El que diga que Robeisy se rindió no lo conoce ni un poquito. Manager del cubano explica los pasos a tomar

El que diga que Robeisy Ramírez se rindió no lo conoce ni un poquito. Esta es la frase que brota primero que nada de la boca de José Izquierdo, uno de los managers del boxeador cubano, quien poco a poco va digiriendo todo lo sucedido el sábado por la noche en Phoenix, Arizona.

De acuerdo con Izquierdo, la posibilidad de que ocurriera una situación como la que llevó a la derrota ante Rafael “Divino’’ Espinoza era algo que como equipo habían contemplado, pues sabían que el mexicano en otras ocasiones también había propinado codazos..

“Esto era algo que habíamos advertido y estábamos conscientes de que podía suceder’’, afirmó izquierdo tras la derrota por nocaut técnico en el sexto asalto de su representado. “De hecho lo habíamos comentado y es algo que en los próximos días nos llevará a elevar una queja a la Comisión de Arizona’’.

Todavía queda mucho por evaluar con la esquina y el propio Ramírez, pero como equipo se reunirán todos los argumentos posibles para elevar esa protesta al organismo rector del boxeo en Arizona, pues habían elementos suficientes para llamar a un médico, detener el combate e ir a las tarjetas donde el cubano llevaba ventaja.

Ciertamente, la imagen de un Ramírez levantando bandera blanca en el sexto asalto sorprendió a muchos, mientras que otros no se convencen de su explicación: que un codazo del mexicano en los rounds previos había complicado de manera seria su visión.

“Podemos afirmar rotundamente que Robeisy padece de una fractura en el hueso orbital’’, recalcó Izquierdo. “Tenía la visión muy afectada y todo fue producto de ese codazo que sucedió en el quinto episodio. Hasta ese momento él estaba ganando el combate. Lo estaba haciendo todo muy bien y no dudamos de su condición física, pero sencillamente se le hizo imposible continuar’’.

De los cinco primeros asaltos del combate, de manera bastante clara el antillano ganó unos cuatro gracias a una estrategia de moverse y golpear, haciendo fallar bastante al mexicano que solo en el quinto comenzó a adivinar un poco mejor a su oponente.

El video demuestra claramente que el cabezazo fue real. El ojo abultado de Ramírez es la prueba de que no mentía. ¿Podía continuar? Claro que podía, pero a qué precio. Tal vez ahora estaríamos aplaudiendo su gallarda derrota, pero él lamentando la visión disminuida.

Y sí, su carrera sufre un gran varapalo. Habrá que ver cómo encaja ahora Ramírez en los planes de una empresa tan ambiciosa como Top Rank, que el próximo año sufrirá cambios fundamentales en la manera que pretende llegar a la afición.

Ramírez corría un riesgo si continuaba peleando y ahora corre un riesgo de futuro, pero es su decisión y hay que entenderla en vez de llamarle cobarde.

“Aquel que diga que Robeisy es un cobarde no sabe lo que está diciendo’’. agregó Izquierdo.

“Es alguien que ha luchado mucho para llegar a este momento y nadie más que él pidió esta revancha. Robeisy tomó la decisión correcta. Su vida y su salud son lo primero’’.