), padre de la gobernadora.

Desde que Salgado Macedonio fue alcalde de Acapulco, hace casi 20 años, Reynoso Núñez fue uno de sus principales operadores políticos.

Al inicio del gobierno de Evelyn Salgado, Reynoso Núñez fue subsecretario de Asuntos Políticos de la Secretaría General de Gobierno. Renunció para participar en el proceso de selección del titular de la Fiscalía General del Estado (FGE); quedó en la terna, pero no obtuvo la mayoría. Luego fue nombrado secretario general de Gobierno.

El general brigadier Rolando Solano Rivera rindió protesta como secretario de Seguridad Pública el 25 de enero pasado. No cumplió ni dos meses en el cargo.

Llegó para sustituir al capitán de la Marina, Evelio Méndez Gómez, quien renunció en enero tras la paralización del transporte público en Acapulco, Taxco y Zihuatanejo. En los primeros días de 2024, en Guerrero ya se habían registrado tres masacres con 50 víctimas.